El líder laborista presenta el programa de su partido para las elecciones del 8 de junio: un programa de tibias reformas sociales y medidas antiausteridad.
Miércoles 17 de mayo de 2017
Foto: EFE
“Para las mayorías, no para unos pocos”, así se titula el manifiesto programático que ha presentado el Partido Laborista para las próximas elecciones, que fueron convocados de forma anticipada por la conservadora Theresa May. Corbyn prometió este martes "revertir" siete años de austeridad si su partido logra ganar, algo improbable ya que los conservadores llevan una amplia ventaja en intención de voto, según las últimas encuestas.
Nacionalizar las empresas eléctricas y los trenes, más impuestos para los ricos y “nuevas prioridades” en la negociación del brexit. Eso promete Jeremy Corbyn como parte de su programa electoral.
El Laborismo propone, según Corbyn, un "programa de esperanza" y de "oportunidades para todos" frente a la campaña "basada en el miedo" que abandera Theresa May. Sobre la salida del país de la Unión Europea, Corbyn afirmó que buscará "nuevas prioridades de negociación" en las que se mantenga al mercado único y la unión aduanera.
El líder laborista aseguró que su partido "garantizaría inmediatamente" los derechos de los ciudadanos comunitarios que residen en el Reino Unido y rechazaría la posibilidad de agotar el proceso negociador con Bruselas sin alcanzar un acuerdo, algo que sí contempla May.
El Laborismo "daría prioridad a los empleos" mientras que un Gobierno conservador primaría "los intereses de la City -distrito financiero de Londres- y se arriesgaría a que el Reino Unido se convierta en un paraíso fiscal de bajos salarios", dijo Corbyn.
"Los ciudadanos quieren un país dirigido para la mayoría, no para unos pocos", observó el político, al lamentar que durante los últimos siete años los británicos "han vivido lo contrario, un Reino Unido gestionado para los ricos, la elite y los intereses particulares".
El manifiesto laborista incluye medidas fiscales, como el incremento del impuesto de sociedades -que grava los beneficios empresariales- del 19 al 26 % o la introducción de un impuesto sobre transacciones financieras. También contempla un impuesto sobre los salarios considerados "excesivos", que superen las 330.000 libras (384.888 euros) anuales.
El manifiesto contiene también subidas fiscales para "el 5 % de los ciudadanos más ricos" con el objetivo de poder financiar servicios públicos, mientras que no se prevén incrementos impositivos para aquellos que perciban salarios menores a las 80.000 libras (93.190 euros) anuales. Los laboristas prometen también 30 horas gratuitas para el cuidado de los menores de entre 2 y 4 años -un total de 1,3 millones de niños- y a otras medidas como la nacionalización de las compañías de agua y ferrocarriles.
Corbyn intenta revitalizar la performance electoral del partido laborista con este programa reformista y neokeynesiano, a tono con las propuestas de la socialdemocracia europea o formaciones neoreformistas como Podemos en España.
En su discurso, Corbyn retó a la primera ministra a que "salga de su escondite" y se enfrente a él en un debate televisado, algo a lo que May se ha negado hasta la fecha. Tras la presentación del programa laborista, el Partido Conservador alegó que "las cuentas no salen" y que, siguiendo los planes de Corbyn, los impuestos subirían "drásticamente".