Crisis histórica del gobierno, desaprobación por las nubes, cambio de gabinete y renuncias. La Consulta Indígena demostró su fracaso.
Viernes 14 de junio de 2019
En medio de un descenso histórico de la aprobación de gobierno, renunció el director de la Unidad Coordinación Asuntos Indígenas (UCAI), Andrés Cortés, alegando motivos personales. Pese a esto, el Gobierno no quiere mostrar su debilidad y buscan reubicarlo dentro del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Y es que, el amplio cuestionamiento hacia la Consulta Indígena por su metodología de participación en donde, por ejemplo, sólo es consultiva en torno a temas como el arriendo de terrenos, así como también, por el amplio despliegue de Carabineros en las instancias, demostrando un ánimo represivo y poco dialogante de este Gobierno, que finalmente llevó a suspender algunas de las consultas, como en Ercilla durante esta semana.
Desde el oficialismo, David Sandoval (UDI) incluso plantea: “La consulta indígena ha sido un fracaso. Como parlamentario tengo vinculaciones con las comunidades y hay un problema serio de comunicación porque nosotros no tuvimos idea alguna de lo que estaba pasando y cuándo iba a ocurrir y pudiéramos haber colaborado”.
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Esto último en el contexto de una cita que mantuvieron 200 dirigentes mapuches con parlamentarios para plantear la eliminación de la consulta indígena. En ese sentido, diputados de la Región de Antofagasta, Marcela Hernando (PRSD) y Esteban Velásquez (FRVS) se reunieron con el Consejo de Pueblos Atacameños proponiendo, igualmente, la suspensión de la consulta. Pero, finalmente, ¿La sola eliminación de esta pésima propuesta del gobierno de derecha soluciona la problemática de los pueblos originarios en el país?
El país se encuentra en un contexto de grandes movilizaciones en el sector educativo (con el paro indefinido de profesores), e iniciando la gran huelga en el sector minero de Chuquicamata, por lo que hoy, cobra mayor relevancia la necesidad de unir las demandas de distintos sectores, entre ellas, las históricas demandas de los pueblos originarios al Estado, donde destacan el derecho a tierras y aguas, que han sido arrebatados por forestales y o las mismas grandes mineras, buscando una solución a las problemáticas en conjunto, por fuera de los intereses capitalistas de los grandes empresarios.
Finalmente para enfrentar al Gobierno de derecha que se ha aliado con el sector empresarial, y que sigue atacando con represión y reformando la vida de miles a la medida del bolsillo de pocos, es completamente necesaria la unidad en la lucha de trabajadores, docentes, estudiantes, mujeres y pueblos originarios, que unifiquen sus demandas en un plan de movilización ascendente efectivo, que sea llamado por las grandes organizaciones de trabajadores como la CUT, el CdP, o estudiantiles como el CONFECH.