Claves de la crisis del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Tensiones con el gobierno.
Martes 10 de agosto de 2021
Tras una semana de intensas disputas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) este lunes 9 quedó acéfalo.
Este organismo, creado en 1996 como parte del andamiaje para dar legitimidad a los procesos electorales en México, ocupó los reflectores desde hace un tiempo. Su función es resolver impugnaciones presentadas por partidos, ciudadanos y candidatos.
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José Luis Vargas Valdez, el magistrado presidente, también conocido como “magistrado billetes”, presentó su renuncia tras el escándalo de su destitución llevada a cabo por otros cinco magistrados de un total de siete que integran el tribunal.
La crisis hizo eclosión durante el análisis de las elecciones realizadas en Michoacán, una entidad donde la elección de la gubernatura está impugnada y puede devenir en nulidad. De acuerdo con la versión oficial, estaban resolviendo la integración del organismo electoral local de Tamaulipas a partir de un proyecto de la magistrada Mónica Soto.
En medio de la discusión, Vargas Valdez declaró que no votaría en manada, esto cuando se preveía su voto a favor del proyecto de Soto, pues eran aliados. Janine Otálora Malassis, otra magistrada, respondió “no somos una manada ni integrantes de una manada. Nuestros votos, el mío, el de, me parece de todos, son votos fundados, son votos independientes”.
Ironías aparte, Vargas Valdez ensayó una especie de disculpa pero sus pares se hartaron de él. Así fue que el miércoles 4 de agosto fue el inicio del fin del “magistrado billetes”. Su colega Felipe de la Mata Pizaña propuso la valoración de su desempeño, y tuvo el respaldo de Otálora, Felipe Fuentes, Reyes Rodríguez e Indalfer Infante.
La crisis se había cocinado a fuego lento, desde abril de este año. Se perfilaron dos grupos: de un lado, Otálora, Reyes Rodríguez e Infante, alineados con la oposición de derecha a AMLO (PRI y PAN) Fuentes, Soto, De la Mata y Vargas Valdez, más favorables al gobierno de AMLO. El grupo opositor cuestionó la demora en los casos de las candidaturas del Morena de Raúl Morón, por Michoacán, y de Félix Salgado Macedonio, por Guerrero.
Cuando el TEPJF dicta el retiro de ambas candidaturas, junto con las de otras 60, también del Morena, cayó de la gracia del presidente AMLO, quien ya entonces anunció una posible reforma político-electoral de esta institución.
TEPJF: independencia fingida
Los magistrados de esta institución son nominados por el Poder Judicial ‒cuyos ministros son nominados por los presidentes de turno‒ y elegidos por el senado. En 2021, el sueldo anual neto de cada uno de los magistrados asciende a 3.4 millones de pesos. Además, cada año reciben una “ayuda” mensual por alimentos. En 2020 fue de $ 30,822. La “austeridad republicana” no los tocó hasta ahora ni con los pétalos de una rosa.
Vargas Valdez, magistrado caído en desgracia, está bajo investigación por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) desde 2020. Este organismo detectó que ese año compró mansiones en Miami por 10 millones de pesos, en Valle de Bravo por más de 7 millones de pesos, en Lomas de Chapultepec por más de 7 millones de pesos y en Polanco por más de 3 millones. Estos gastos no cuadran con sus ingresos anuales por alrededor de 2.4 millones de pesos.
Este año el “magistrado billetes” votó a favor de la candidatura de Félix Salgado Macedonio, acusado de agresión sexual y violaciones. Cuando llegó al TEPJF, durante el gobierno de Peña Nieto, una de sus primeras acciones fue la propuesta de “perdonar” el reparto de tarjetas rosas con las que se prometieron “ayudas” a cambio de votos.
Claro que no se trata de una “oveja descarriada”. Los magistrados del TEPJF son aficionados al lujo ostentoso y cargaron a tarjetas de la institución gastos en restaurantes y cantinas de lujos, en tiendas departamentales y más, como lo dio a conocer un reportaje publicado en Animal Político. Su sed de lujos, ostentación y poder no tienen límites.
La "indignada" respuesta de Otálora a los dichos de Vargas Valdez sobre el supuesto voto independiente no es más que cinismo. Estos altos funcionarios ‒una especie de semidioses del poder‒ se venden al partido del congreso que le haga la mejor oferta.
Mientras estos altos funcionarios a los que nadie votó negocian impugnaciones a cambio de millones de pesos, la mayoría de las familias trabajadoras y de los sectores populares subsisten como pueden con dos salarios mínimos por mes ($12,800) o menos. Y la función de estos magistrados, al igual que la de los consejeros del INE, independientemente de a qué partido burgués se alquilen, es mantener la proscripción de la izquierda y de organizaciones obreras para evitar que tengan sus propios candidatos en los procesos electorales.