Fueron notificados los gremios de docentes, municipales, Empleados públicos y Luz y Fuerza. Las multas ascienden a 152 mil pesos.
Jueves 22 de diciembre de 2016
Ayer, el Ejecutivo municipal de la capital cordobesa encabezado por el Radical-PRO Ramón Mestre, cursó sendas notificaciones al Suoem (Municipales); SEP (Empleados Públicos); Uepc (Docentes) y a Luz y Fuerza sobre infracciones al Código de Convivencia municipal en sus artículos 108 y 154. También se recurrió a la justicia penal.
Dichas actas contravencionales contra los sindicatos, invocando los artículos intiman a las organizaciones por “alterar el tránsito” y por “arrojar bombas de estruendo” en las manifestaciones callejeras, con posibles multas que pueden llegar a los 152 mis pesos.
Un ataque contra los trabajadores
En un clima donde las direcciones sindicales no rompen la tregua que tienen con los gobiernos, las manifestaciones continúan. Los Cuerpos Orgánicos, sobretodo de Docentes y de los Empleados Públicos volvieron a copar el centro de la capital cordobesa. Es una respuesta de los caciques sindicales al descontento que hay en las bases trabajadoras ante el ajuste en curso, sin reapertura paritaria y con la reducción de los haberes jubilatorios, desarrollado por Macri y su aliado Schiaretti.
Recordemos que este último, ni bien asumió hace un año, impulsó la Ley 10.333 que fija una nueva forma de calcular los haberes jubilatorios, reduciéndolos al 72% que perciben los trabajadores en actividad.
Gabriel Suárez, Secretario General de Luz y Fuerza, en declaraciones altisonantes dijo en la movilización de ayer que “si no se deroga la Ley 10.333, los trabajadores voltearían al gobierno”, mientras que a José Pihen de los Empleados Públicos, sus propias bases lo abuchearon mientras daba su discurso. Los trabajadores y trabajadoras le están pasando factura al legislador delasotista que, a su vez, dirige la CGT de Córdoba y garantiza la “paz social”.
Es en ese marco que el Intendente Mestre arremete con el Código Contravencional contra los trabajadores. Aprovechando la tregua que las direcciones sindicales mantienen con los gobiernos, desde el Ejecutivo municipal se pretende amedrentar a los trabajadores que vienen acumulando bronca.
El 2017 plantea para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras exigir a las direcciones sindicales la ruptura de la tregua con los gobiernos y la defensa irrestricta del derecho elemental a la protesta. Una conquista histórica de la clase trabajadora que no puede ser reglada desde los escritorios municipales.
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