Mi nombre es Luis, soy pasante de enfermería y después de una detención arbitraria tendré antecedentes penales de por vida, básicamente por ser moreno y por la misión suicida de ser voluntario en un hospital de Polanco, el error de salir tarde y haberme cambiado la ropa.

La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Jueves 19 de septiembre de 2019
Desde La Izquierda Diario México, reproducimos la denuncia de una detención arbitraria a un estudiante de enfermería.
Mi declaración:
Mi nombre es Luis, soy pasante de la Licenciatura de Enfermería.
El pasado 25 de abril del 2019 realizaba servicio voluntario en un hospital ubicado en Juan Luis Vives número doscientos Colonia los Morales Polanco, Alcaldía Miguel Hidalgo.
Anoté en la lista de asistencia las catorce horas con treinta minutos (mi horario era de ocho a catorce horas lunes a viernes) me dirigí a los vestidores a cambiarme el uniforme blanco por ropa de civil: pantalón de mezclilla, playera roja, camisa azul marino. No me cambié los zapatos, me quedé con los blancos, pase al baño y salí del hospital a las catorce horas con cuarenta y cinco minutos, posteriormente caminé por la calle Benito Pérez Galdós para dirigirme a la avenida Horacio hacia la estación del Metro Polanco rumbo a mi trabajo.
Compré una Coca-Cola en un 7Eleven cercano y entré a la estación. A las quince horas con quince minutos, antes de llegar al torniquete, me interceptaron dos hombres alegando que me había robado un celular, que estaban buscando un hombre de tez morena y playera azul (repito llevaba camisa), por lo que le piden al policía bancario Glenn Nicanor, que se encontraba en el torniquete que me revisara, ingenuamente cooperé a la revisión de mi maleta y mi persona, donde lógicamente no me encuentran dicho celular, pero los dos sujetos insistieron en que no me dejaran ir.
En medio de la confusión me identifico plenamente mediante mi credencial de voluntario, indicando de dónde venía y a dónde me dirigía. Posteriormente una policía me quita la credencial y estos tipos insisten en que me había robado el celular y que lo habían rastreado por medio del GPS y que se encontraba en los alrededores, después llegaron otros dos hombres, quienes llamaron a la supuesta “víctima” por teléfono para que me reconociera, en este momento me encontraba confundido, pero confiado en que se trataba de un mal entendido ( pensaba, “en cuanto llegue la “víctima” y diga que no fui, me iré a trabajar”).
Acepté esperar, por lo que estuve más de veinte minutos en el torniquete, mientras llegaron más policías y me revisan otras dos ocasiones, incluso pidiéndome que me bajara los pantalones. Al final llegó una mujer, quien dice que le robaron el teléfono, los policías le preguntaron si era yo, a lo que la mujer me señaló como el responsable, por lo que me arrestan y a pesar de no resistirme, recibo agresiones por parte de los policías y uno de los hombres que me detuvieron en un principio, en las escaleras de la estación.
Antes de salir hacia la patrulla, un policía me dice que es la última oportunidad para arreglarnos, a lo cual me negué, ya que continuaba confiado en que se arreglaría la situación, fui remitido al Ministerio Público MH-5 en Alcaldía Miguel Hidalgo, donde llega esta mujer de nombre Viridiana Xóchitl Barranco Gómez acompañada de un supuesto testigo de nombre Jaime Isaí Barranco Castillo (su primo).
Agradezco a quienes compartan mi historia para pedir justicia, que este tipo de detenciones arbitrarias y aleatorias no sigan pasando.
Declarando que el asalto fue en la Avenida Río San Joaquín esquina con Lago San José (en las cercanías esta una agencia de Kia Motors) aproximadamente a las quince horas, Jaime Isaí declaró que rastreó el teléfono mediante el correo ICLOUD (el teléfono supuestamente es un Iphone) hacia el Metro Polanco y que justo en la estación se perdió la señal. Después de su declaración se retiraron y me quede al resguardo del Ministerio Público.
Hasta este momento no me habían devuelto la credencial con la que me identifiqué, por lo que insistí en que me la regresaran, cosa que hicieron de mala gana y a partir de las diecisiete horas estuve a la espera de mi llamada telefónica, la cual se me negaba, argumentando que solo podía ser a teléfono local, con el cual no cuento, para hablarle a mi pareja era necesario llamar a su celular para avisarle donde estaba y para que fuera por mis cosas, al final se realizó la llamada aproximadamente a las diecinueve horas, sin embargo no me permitieron realizarla a mí, llamando el agente del ministerio público, quien no se identificó con mi pareja, además de responder de manera déspota y grosera a los cuestionamientos que ella realizó.
Entré a las galeras a las diecinueve cuarenta y ocho de la tarde del mismo veinticinco de abril y como no pude pagar un abogado me asignaron uno en el Ministerio Público, me entreviste con él a las veinte horas del veintiséis de abril contando mi versión de los hechos, pero no quedó estipulado por escrito, ya que el licenciado me dijo que no me convenía declarar, me sugirió aceptar la responsabilidad para acelerar el proceso, lógicamente me negué (como hasta ahora) regrese a las galeras del Ministerio Público hasta las tres de la madrugada del 27l cuando fui trasladado al Reclusorio Norte a la espera de la primera audiencia, que se realizó aproximadamente a las doce horas.
El juez argumentó que por ser mujer la “víctima” quedaba vinculado a proceso bajo el delito de robo agravado (hipótesis: En contra de transeúnte, entendiéndose por éste a quien se encuentre en la vía pública y con violencia verbal) dando dos meses para la investigación y con medidas cautelares:
A) presentación periódica mensual ante la Unidad de Supervisión y Medidas Cautelares y de Suspensión Condicional del Proceso. B) prohibición de acercarse al domicilio de la víctima Viridiana Xóchitl Barranco Gómez. C) prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima Viridiana Xóchitl Barranco Gómez y testigo de los hechos Jaime Isaí Barranco Castillo, siempre y cuando no afecte el derecho de defensa.
En esos momentos quería hablar, pero el abogado que contrató mi hermano me dijo que no hablara, que iba a salir y tampoco tomó mi declaración. Este hecho era desconocido para mí, ya que pensé todo el tiempo que se trataba de un abogado de oficio.
Salí del Reclusorio Norte a las diecisiete horas del 27, inmediatamente hable con el abogado que contrataron pidiéndole mi expediente, pero me lo negó y comentó que para continuar el proceso iba a cobrar veinticinco mil pesos (con trabajos se juntaron seis mil pesos y le aseguraron a mi hermano que iba a salir sin cargos o eso entendió él) y de entrada tres mil para solicitar los videos de la estación del metro (si es que servían las cámaras) antes de que se perdieran.
No pude conseguir más dinero, por lo que el 29 de abril hice la solicitud de un abogado de oficio y removiendo al abogado anterior, solicitando mí expediente nuevamente, entregándome copias del mismo.
El abogado de oficio me lo asignaron el nueve de mayo, mientras busqué la forma de solicitar los videos por mi cuenta, pero en una asesoría jurídica me dijeron que si yo lograba conseguir algún video podía considerarse una prueba ilícita ya que solo puede solicitarlo el abogado defensor al ministerio público. Las fuentes oficiales mencionan que los videos solo se resguardan seis días y que al momento de la asignación del abogado ya no era posible solicitarlos (otra fuente me dijo que eran tres meses).
En el expediente, se encuentra una solicitud realizada para obtener lo videos de las cámaras que se encuentren en el lugar de los hechos, sin embargo se responde que no hay cámaras en los alrededores, lo que me parece absurdo, ya que la avenida Horacio está repleta de cámaras tanto particulares como públicas (está el palacio de hierro, la embajada de Euskadi, la embajada de Alemania).
Al abogado que me asignaron le entregué la copia del expediente y dijo que iba a solicitar otra copia directamente al Ministerio Público y me regresaría la mía, pero después de ir tres viernes seguidos a solicitar avances de la investigación, me dijo que seguía en curso y que me notificará con una llamada, que no era necesario seguir presentando, que en cuanto le llegara el expediente me regresaría mi copia, tampoco tomó mi declaración, a pesar de que le conté las circunstancias en las que fui detenido, y solo me comentaba que seguía con la investigación, sin recibir explicaciones ni comentarios de lo que se hacía, no me quedo de otra más que confiar en que sí iban a investigar (yo imaginaba que se buscarían posibles testigos en el hospital, las cámaras de la avenida Horacio, del metro, etc) no recibiendo noticia alguna hasta el veintitrés de julio solo para notificar la fecha de la segunda audiencia (que sería el veintiséis de agosto).
El 22 de agosto fui a entrevistarme con el abogado ya que no recibí ninguna llamada y me explicó que optara por el proceso abreviado que consiste en aceptar la responsabilidad, reparación del daño (tres mil quinientos pesos) y libertad condicional de tres años y medio yendo a firmar cada mes en Santa Marta y con antecedentes penales (algo que me afecta bastante posteriormente, ya tengo suficiente con ser moreno).
El 26 de agosto, en la segunda audiencia me negué rotundamente a aceptar la responsabilidad, por lo que se solicitó la suspensión de la audiencia, posponiéndola al 25 de septiembre, ya que el Ministerio Público con las agravantes pide la condena de dieciocho años con la condena media de nueve años tres meses, con lo cual no alcanzaría fianza en caso de ser condenado, a decir del abogado, solo tengo la opción del procedimiento abreviado, por fin me explica la situación y básicamente descubrí que por no tener dinero para pagar al otro abogado, él no tiene pruebas con que defenderme, ni videos, ni testigos, ni siquiera mi declaración o sea que solo con la declaración de Viridiana Xóchitl Barranco Gómez, su primo y supuesto testigo Jaime Isaí Barranco Castillo y el policía Glenn Nicanor (que mintieron cínicamente).
Así como el peritaje de un celular que no me encontraron son pruebas suficientes para pasar nueve años y tres meses en el reclusorio si escojo seguir con el juicio oral, ya que el abogado público me comenta que los jueces encargados de esto son de condena y que es bajo mi responsabilidad solicitar el juicio oral, entonces me pregunto ¿que investigaron en el tiempo que pasó entre las dos audiencias? Que además fueron cuatro meses, no dos como se había estipulado.
Lamentablemente tendré que aceptar el procedimiento abreviado, ya que por no tener el dinero suficiente, no pude juntar las pruebas para algo que a leguas fue "un cuatro".
La leyenda urbana menciona que a los policías que hacen este tipo de detenciones les dan cinco mil pesos por cada persona que arresten, de esa manera las mismas políticas de siempre: detenciones arbitrarias, chivos expiatorios, falsos testigos (si en verdad asaltaron a Viridiana Xóchitl Barranco Gómez ojala den con el verdadero responsable ya que esta señora me arruinó la vida) tendré antecedentes penales de por vida, básicamente por ser moreno y por la misión suicida de ser voluntario en un hospital de Polanco, el error de salir tarde y haberme cambiado la ropa.
Me parece indignante la explicación que se me da sobre los procedimientos como el mío, comentando que existen casos con pruebas suficientes de la inocencia de los acusados que terminan en condena, por lo que en mi caso es prácticamente imposible lograr la absolución.
Me atrevo a publicar esto, ya que después de cinco meses de intentar confiar en la justicia de este país y sobre todo en mi inocencia, me doy cuenta que fue un gran error, lo único que quiero en estos momentos es que mi versión de los hechos se conozca. Me duele quedar ante el ministerio público y ante los juzgados penales como un delincuente al que se le dio la oportunidad de reparar el daño que hizo para conservar su libertad, ya que así lo ha manejado el ministerio conmigo, me frustra no tener más opción que declararme culpable para no terminar en un reclusorio por nueve años y truncar todos los planes que tengo.
Utilizo este medio para que esto no siga pasando, que si en mi caso terminaré perdiendo por el desconocimiento de estos temas, que no quede sin servir de algo a quien pueda pasarle lo mismo. Agradezco a quienes compartan mi historia para pedir justicia, que este tipo de detenciones arbitrarias y aleatorias no sigan pasando.