El Tribunal internacional, parte de la ONU, ordenó de forma unánime que el Estado de Israel "permita el acceso sin obstáculos de la ayuda alimentaria a Gaza". El fallo, que técnicamente es vinculante, es emitido después de que el gobierno de Netanyahu afirmara que no está bloqueando las entregas de ayuda para la Franja de Gaza. Israel continúa su genocidio, ahora con el arma de la hambruna, a la población palestina.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Viernes 29 de marzo 01:58
El mismo tribunal (Corte Interamericana de Justicia -CIJ-) había emitido un fallo en enero, a propósito de la acusación de Sudáfrica de que Israel está cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza, donde afirmaba que esa acusación demostraba el carácter plausible del "riesgo" de actos genocidas, a la vez que ya denunciaba "la crisis humanitaria en Gaza". Ambos fallos se suponen vinculantes, pero en la práctica Israel puede no acatarlos.
Los jueces, unánimemente, dijeron que los palestinos en Gaza se enfrentan a condiciones de vida cada vez peores y que el hambre y la inanición se estaban extendiendo: "el tribunal observa que los palestinos en Gaza ya no sólo enfrentan el riesgo de hambruna, sino que esa hambruna está comenzando".
La CIJ también ordena a Israel que garantice “que sus militares no cometan actos que constituyan una violación de cualquiera de los derechos de los palestinos en Gaza como grupo protegido bajo la convención para la prevención y el castigo del delito de genocidio, incluso por impedir, mediante cualquier acción, la entrega de la asistencia humanitaria que se necesita con urgencia”
Este fallo está en línea con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que el lunes 25 de marzo votó a favor de un "alto al fuego inmediato" durante el mes sagrado musulmán, el Ramadán, junto con pedir la liberación de los rehenes retenidos en Gaza.
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El voto afirmativo del Consejo de Seguridad salió debido a que por primera vez Estados Unidos no usó su derecho a veto, aunque se abstuvo. Después de que durante los casi cinco meses de iniciado el ataque a la Franja por parte de Israel (que al poco tiempo ya se convirtió en un verdadero genocidio), y que el imperialismo estadounidense vetara tres intentos de una declaración de "alto al fuego", el cambio del Gobierno de Biden tiene que ver por un lado con el movimiento -sobre todo juvenil- en Estados Unidos que surgió a favor de Palestina, contra el genocidio. Un movimiento que viene denunciando en las calles el apoyo irrestricto hacia Israel, tanto que llaman "genocida Joe" a Biden. Lo que implica una crisis para el Partido Demócrata en un año electoral. Por otro lado la guerra de Ucrania, que a pesar de toda la ayuda militar de la OTAN -dirigida sobre todo por Estados Unidos-, comienza a dejar cada día más clara las muy pocas probabilidades de un avance significativo de los ucranianos sobre Rusia, deja a Biden con muchas dificultades para demostrar un liderazgo acorde con un conflicto de este tipo. La carrera armamentística de los principales países imperialistas europeos, habla también de esa crisis de hegemonía estadounidense. Todo esto en medio de la competencia estratégica con China, que fortaleció sus lazos con Rusia para crear un bloque "antioccidental".
El estancamiento en el crecimiento de la economía mundial está en el origen de todas estas crisis
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Esas son las principales razones que explican el cambio de la "diplomacia" de Estados Unidos, frente a un Israel que con el genocidio al pueblo gazatí y su creciente aislamiento internacional (para lo cual las enormes movilizaciones europeas y de EE.UU. aportan muchísimo), se está convirtiendo en disfuncional a sus intereses.
Este fallo de la CIJ -que no deja por eso de ser una institución imperial-, también tiene su origen en aquellas razones. Pero a la vez representa otro golpe para Netanyahu y su coalición ultraderechista.