Como una hemorragia a nivel global se cataloga el impacto en la economía la pandemia del COVID-19. Esta vez, Chile, país dependiente de sus exportaciones de cobre, nuevamente es golpeado.
Sábado 29 de febrero de 2020
La hemorragia económica
En un artículo que escribimos desde La Izquierda Diario Chile ya nos referíamos a la situación en donde diversos analistas y economistas activaron las balizas y alarmas frente a una disminución de los ingresos monetarios por las exportaciones de cobre por parte de Chile, ya que después de todo se trata del principal socio comercial y mayor comprador de commodities del metal rojo. Sin embargo, nuevamente nos vemos convocados a informar sobre estos hechos.
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Y es que diversos índices económicos fundamentan lo que ha sido catalogado como una hemorragia de los mercados con cifras a escala mundial, que en Chile podemos ver patentemente con el retroceso del Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA) durante este viernes en un 3,3% este viernes, alcanzando 4.122,63 puntos.
Los resultados no dejan de sorprender, ya que en Chile números como esos no se veían desde el 28 de diciembre de 2016, cuando el IPSA terminó la jornada en los 4.098,22. Pero esto no es todo, debido a que con el retroceso del día viernes se llega a una cifra de un 9% en lo que va de la semana, y a un 9,8% en lo que va del mes de febrero. Mientras que ha retrocedido un 11,7% en lo que va del 2020.
Para graficar la situación ponemos a continuación el detalle de las pérdidas en las acciones de grupos económicos de peso en Chile, entre los cuales detrás también está el grupo Luksic, por ejemplo: Aes Gener (-15,40%), Itaú (-7,66%), Entel (-6,93%), Banco de Chile (-6,47%) y CCU (-6,27%).
¿Buscarán suplir estos números rojos con medidas como reducción de personal, despidos arbitrarios, por “necesidades de la empresa”, disminuyendo los salarios, o entre otras medidas que perjudiquen a las familias trabajadoras a costa de mantener gordos sus bolsillos? Desde ya la lectora o lector se podrá hacer una idea de esta situación.
La dependencia del cobre
A este punto debemos dejar algo en claro y que no podemos perder de vista. Chile es un país que obtiene sus mayores ingresos por toda la industria que existe alrededor de la minería, sobre todo del Cobre. Es bajo ese argumento que analistas, economistas y empresarios siempre alertan a la gente para que no se movilicen, para que no paralicen y todo se mantenga igual, responsabilizando incluso al “estallido social” o a las y los jóvenes secundarios que han salido valientemente a las calles. Pero lo que debe quedar marcado en nuestras memorias es que de abrirse una situación económica desfavorable para el pueblo los responsables serán aquellos que mantuvieron el cobre privatizado, en manos de trasnacionales que saquean todos nuestros recursos a un precio ínfimo. Ellos son los únicos responsables: Los empresarios y todos sus políticos que inventan leyes para favorecerlos, mientras nuestras familias se enferman de silicosis por el trabajo en las minas.
La situación exige una respuesta
La respuesta debe ser tajante. Ni un peso más para los privados y los empresarios que saquean al país, sobretodo cuando se habla de una hemorragia de los mercados a escala global. El cobre, el litio y nuestros recursos naturales deben estar puesto para financiar y garantizar gratuitamente derechos básicos como la educación, la salud, la vivienda, pensiones, sueldos superiores a los $550 mil -ya que con menos no se puede vivir en este país-. Los poderosos dirán que es imposible y que la situación es compleja, pero esos argumentos no son más que excusas baratas para proteger sus cuellos y sus bolsillos.
Sin embargo, tenemos una gran tarea por delante para poner los recursos naturales al servicio del pueblo pobre y trabajador: la de imponer una Asamblea Constituyente verdaderamente libre y soberana. Ese es el camino a seguir, imponiéndola a través de una paralización de los sectores estratégicos de la economía por todo el país, uniendo en la primera línea a esa poderosa clase trabajadora junto a esa valiente juventud que hizo a Chile despertar.
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