Chihuahua. “Corral hizo un gobierno honesto”: AMLO

La reciente visita del mandatario presidencial, Andrés Manuel López Obrador, al estado de Chihuahua respondió al compromiso de inaugurar un nuevo cuartel de la Guardia Nacional (GN), en el municipio de Villa Ahumada. En ese acto el mandatario presidencial calificó a la administración del panista Javier Corral Jurado como la de un “gobierno honesto”.

La instalación del nuevo cuartel militar de la GN en el municipio de Villa Ahumada, Chihuahua, se debe a que el lugar representa uno de los principales territorios marcados por la violencia en el estado, en gran medida, por su importante ubicación geográfica en el traslado y trasiego de enervantes hacia los EE.UU., al igual que como última estación de migrantes, previo a la llegada a la frontera.

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Detrás de la inauguración del nuevo cuartel en Villa Ahumada está la ratificación de que la GN dependerá de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), es decir, un paso hacia adelante en la militarización del país exigida desde la Casa Blanca, en Washington.

Aunque la visita presidencial sirvió para atender otros asuntos, como el tema fiscal relacionado con el déficit económico de la administración saliente, la intentona por resarcir las cosas al interior del Morena Chihuahua después de la derrota electoral en el estado, por vía de la reinstalación de Juan Carlos Loera de la Rosa como delegado de la Secretaría del Bienestar en Chihuahua, trascendió la inauguración del nuevo cuartel militar.

Sin la presencia de ciudadanos durante la ceremonia de inauguración del cuartel, el oficialismo nacional prefirió arroparse de figuras como la del gobernador Javier Corral Jurado, el munícipe de Villa Ahumada, Iván Rodelo Espejo, así como integrantes de su gabinete de Seguridad, como Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional y el almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina.

La visita de AMLO estuvo marcada por algunas manifestaciones, desde donde le gritaron consignas como “la Guardia Nacional es dictatorial”; “Fuera Corral, fuera Corral”; “No a la militarización”; “Pedimos justicia”. No obstante, aunque el mandatario las ignoró en su mayoría, en los casos conocidos y de grupos cercanos a la 4T, recurrió a ellas para alentarlas, prometiéndoles su atención como pronta resolución.

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“Si no resolvemos la inseguridad y violencia, no seremos reconocidos como buenos gobernantes”, expresó el presidente de la república en una de sus declaraciones que son vistas como crónica de un adelantado que fracasó en materia de seguridad.

Los “otros" datos

Por su parte, la Sedena informó que se tienen desplegados 5 mil 234 activos en el estado, más 2 mil 702 efectivos de la GN, divididos en 10 coordinaciones que a su vez se distribuyen en 12 cuarteles: 3 en Juárez, 1 en Chihuahua, 1 en Aldama, 1 en Villa Ahumada, 1 en Ignacio Zaragoza y 1 en Ojinaga bajo la supervisión de la 5/a. Zona Militar. Mientras que 1 más en Cuauhtémoc, 1 en Valle de Zaragoza, 1 en Jiménez y 1 en Camargo, a cargo de la 42/a. Zona Militar con sede en Hidalgo del Parral.

El compromiso de consolidar a la GN no solo en estado de Chihuahua, sino a escala nacional, se mostró con el anuncio de aumentar de 100 mil a 145 mil efectivos en todo el país, mismos que pasaran a integrarse plenamente en las actividades de la Sedena; de ahí, el aumento autorizado para la GN de 50 mil millones de pesos.

La Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE), a su vez, dio a conocer que la fuerza policial en el estado, equivale a 7 mil 167 efectivos (969 estatales y el resto municipales), de igual manera, informó que, en lo que va del año en curso, se perpetraron 150 homicidios de mujeres en la entidad; 90 fueron en Ciudad Juárez, de los cuales la Fiscalía Especializada en Investigar la violencia contra las mujeres (FEM), solamente catalogó 14 casos como feminicidios.

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En el caso de homicidios dolosos, Chihuahua tiene una tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes de 150.78, frente a una media nacional de 63.81, así como el alza en los indicadores de violación y feminicidios, entre otros delitos, ubicando al estado en el 3er lugar en homicidios dolosos a escala nacional.

Según López Obrador, expuso que la violencia en México surgió de la corrupción y la desigualdad. Sin embargo, sobre la desigualdad “el segundo problema en el país” refirió que a su vez, éste es producto de la corrupción, reiterándole como la causa principal de la desigualdad económica y social.

En otras palabras, el mandatario presidencial dejó de lado, sea por olvido o por querer negar, que la desigualdad económica y, por ende, social, es una condición sin la cual el sistema capitalista no funcionaría; pretende negar que la explotación y desigualdad económica son el eje central de la economía capitalista.

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La pobreza y la marginación que se vive en el país es resultado de las políticas neoliberales de las décadas pasadas, que como insiste el mandatario actual, dejaron los partidos del PAN, PRI y el PRD, dando un contexto nacional de violencia y precarización que, como también agrega el presidente, se vieron agudizados con la guerra contra el narco, en 2016 como respuesta militar, y que a la fecha el gobierno de la 4T les ha permitido continuidad y/o apoyo.

Como bien explica Pablo Oprinari, en su reciente artículo “El paradigma de seguridad pública de AMLO y la militarización del país”, más allá de las retóricas y algunas medidas como los planes sociales de la 4T, la situación estructural que viven las grandes mayorías en México no termina de resolverse.

Ante la militarización debemos luchar porque se asigne mayor presupuesto a la educación y salud y no a las Fuerzas Armadas, adoptándose un enfoque que trate el problema como una cuestión de salud pública y no de seguridad, legalizando las drogas para quitarles el poder al narcotráfico, así como expropiarse las grandes fortunas de los capos del narco, poniéndolas al servicio de las necesidades mencionadas.

Finamente, debemos retomar la demanda de que los militares regresen a sus cuarteles, construyendo un gran movimiento contra la militarización del país, exigiendo la disolución de la GN, así como juicio y castigo a los responsables de las desapariciones, asesinatos y demás violaciones a los derechos humanos.