El día 12 de abril del 2014 se registró un incendio forestal en la comuna de Valparaíso, que conforme a los datos proporcionados por la dirección regional de la ONEMI, consumió un total de 965,2 hectáreas, de las cuales 28,8 correspondían a superficies ocupadas por viviendas. Hasta el día de hoy, aun no existen soluciones efectivas para los miles de pobladores afectados de diferentes cerros de la región.
Daniela Fuentes Valparaíso
Miércoles 29 de julio de 2015
Este incendio se conoce como el más grande ocurrido en la región y dejó a miles de personas sin vivienda. Desde el primer momento diversas organizaciones políticas, sociales y culturales, en conjunto con pobladores y afectados de los diferentes sectores, se organizaron para proporcionar la ayuda necesaria y así reconstruir Valparaíso. Un país entero conmocionado con la catástrofe, que no dejó de tener contradicciones, como lo fue la casi nula respuesta por parte del Estado para enfrentar la situación, sin asumir su responsabilidad y delegándola en los miles de voluntarios y empresas de retail, sin hacerse cargo de las condiciones estructurales profundamente desiguales y polarizadas que reproduce y de una casta política inoperante en relación a cualquier acción o medida para sobrellevar la catástrofe.
Como siempre, el más castigado y afectado por los desastres naturales termina siendo el pueblo trabajador, ya que en sus barrios las condiciones básicas para vivir son paupérrimas, están constantemente envueltos en condiciones de vida muy precarias, donde en muchas ocasiones no tienen acceso a elementos básicos de subsistencia como lo es el agua, la que simplemente no llega a los sectores más altos y vulnerables de Valparaíso. Sumamos a esto la cantidad de basurales existentes cerca de estos mismos lugares, que hacen que los pobladores del sector crezcan día a día en condiciones de estrés y de agobio frente a dichas situaciones.
Ante esto, la respuesta del alcalde de Valparaíso fue nula, más de alguno debe recordar por televisión cuando Jorge Castro se dirigió hacia un poblador del Cerro El Vergel Alto que le reclamaba por la inoperancia del municipio frente a las pésimas condiciones en que se encontraban, a lo que el alcalde le respondió ¿Te invité yo a vivir aquí? Sin duda esta pregunta desató la rabia y la ira , entre los pobladores y los llevó a organizarse, sin confianza en el gobierno ni en el municipio, pero a su vez siempre exigiendo por el derecho fundamental a recibir viviendas dignas para todos y emplazar a que el estado se haga cargo de esta situación.
Corrupción y negligencia siguen siendo la tónica
El alza de construcciones de loft y edificios en los cerros de Valparaíso tiene molestos a una gran parte de sus habitantes y vecinos de los cerros Barón, Vergel, Las Cañas, Mariposas, La Cruz, entre otros y esto debido a que en muchas ocasiones han señalado que las inmobiliarias se quieren tomar los cerros para construir sus edificios y así permitir la gentrificación.
¿Qué hay detrás de la gentrificación?
La gentrificación es un proceso de transformación urbana, donde la población original de un sector o barrio deteriorado, es desplazado por otro de mayor nivel adquisitivo. Los vecinos de los cerros reclaman que esto está ocurriendo con sus barrios, y así se permite que las empresas inmobiliarias engorden sus bolsillos, en manos de la dignidad de cientos de pobladores y trabajadores. Es por esto que advierten que en menos de un año hubo cinco incendios en un mismo sector, lo que no es casual, puesto que hay un proyecto inmobiliario detrás.
¿Desplazamiento de los barrios obreros y populares?
El que ocurra gentrificación significa que se está desplazando conscientemente los sectores obreros y populares, y con un propósito fijo, crear edificios y generar mayor ganancias para las empresas inmobiliarias.
A más de un año del incendio las movilizaciones continúan, recién la semana pasada, un grupo de vecinos afectados por el incendio protestó en las afueras de la intendencia, exigiendo al Serviu celeridad en la tramitación de subsidios, ya que estos estarían recién para el 31 de diciembre, y actualmente más de 2000 familias se encuentran en la calle sin tener una solución por parte del gobierno. Añaden incluso, que existen carpetas que están “durmiendo en el Serviu” ya que todavía no entran en tramitación algunos subsidios, por lo que incluso hay vecinos que se les demoraría mucho más.
A partir del miércoles pasado, dirigentes vecinales de los afectados por el incendio realizan una huelga de hambre seca para exigir una verdadera solución por parte del gobierno.
Los gobiernos tanto de la Derecha, la Concertación o la Nueva Mayoría, han condenado al pueblo trabajador al abandono y a la precariedad, haciéndoles tener que pasar por condiciones deplorables, inclusive donde ponen en riesgo su salud y no solo eso, sino que buscan desplazarlos a cambio de sus intereses. Es tarea de todos contribuir en visibilizar estas situaciones y en generar completa solidaridad y organización activa para con los vecinos de los cerros afectados.