Los seiscientos obreros que producen los hilados derivados del algodón; con asambleas exigen un aumento salarial del 40 % y adicionales por trabajar los fines de semana.
Jueves 30 de junio de 2016
El 31 de mayo pasado venció el último acuerdo paritario salarial en la empresa Tipoiti. En las reuniones que han tenido, no llegaron a ningún acuerdo. Por ello, trabajadores y trabajadoras han iniciado un plan de lucha. En la tarde de ayer realizaron una concentración en las inmediaciones de la fábrica, sobre Avenida Armenia.
La empresa propone un 30 % de aumento anual. Según la gacetilla difundida desde la Comisión Interna “el reclamo aprobado en asambleas generales realizadas en todos los turnos es de un 40 % de aumento a la hora básica; 1,2 % por cada año de antigüedad (lo mismo que la empresa paga en la desmotadora de Pinedo, Chaco), 100 % adicional por cada hora trabajada en sábado y domingo; monto fijo para el premio a la productividad, que se actualice proporcionalmente a la hora básica”.
Y denuncian que “la inflación día a día se come nuestro sueldo. Mientras los salarios suben por escalera, los precios de alimentos y medicamentos suben por ascensor. A eso se suma los tarifazos de luz, agua, gas y nafta. Según los cálculos de los trabajadores del Indec, en la región NEA (al mes de mayo) ningún trabajador puede ganar menos de $ 16.979 (de bolsillo) por mes. Eso es lo que necesita hoy un trabajador para vivir dignamente, pero nosotros estamos muy lejos. Varias estimaciones (entre ellas el IPC de Capital Federal y San Luis) dicen que la inflación de este año va a superar ampliamente el 40 %. Ante esta situación, en varios gremios del país lucharon y consiguieron aumentos importantes, como aceiteros, colectiveros, bancarios, camioneros, etc”.
Por su parte los trabajadores informan en su comunicado de prensa que “TIPOITI dice en su página de internet que ‘es la hilandería de algodón más grande del país. Abastece al mercado argentino y exporta constantemente a Brasil, España e Inglaterra. Tiene una capacidad de producción de aproximadamente 2.000 toneladas de hilado mensuales’. Sus exportaciones se vieron favorecidas por la devaluación. Es decir, que siguen teniendo grandes ganancias. Además, el año pasado salió en los medios, que están construyendo otra planta en la localidad de Margarita Belén, Chaco.
Ahora la empresa dice que tiene problemas de ventas por las importaciones, pero no quiere entregar el balance social, establecido obligatoriamente por los artículos 25 y 26 de la ley 25.877.
Necesitamos contar con esta información para que exista una negociación de buena fe, teniendo los números reales sobre la mesa. Luchamos por un salario digno, y no queremos pagar el ajuste”.