La provincia de Córdoba tiene la capacidad industrial en tecnología médica para proveer al país y enfrentar la emergencia sanitaria. Hay que reconvertirla y ponerla a producir en beneficio del pueblo trabajador y no de las ganancias de los patrones.
Luis Bel @tumbacarnero
Viernes 20 de marzo de 2020 13:04
Córdoba tiene la particularidad de poseer 4 industrias de tecnología médica de media y alta complejidad, todas indispensables para afrontar la pandemia que asola al país.
Éstas son: Promedon, que desde 1985 produce soluciones para las especialidades de urología, uroginecología y endourología, y que según datos de la empresa emplea a unos 580 trabajadores y trabajadoras y llega con sus productos a 50 países; Silmag, que se encuentra en Las Higueras, en el sur provincial, una empresa líder en material biomédico de uso único (descartables como catéteres, sondas), la cual emplea a 170 trabajadores y trabajadoras, y exporta una treintena de países, y la más estratégica de todas en cuanto a la importancia del tratamiento del coronavirus, Tecme, una fábrica de respiradores electrónicos para salas de terapia intensiva que exporta a 50 destinos, a la que se suma a Leistung Equipamientos Ltd. con quien compite por el mercado en otros 20 países y produce respiradores en un formato transportable.
Mientras el Gobierno nacional anunciaba que desde el Ministerio de Salud se habían comprado los 68 respiradores que se encontraban en ese momento en el mercado,
Tecme S.A. daba a conocer la decisión de abocarse a cubrir las necesidades del país (hasta este momento exportaban el 80 por ciento de la producción). Para eso, multiplicaron la producción por cuatro, tomaron empleados y ya entregaron 250 aparatos a lo largo y ancho del país.
Tiene, además, según informaron, otros 500 respiradores cuyo precio ronda la friolera suma de los 20.000 dólares, algo así como un millón trescientos mil pesos cada uno.
Esto sin contar que la empresa provee también del personal especializado que requieren para su utilización y el servicio técnico de los respiradores. Para esto se pueden realizar capacitaciones con las distintas universidades para que alumnos avanzados de las carreras afines puedan reforzar dicho servicio técnico.
No es que Tecme esté realizando una "patriada" al priorizar el mercado interno a las exportaciones, lo único que está priorizando la patronal es su bolsillo.
Algo similar ocurre con Leistung que pegó un salto en su producción de 300 respiradores anuales y exportaba el 30% de sus productos. En el caso de esta "pyme" cordobesa que emplea a 70 personas (mientras que su planta en Brasil atiende el mercado del país vecino) están produciendo hasta los domingos, porque aspiran a llegar a 900 respiradores en los próximos meses para atender la demanda local.
Esto sucede también con la mayor productora de alcohol del país, Porta, que está sobre explotando a sus trabajadores (con salarios de 20000 pesos promedio) para obtener producciones récord, mientras que el alcohol en gel escasea en los comercios y con la especulación su precio se fue por las nubes. Desde la planta aseguran que la demanda aumentó 10 veces, y como ya experimentaron frente a la gripe A en 2009, sus ganancias también se disparan.
Lo cierto es que en el marco de una crisis sanitaria, agudizada por el coronavirus, pero que se arrastra desde hace años por los constantes ajuste en el sector salud, debemos poner a producir a estas fábricas en favor de las necesidades del pueblo trabajador. No podemos permitir que las patronales lucren con esta pandemia.
Para esto es necesario reconvertir la producción en aquellas fábricas que puedan fabricar repuestos e insumos menores frente al aumento de la demanda y realizar la distribución a nivel provincial y nacional de todos los respiradores para cubrir las necesidades de manera gratuita, para que los y las trabajadores de la salud no deban elegir entre quién vive o quien muere como sucede en Italia.
Organizar también la capacitación a aquellos y aquellas que operen los respiradores sin ningún tipo de costo. Asimismo, garantizar los insumos médicos descartables para la atención hospitalaria, como barbijos, escafandras, guantes, sondas, catéteres, sueros, y organizar la producción y distribución de tests de detección temprana para su distribución gratuita, ya que ésta ha sido la forma más exitosa de contener el virus, como sucedió en Corea del Sur y en Singapur.
Éstas y otras medidas que la concejal Laura Vilches, ha presentado como proyectos en el Concejo Deliberante, son urgentes y necesarias para no terminar en la situación de España e Italia. Debemos priorizar la salud del pueblo trabajador a las ganancias de los capitalistas.
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