El presidente vaticinó la vacunación de 300.000 personas antes de fin de año con la Sputnik-V, que en Rusia empezará a aplicarse este sábado. Entre enero y febrero se vacunaría a menos de un cuarto de la población. Ginés González García dice que no quiere ser “aguafiestas, pero la vacuna no resuelve el problema”.
Jueves 3 de diciembre de 2020 14:56
Este jueves el presidente Alberto Fernández dijo que la Casa Rosada planea vacunar a “300 mil personas antes de fin de año” contra el covid-19, con la vacuna rusa Sputnik-V. Para eso, afirmó que en los próximos días firmará el contrato con el laboratorio que produce esa vacuna, la que en su país de origen comenzará a ser aplicada el próximo sábado.
Con una población nacional estimada en 45 millones de personas, esas 300.000 primeras beneficiarias representan alrededor del 0,7 % del total de habitantes.
En declaraciones a El Destape Fernández dijo que “esta semana” estará firmando el contrato con Rusia. “Vamos a poder vacunar a 300 mil personas antes de fin de año, cinco millones durante enero y cinco más durante febrero. Ese contrato ya está en condiciones de estar firmado. Espero que entre hoy y mañana esté terminado”, sentenció el presidente.
Por su parte el ministro de Salud, Ginés González García, ratificó que la aplicación de la vacuna no será obligatoria aunque podría imponerse en el calendario obligatorio “si la pandemia continúa” en el año 2022. A su vez aclaró ante el diario La Nación que él no quiere “ser aguafiestas, pero la vacuna no resuelve el problema. La vacuna es fundamental para ir resolviéndolo, pero mientras tanto, y aun teniendo la vacuna, debemos mantener las medidas de cuidado”.
Leé también Moscú comenzará a aplicar la vacuna contra el covid-19 Sputnik V este sábado
Leé también Moscú comenzará a aplicar la vacuna contra el covid-19 Sputnik V este sábado
En una extensa entrevista con el conservador diario mitrista, el ministro insistió con algo que remarcó a lo largo de todo el año, buscando deslindar responsabilidades y justifica las políticas oficiales de cuarentena prolongada. “La situación se nos descontroló, pero lo que lo provocó fue el comportamiento social”, dijo González García.
En las declaraciones a El Destape, Alberto Fernández dijo que las primeras personas receptoras de la vacuna serán “los que más riesgo tienen” ante el coronavirus: el personal esencial y las personas mayores. A su vez planteó la posibilidad de un eventual rebrote en el otoño que viene en América Latina. “Es razonable pensar que en el otoño puede llegar una segunda ola de la pandemia a América Latina. Y podemos minimizar sus daños vacunando la mayor cantidad de gente en el verano”, dijo.
Sin embargo, según las propias previsiones oficiales, durante el verano será vacunado menos de un cuarto de la población, que es lo que representan los diez millones de beneficiarios prometidos por Fernández.
Como dato adicional, el ministro de Salud agregó que “las vacunas son obligatorias si están incluidas en el Calendario Nacional, y esta vacuna, como es la primera, nunca se usó y va a tener una autorización transitoria y de emergencia”. Por lo tanto, “no va a ir al calendario de vacunación, con lo cual es absolutamente legal que no sea obligatoria”.
De todos modos, González García sugirió que en 2022, si la pandemia continúa, “muy probablemente la vacuna pueda incorporarse obligatoriamente”. Una posibilidad sujeta a “los resultados que tuvo” la vacunación en su primera instancia.
Leé también Falleció el jefe de Obstetricia del Ramos Mejía en una protesta del personal de salud porteño
Leé también Falleció el jefe de Obstetricia del Ramos Mejía en una protesta del personal de salud porteño
Las declaraciones de Fernández y González García se dieron justamente el Día del Médico y en el marco de un extendido reclamo de las organizaciones de profesionales de la salud por mejoras concretas en el sistema sanitario público, que a lo largo de 2020 demostró estar en un verdadero estado de emergencia.
El mismo Gobierno informó en las últimas horas que, en lo que va de pandemia, unos 60.000 trabajadores y trabajadoras de la salud se contagiaron de coronavirus y al menos unos 360 de ellos y ellas fallecieron.
Todo esto en el marco del fuerte ajuste que planea la Casa Rosada en el próximo período, con un Presupuesto 2021 basado en un profundo “ahorro fiscal” para cumplir con los designios el FMI y los fondos buitre. Y con una crisis social en curso que no deja margen de dudas sobre el difícil futuro que deberán afrontar millones de personas si los planes oficiales se concretan. Ginés no quiere ser “aguafiestas”, pero tampoco su Gobierno da muchas opciones.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario