Edgar Artaud, poeta de la corriente Infrerrealista, profesor e investigador en la UAG (Guerrero) escribe sobre la brecha generacional en la poesía.
Miércoles 7 de enero de 2015
Hace dos o tres días tuve la oportunidad de participar en una lectura México-Argentina de Poemas, 20 poetas de México, 20 de Argentina, coordinado por dos poetas jóvenes (mujeres), de poco mas de 20 años, lo cual agradezco, vía Skype, desde dos sitios fijos, uno en México y otro en Argentina, donde se reunieron los poetas para armar una fiesta y leer por turnos.
Yo pensaba viajar a Mexico DF para estar presente pero por la época y por ser día de trabajo (para mí) se me dio la oportunidad (no solo a mí) de conectarme desde casa y participar, ensayé mi lectura y elegí una máscara, me conectaría minutos antes para hacer una prueba.
La experiencia no fue del todo gratificante debido a problemas técnicos imprevistos, pero alcancé a leer, transmití solo voz, y me sentí feliz. No fue la primera lectura con estos jóvenes poetas y tampoco será la última, la experiencia continuará, y será mejor, sin duda.
En la misma semana anterior leí en Internet un artículo donde se mencionaban algunos nombres de jóvenes poetas latinoamericanos, algunos de ellos con cerca de 20 libros publicados. Esto era impensable en mi época de juventud.
Los poetas de mi generación que continúan publicando los veo a veces cargar maletas con sus libros en viajes de avión. La mayoría publica sólo en papel con registro ISBN, no publica sus Poemas en Internet o casi no, y si es una editorial de prestigio que protege sus derechos de autor, no habrá poemas en la red, solo algunos fragmentos de poemas, habrá que adquirir un ejemplar impreso.
Los jóvenes de ahora publican sus poemas en video (youtube, vimeo, facebook), en audio (soundcloud, radio por Internet, mp3), blogs personales o colectivos, revistas electrónicas (en blogs, issuu, sitios web), ediciones impresas personales o en editoriales independientes.
Los sitios de lectura presencial o virtual se han expandido y son muy diversos, desde la combi de lecturas de ChulaVista (La Bota bar), bares, centros culturales, museos, espacios abiertos, plazas públicas, mercados, roticerías (sí), azoteas, campings, festivales en pueblos, playas, escuelas, monumentos, ferias de libros, librerías, excursiones que duran varios días, sitios donde decenas de poetas se reunen para compartir fiesta y Poesía.
Es común, sobre todo en centros urbanos más o menos grandes, que uno pueda participar en lecturas dos o tres veces cada semana o aún más, incluso en competiciones, slams, encuentros, foros abiertos, lecturas masivas (asistí a una lectura de todo el día en apoyo a un compañero), eventos de protesta, en apoyo a estudiantes, trabajadores, y más.
Vivimos una explosión demográfica, mas de siete mil millones de habitantes ahora, además, un crecimiento casi exponencial en las vías de comunicación e interacción gracias a tecnologías como Internet y el espacio Web.
Si un poeta de mi generación publica un libro, y es una gran satisfacción hacerlo, y alguien de una ciudad o pueblo al norte de Chile se entera y desea leerlo, si ha escuchado del autor, ¿qué opciones tiene? Busca en Internet y si el autor no tiene obra en Internet, entonces podrá escribir a las editoriales o al autor mismo para preguntar ¿cómo puede adquirir un libro?
Si la editorial es independiente se sentirá feliz de poder vender un libro y enviarlo por ejemplo de México a la provincia de Chile, vía correo o mensajería, el costo del libro se incrementa probablemente al doble, y la incertidumbre de recibir el libro, el tiempo transcurrido, estar pendiente del aviso que llega a casa con un mensaje del tipo "vaya a la oficina por un paquete que tenemos para usted, urge", son, más que facilidades, obstáculos para el acceso a la lectura del autor.
Gracias a los buscadores como Google, ahora, lo que hacemos es buscar en Internet, por ejemplo "edgar artaud poemas" y esperamos encontrar instantáneamente poemas y más información del autor.
Incluso es posible comunicarnos e interactuar con los autores si tienen presencia activa en la Web (si están vivos claro ja ja ja aunque se prevé para el futuro que permanecerá en la Web un bot mas o menos inteligente del mismo).
El registro ISBN es un artefacto que ya no es apropiado en nuestros tiempos "modernos", obstaculiza la divulgación de la obra.
Ahora podemos encontrar libros que se venden impresos (tendiendo a convertirse en libros objetos de arte) y al mismo tiempo los encontramos disponibles en la Web en formato electrónico en forma de pago mínimo por el acceso o gratis para leer y/o descargar (gratis) en formatos como PDF, el registro de protección de derechos se amplia al conocido Creative Commons.
Las licencias Creative Commons varían desde el más estricto (y equivalente a la licencia ISBN) hasta el más abierto (reproducción, modificación, reutilización y venta), ahora, incluso en publicaciones científicas existe la tendencia a una apertura global, el derecho al conocimiento como un derecho social imprescindible.
Pero la brecha generacional no está presente en las edades de los autores sino en la apertura y visión generacional. Muchos jóvenes sobre todo los disciplinados estudiantes universitarios que reciben clases de académicos formados cuando no existía el espacio Web y sus fuentes de información eran solo impresas, "si un autor es publicado por una editorial importante y reconocida, entonces es un autor recomendado, digno de tomarse en cuenta", en cambio "si un autor publica en Internet y/o en editoriales independientes y no tiene premios literarios o reconocimiento oficial, es probablemente ignorado".
Estas ideas subyacen generalmente en la Academia y se heredan en los jóvenes estudiantes que aspiran a "formar parte de la élite", una élite muchas veces mafiosa, de grupo, de corrupción, complicidades a veces inconsciente, como me sucedió a mí en mis estudios de posgrado (hasta que uno es reconocido como parte del claustro, por su comportamiento y actitud, entonces es aceptado en la élite).
Pues convivimos hoy, jóvenes cuya visión varía desde las ideas antiguas hasta la nueva visión generacional, así podemos encontrar autores de todas las edades cuya obra solo se puede adquirir en forma impresa, aspirando a formar parte de la élite reconocida, hasta autores de todas las edades cuya obra puede encontrarse impresa y electrónica, de paga y de libre acceso, con una visión de futuro, a la que con el paso del tiempo será predominante.
Finalmente, para aquellos autores que se escandalizan por encontrar autores que publican "basura" o que "publican" borradores, o que escriben directamente en Internet y que después depuran y eligen para conformar su obra, no deberían alarmarse, asistimos al proceso de creación que aparece público.
César Vallejo modificaba sus poemas incluso cuando ya estaban publicados, uno puede y tiene el derecho de modificar sus creaciones mientras esté con vida, no es algo nuevo, es un signo de nuestro tiempo, uno de tantos que las generaciones anteriores, difícilmente entenderían, "todo tiempo pasado fue mejor", no, cada tiempo tiene sus propios símbolos, interpretaciones, usos y costumbres. Este mismo texto que ahora termina podría modificarse naturalmente con el tiempo.
Ver: Algo sobre la brecha generacional, en la Poesía