Las sucursales de Ramos Mejía y Virrey del Pino siguen abiertas pese a que trabajadores fueron confirmados con coronavirus. “En lugar de hacernos test a todos y después reabrir, nos dicen que nos hagamos el hisopado por la obra social o como podamos”, denuncian trabajadoras y trabajadores.
Viernes 5 de junio de 2020 12:29
En el día de ayer se confirmaron siete casos de covid-19 en dos sucursales de COTO en La Matanza. Una trabajadora en la sede de Ramos Mejía y seis en la de Virrey del Pino. Pese a esta situación, la empresa se niega a la cuarentena de los trabajadores sin realizar los testeos y continúa en funcionamiento.
Sin embargo, las voces de los esenciales que hacen mover el supermercado denuncian que “en lugar de hacernos test a todos los trabajadores y recién después de eso volver a abrir, nos dicen que ya empezamos y que nosotros debemos cubrirnos el hisopado por la obra social o de la forma que podamos”.
Tal como tiene acostumbrado la cadena del empresario Alfredo Coto, la salud de los trabajadores no vale nada sino que lo único que se priorizan son sus ventas y ganancias. Cualquiera podría decir, “Yo te conozco”. Se saben cuales son las prioridades de los empresarios, por tal motivo no se cumplen los protocolos que obligan catorce días de licencia para los trabajadores que han estado en lugar con infecciones de coronavirus para evitar la propagación entre trabajadores y clientes. Al revés de lo que Alberto Fernández pregonó en la conferencia de prensa de ayer, la irresponsabilidad individual del empresario es la que decide.
Como ya han denunciado en diversas sucursales, y en distintas empresas: los empresarios quieren sacar tajada de la pandemia, para maximizar sus ganancias a costa de la salud de los trabajadores, y en este caso también, de los clientes. La exigencia del cumplimiento de protocolos por parte del gobierno también es una ausencia que habilita los abusos patronales.
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Este accionar de la empresa, es acompañada con la complicidad abierta del Sindicato de Comercio, que en La Matanza es dirigido por el eterno Rubén Ledesma. Un fanático de la lista única que sigue las directivas nacionales de Armando Cavallieri,otro de los eternos atrincherados en los sillones.
Los delegados de las sucursales, actúan como fieles voceros de la empresa justificando la necesidad de funcionamiento mientras no están garantizadas las condiciones de salubridad e higiene, ni los testeos masivos para el conjunto de los trabajadores. De la misma forma amenazan con mantener en silencio a los de menos años porque “no estamos en tiempos para perder el trabajo”.
Tal como se vio en diferentes sucursales en el transcurso de la pandemia, no es la primera vez que la empresa expone a los trabajadores y a clientes. Se está viendo el crecimiento de casos confirmados en supermercados mientras los empresarios solo quieren ganar más y más plata sin importar las consecuencias. El sindicato da la espalda mostrando claramente para el lado que juegan.
Para enfrentar el silencio que quieren imponer las y los trabajadores se están organizando en La Red de Precarizadxs donde son un montón de pibes y pibas que no se queremos callar más y se están poniendo en pie desde abajo, sin buchones, para unir las luchas y voces para organizarse y enfrentar a quienes se llenan los bolsillos a costa de los laburantes. Este sábado se realizarán una nueva asamblea para seguir organizándose.
