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Red Internacional
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Economía. Coronavirus, dólar y petróleo: El oscuro panorama para la economía chilena

Durante esta semana, los mercados mundiales han sufrido una serie de vaivenes que amenazan con un año negro para la economía nacional. El gobierno se ha esforzado por calmar los mercados pero la incertidumbre por el petróleo y los efectos del COVID-19 siguen marcando la agenda.

Antonio Paez

Antonio Paez Dirigente Sindicato Starbucks Coffe Chile

Miércoles 11 de marzo de 2020

Este día lunes fue un verdadero “lunes negro” para la economía mundial. Los mercados, golpeados por la guerra de precios entre Rusia y la OPEP por el valor de los barriles de petróleo, han sumado una gran incertidumbre a los mercados, que ya venían golpeados por los efectos colaterales de los intentos de los países por contener la extensión del COVID-19.

En Chile, el Banco Central junto al ministro de Hacienda, Ignacio Briones, declararon que las autoridades del país se encontraban monitoreando la situación internacional, y aun cuando los distintos escenarios se podían observar como complejos, el país se encontraba dotado de las herramientas que le permitirían sortear, no sin dificultades, la tormenta.

Briones hizo un llamado a “mantener la calma” frente a la histórica devaluación que sufrió el peso chileno frente al dólar, que llegó hasta el máximo histórico de 842,10 pesos. Refiriéndose a posibles escenarios recesivos, señaló que el presupuesto anual trae consigo una política expansiva del 8,5% lo que le permitiría al gobierno tener un mayor margen de maniobra.

Por otro lado, el Banco Central puso énfasis en el contexto social que vive el país. En una declaración señaló que la compleja situación económica internacional, además se combina con los efectos del estallido social que se vive en el país.

Aun así el gran empresariado viene tomando nota de lo que podría configurarse como una situación explosiva entre una economía mundial en escenario de recesión, con inestabilidad política y social, lo que podría transformarse en un polvorín para la lucha de clases en Chile y el mundo.

Hasta ahora las diversas recetas que vienen ensayando o presentando como posibles soluciones ya han sido probadas y sus resultados de alcance muy limitado o que buscan hacer caer las crisis sobre los trabajadores y los sectores empobrecidos.

La revuelta que vive el país ha abierto la posibilidad de comenzar a pensar en concreto un modelo social alternativo al capitalismo neoliberal, pero así como las mujeres han puesto sobre la mesa que el patriarcado hay que tirarlo, no bastará con la sola crisis para que el capitalismo se termine, debemos tirarlo con la fuerza de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.