Se trata de la comunidad educativa del Superior Roque Saenz Peña. Denuncian que hay peligro de derrumbe en algunas aulas sumado a otros problemas graves de infraestructura.
Viernes 31 de marzo de 2023 10:24
Un centenar de personas se reunieron el pasado martes 28 en el colegio Superior Roque Saenz Peña de la ciudad de Cosquín para dar un abrazo simbólico a la institución y reclamar por mejoras edilicias.
La comunidad educativa de esa ciudad serrana viene hace algunos años peleando por mejorar estas condiciones de cursado para sus alumnos en un acto de desidia Estatal.
Bajo el lema "En este 83 aniversario del Liceo, sumate al abrazo", se dieron cita desde las 18hs, alumnos/as, padres y madres, docentes y ex alumnos/as del establecimiento ubicado en la calle San Martín al 394, en un reclamo que duró alrededor de dos horas.
La situación de abandono por parte del Estado en el colegio popularmente conocido como "El Liceo" es aberrante. Los laboratorios y los cursos están clausurados por peligro de derrumbe: "ya van a ser dos promociones que se egresan sin poder utilizar los laboratorios, en el colegio tenemos especialidad en ciencias sociales y ciencias naturales y los de la mañana no pueden utilizar los laboratorios y vemos un problema de que ellos no pueden ejercer la especialidad que eligieron", nos comenta Ailin, alumna de sexto año que se acercó a la acción.
"El edificio en general ya tiene un montón de problemas, en el aula donde estamos nosotros el piso está todo roto. El año pasado se cayeron unos pedazos de vidrio de unas ventanas y tuvieron que sacar a los chicos del curso, en una de las preceptorías hay una grieta enorme que vienen de los laboratorios, hay aulas clausuradas por grietas, puertas de los baños que tenemos estan atados con alambre"
Nos cuenta Virginia, que también es alumna del “Liceo” y agrega “nos dijeron el año pasado que nos iban a mandar a contenedores si las aulas se caen”.
¿Qué respuesta les han dado las autoridades?
A: Nos dijeron que no es responsabilidad de ellos, que tiene que ver más que nada con el Estado, que no enviaron la plata ni la gente que trabajaba, después vino una persona encargada de infraestructura de Córdoba, pero vienen sacan fotos, se van y no vuelven durante meses y cuando vienen te prometen una fecha de arranque de obra.
V: En junio del año pasado nos dijeron que en un mes empezaban y pasaron los meses y nada, a principios de noviembre vinieron de nuevo y dicen que cuando no haya estudiantes iban a arreglar las aulas con peligro de derrumbe.
La persona a cargo de la infraestructura, en una reunión que hubo y que participe nos dijo que en vacaciones iban a arreglar para que no hubiera ningún estudiante por el peligro de derrumbe. Nos lo juró en la cara.
En 2016 el colegio entró en un plan que se llama “Plan Aurora”, ese plan hoy en día no existe, donde se nos había prometido que se iban a hacer dos aulas, un baño y una preceptoría, recién el año pasado arrancaron a hacer los cimientos, los dejaron hechos y recién ahora levantaron las paredes y pusieron un techo de chapa con un aislante.
Yo no creo que esas sean condiciones donde poder estudiar, son aulas muy chicas donde no vamos a entrar los estudiantes que deberían entrar. No se sabe cuándo van a arrancar las obras.
¿Sienten el apoyo de los directivos del establecimiento?
A: Los directivos se ponen en una situación de confrontarnos constantemente cuando nosotros queremos tener un diálogo en paz. El año pasado intentaron dejar libre a la presidenta del centro de estudiantes a diez días que finalicen las clases.
El 24 de marzo pensamos que estaría bueno hacer una reflexión porque hicimos un cartel entre padres y estudiantes que decía: “nunca más silenciar la escuela pública”, cartel que también lo usaron los docentes en la carpa blanca de Bialet Masse y a ese cartel lo bajaron.
V: También hicimos una nota a modo de reflexión para poder leer el día del acto, esta compañera había hecho su reflexión, le habían dicho que podía hablar y al final no la dejaron hablar porque le dijeron que “no fue algo que habían escrito los directivos” y ni siquiera se molestaron en leer lo que había escrito la compañera. Pero al final lo terminamos leyendo.
Para armar el centro de estudiantes nos meten un montón de trabas burocráticas. La directora no está nunca, y tiene maltratos hacia el personal docente, tampoco no apoya mucho nuestra lucha.
Recién pasaron los directivos y se mantuvieron totalmente indiferentes, cuando los padres quieren hacer reuniones también se lo niegan.
El “Cordobesismo” maleduca
El desfinanciamiento en la educación pública ya muestra sus límites en toda la provincia: Hace unas semanas, alumnas de la Escuela Normal Superior Arturo Capdevila de La Falda hicieron un reclamo en las puertas del establecimiento por falta de agua y por optimas condiciones de cursado cuando se estaba transitando la ola de calor que afectó a todo el país, sumado a eso se dio a conocer el día martes de esta semana un video donde estudiantes de un establecimiento de la ciudad de Córdoba se cayeron a la cámara séptica del mismo, quedando bañados literalmente de líquidos cloacales. También vale recordar el reclamo histórico que tiene la comunidad educativa del colegio Carande Carro de Carlos Paz en la cual el gobierno todavía les adeuda las condiciones edilicias adecuadas a los alumnos de esa institución. Y los reclamos van en aumento.
Pero no se puede desligar las condiciones estructurales de los mismos con los reclamos de las y los docentes que hace más de un mes se levantaron en contra de Schiaretti, el Ministro de Educación Grahovac y la conducción oficialista de UEPC, todos cómplices de las condiciones de infraestructura de los colegios de la provincia.
Mientras el Gobernador está en campaña electoral y gasta miles de millones de pesos en publicidad, las y los docentes están dando una pelea ejemplar en toda la provincia, no solo por mejoras en salario y el reconocimiento de jubilaciones dignas, entre otras cosas. También están defendiendo la educación pública de manera integral, es decir, para que haya condiciones dignas de cursado. Apoyar la lucha de las y los docentes, es también una forma de denunciar el desfinanciamiento en la educación y la degradación estructural de los establecimientos educativos.