El próximo jueves vence el plazo dado por la justicia al Grupo Rasic para ver si levanta la quiebra solicitada por ellos o si se mantiene el nuevo consorcio de empresas que desde hace un mes está a cargo de la misma. Mientras tanto, los trabajadores no recuperaron sus puestos y están pasando por una situación económica crítica.
Martes 2 de febrero de 2016 11:25
Si observamos hoy lo que nos quieren transmitir los medios de comunicación, el conflicto de Cresta Roja parecería estar solucionado, pero esto es sólo para la foto PRO. Luego de que la jueza Valeria López Casado cerrara el acuerdo con la firma OvoProt, que junto a Tanacorsa y Grupo Lacau conforman el consorcio que estaría a cargo de la empresa, las expectativas de que todos los trabajadores recuperen sus puestos de trabajo se ve lejana. El consorcio ya lleva un mes en la empresa, y los trabajadores siguen sin recuperar su empleo ni cobrar su salario.
El macrismo, después de reprimir a fin de año, hizo demagogia pero ni los puestos de trabajo ni las mismas condiciones laborales están garantizadas El sindicato continúa dando la espalda al conflicto, y los delegados no tienen un plan de resistencia serio.
Si miramos hacia atrás, hace tan solo dos semanas, el consorcio mandó dos representantes a la última asamblea realizada en Planta 1, donde los representantes se encargaron de transmitirle a los trabajadores que ellos se iban a basar en el acuerdo firmado por la jueza. ¿Qué implica este acuerdo?: reducción del salario en aproximadamente un 30% en los hechos, tampoco la nueva empresa respetaría los años de antigüedad, las quincenas adeudadas, el aguinaldo y las vacaciones, y como si esto fuera poco los trabajadores estarían ingresando a trabajar según el avance en la producción. Los representantes comunicaron que para el mes de febrero tendrían un plantel de tres millones de pollos, que estarían naciendo el mes entrante y estarían listos para ser faenados 45 días después (tiempo habitual de engorde y preparación del pollo para ser faenado ); con esa cantidad de pollos solo asegurarían trabajo para dos semanas. Todavía no se sabe qué planta empezaría a faenar, si la Planta 1 o la 2, ni cuántos trabajadores conformarían el plantel que entraría a trabajar para esta primera producción.
Por otro lado, los rumores acerca de que Milenko Rasic está en carrera nuevamente y con intenciones de levantar la quiebra se hicieron fuertes. Aunque no está confirmado circula el rumor de que, envalentonado porque el macrismo viene beneficiando a las patronales, Rasic tendría intenciones de retomar la actividad y poner a funcionar la fábrica nuevamente, ya que la cantidad de gente que necesitaba despedir ya había renunciado y la reducción al salario ya fue acordada y firmada por la jueza que lleva adelante la quiebra. Seguido de esto, el diario Clarín le hace una entrevista a Rasic donde éste niega todo lo mencionado arriba, aunque asegura que el empresario está gestionando la vuelta a la actividad contando con un viejo amigo de la firma, Andreoli, quien está al mando de la segunda empresa líder en granos y que siempre proveyó a Rasic de alimento. Más allá de las variantes, lo que está claro es que los empresarios hacen cuentas beneficiados con la devaluación y el aumento en los precios de los pollos.
Hoy en día los trabajadores se encuentran atravesados por una situación muy compleja, ya que en el mes de diciembre cobraron un REPRO de $4.000 y un bolsón de comida para poder pasar las fiestas, sumado a que el mes de enero les depositaron un REPRO de $6.000 y la ayuda mínima del sindicato que solamente aporto $1.150, ayuda que no le llegó a todo el personal. La situación es crítica para los trabajadores, ya que vienen arrastrando muchas deudas que se fueron acumulando debido a que Rasic les debe dos meses de sueldos, vacaciones y aguinaldo y esta “ayuda” del gobierno (REPRO) ni siquiera se acerca al costo de la canasta básica familiar, que encima no deja de aumentar producto de la devaluación y los aumentos de precios.
Esta situación desesperante hizo que una importante cantidad de trabajadores se haya desvinculado de la empresa buscando otras vías para subsistir. Claramente se trata de un avance del plan patronal y del gobierno, con una reducción por desgaste de un sector del personal. El cuerpo de delegados en la última asamblea (sin preparación y con escasa participación) realizada en Planta 2 (El Jagüel) volvió a votar esperar hasta el día 2 de febrero; esta es la fecha que había dispuesto la jueza a los Rasic (que ahora pasó al 4/2) para definir si levantan la quiebra y siguen con la empresa, o si definitivamente queda en manos de la empresa OvoProt, que encabeza el consorcio. Los delegados son responsables de este desgaste y de que los planes del consorcio, la jueza y el gobierno sigan avanzando. La actitud de pasividad y aceptación de los planes del juzgado es funcional a ese plan, desarma la lucha y ocasiona que muchos trabajadores abandonen la pelea por causa del hambre. Muestra de esa orientación son los ataques públicos a la izquierda, su rechazo a la Comisión de Mujeres (que aún así continúa peleando para sostener a las familias) y su decisión de no salir a luchar confiando en el macrismo, el gobierno de los CEO que no hace más que atacar a los trabajadores desde su asunción
La única forma que se vislumbra de empezar a revertir esta situación es convocar a una asamblea masiva para resolver un plan de lucha serio para que queden todos los trabajadores adentro y no haya ni un puesto de trabajo menos en Cresta Roja, sin rebaja salarial y manteniendo las condiciones laborales conquistadas previo al conflicto, empezando por hacer un gran fondo de lucha organizado por una comisión de trabajadores votada en asamblea ya que todo indica que el conflicto sigue. Fue un grave error lo que pasó en la asamblea pasada, donde los delegados propusieron y se resolvió "esperar", sin mantenerse organizados y sin impulsar un gran fondo de lucha para poder sostener económicamente a los compañeros. Pese a esta política de los delegados, un grupo de trabajadores se mantuvieron activos e impulsan el fondo de lucha, participaron de la movilización convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia por la libertad de Milagro Sala y contra la criminalización de la protesta social con la Comisión de Mujeres y se están preparando para la próxima asamblea. En lo inmediato, el próximo 4 de febrero, cuando se reuniría la jueza con Rasic, hay que movilizarse masivamente al juzgado para exigir el inmediato pago de salarios, que se garantice que no se pierda un solo puesto de trabajo y que no haya rebaja salarial alguna, y rechazar cualquier variante patronal que implique un ataque a los trabajadores. La lucha de Cresta Roja es un caso testigo en momentos en que el nuevo gobierno nacional viene dando los primeros golpes contra la clase trabajadora mediante tarifazos, devaluación y despidos.