SEÑALEROS. Coronavirus: patronal, gobierno y sindicato vs. la salud de los trabajadores del Tren Roca

Muchos países del mundo están siendo afectados por la pandemia del coronavirus y en Argentina se transformó en un tema que preocupa a la mayoría, y en estos días caemos en la cuenta que es tema muy serio. Ayer por la noche el presidente Alberto Fernández anunció por decreto la cuarentena y esa medida involucra a la mayoría de los sectores involucrados en la producción, con la excepción de algunos que hacen a las necesidades básicas.

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En el caso de los ferroviarios nucleados en el Tren Roca, tenemos que seguir prestando servicio ya que el ferrocarril es un medio de transporte esencial y en este caso de crisis sanitaria, cumple un rol importante para que los trabajadores de la salud, de la industria alimenticia, del petróleo y de comercio lleguen a sus puestos de trabajo. Sin embargo, hay irregularidades que queremos exponer respecto a la situación que atravesamos con las malas condiciones laborales y las medidas que toma el gobierno en el marco de esta pandemia. Desde la agrupación Naranja Señaleros vemos y creemos que es imprescindible el rol que juega el servicio y que sería un error detener la marcha de los trenes. Pero ¿bajo qué condiciones vamos a hacerlo? ¿quién asegura nuestra integridad y la de nuestras familias?

Desde el comienzo de esta crisis notamos irregularidades respecto a la provisión por parte de la empresa de los insumos para el cuidado básico que recomiendan los profesionales de la salud. El sindicato, ASFA, y sus delegados tardaron días en proveernos de alcohol el gel y, en muchas cabinas, no llegó aún. No solo eso, si no que en varios lugares los compañeros están sin agua, sin lavandina y hasta sin un simple jabón. La respuesta de los delegados, que hace rato parece están de cuarentena, fue que los mismos señaleros teníamos que mandar una nota avisando y reclamando los faltantes. Desde la Naranja Señalera repudiamos el accionar cómplice del sindicato que actúa en conjunto con la empresa y con el gobierno exponiendo a los trabajadores y a sus familias. La mayoría de nosotros convivimos con familiares que están dentro de los grupos de factor de riesgo. La mayoría tenemos hijos pequeños y muchos también están por tener familia.

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No sólo los señaleros sufrimos esta desidia. Las y los compañeros boleteros, de evasión, de limpieza afiliados a la Unión Ferroviaria al igual q los compañeros maquinistas, estamos obligados a trabajar bajo estas condiciones deplorables. Y ni hablar de los precarizados que responden a las empresas tercerizadas. Creemos que el gobierno debería tomar medidas para el pueblo y no para mantener las ganancias capitalistas. Hasta ahora se han pagado al Fondo Monetario Internacional 5.100 millones de pesos en forma de pago de deuda.

Los señaleros agrupados en la Naranja, decimos que esa deuda es ilegal e ilegítima y que debe ser investigada. Que ese dinero sea destinado a la salud publica, que se garanticen los test de detección del covid-19, que esa plata vaya para preparar el escenario que se debemos afrontar de acuerdo a las estimaciones de los analistas. Que se destine a camas para los hospitales, respiradores mecánicos, test y lo que haga falta.

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Asimismo, opinamos que los diputados deberían donar parte de sus dietas, para garantizar el sustento económico a los trabajadores precarios, que están en negro, o que son monotributistas. A los comerciantes y vendedores ambulantes que no van a ganar un peso y van a ser los primeros afectados en esta crisis. Creemos que todo lo que se produzca tiene que ser en función de solucionar este problema y que no sea para alimentar la sed de lucro de las empresas capitalistas.

Creemos que la única manera de garantizar esto es que la clase trabajadora se ponga a la cabeza. Ya que si no la cuarentena va a seguir siendo de clase, y los únicos beneficiados en este asunto van a ser los ricos y los gobiernos de turno que los acompañan.

La única manera es que la clase obrera se organice en cada lugar de trabajo y saque esta asunto adelante

En el ferrocarril podemos jugar un rol fundamental. Podemos armar vagones sanitarios para garantizar la llegada de insumos, de los profesionales de la salud, de materiales para armar nuevos hospitales, etc., a donde sea necesario. Asimismo, tenemos que armar una Comisión de Seguridad e Higiene independiente de la empresa y del sindicato. Que sea exclusivamente organizada por trabajadores y profesionales capacitados para atender nuestras necesidades, con seguimientos, desinfecciones y otras cuestiones que atañen a mejorar las condiciones laborales.

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La fábrica Zanon en Neuquén es un ejemplo. Hace casi 20 años se encuentra bajo gestión de los trabajadores y hoy en día, sus obreros colaboran con la comunidad, con un cuerpo de Seguridad e Higiene que da charlas preventivas en su misma fábrica al igual que en varias ceramistas de la zona. Al igual que las compañeras textiles de la Cooperativa Traful Newen que comenzaron a fabricar barbijos y ponen su producción a disposición del sistema de salud neuquino. O el caso de la cooperativa Farmacoop que surgió tras la quiebra del exlaboratorio Roux Ocefa, y hoy en día sus trabajadores van a fabricar alcohol en gel para enfrentar al corona virus. O como los trabajadores del Astillero Río Santiago que anunciaron que ponen sus instalaciones al servicio del pueblo con la propuesta de construcción de camillas , camas, y mesas. Además tienen un laboratorio con capacidad para producir 100 litros de alcohol en gel por día.

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La clase obrera tiene que llegar a la reflexión, que a las clases dominantes, les importa poco y nada nuestras vidas y la de nuestras familias. De esta se sale con la clase obrera a la cabeza y organizada, para garantizar nuestros intereses.

Son ellos o nosotros.