Días de preocupación y movilización para trabajadores y usuarios del Belgrano Norte. La empresa anuncia que operará trenes sólo entre Retiro y Grand Bourg, aislando 5 barrios populares que quedan sin servicio.
Lunes 9 de mayo de 2016 08:31
Las causas por las que esta importante línea urbana acortaría su recorrido están en el problema de que contando con un plantel de más de 20 locomotoras diésel, la empresa Ferrovías está operando con menos de una decena. Esta situación es transformada en excusa para recortar, ajustar, reducir (palabras muy de moda) servicios. Ante la falta de inversiones en material rodante, en infraestructura, etc, la “solución” que quieren dar es cancelar los servicios “menos rentables” para ellos.
No es casualidad que al acercarse el vencimiento de la concesión de esta línea a Ferrovías, que caducará en el 2017, se produzca esta falta de mantenimiento y la llamativa desatención del servicio. Es lo que ha sido históricamente una constante en aquellas empresas que están con el reloj de arena en la mano.
El problema radica en que para el gobierno de Macri el sistema de transporte ferroviario no es negocio y, en su plan de achicar los gastos del Estado, como dejo evidenciado, en el discurso del 1ro de mayo en (Uthgra) “A todos perjudica que haya tres veces más personas de las necesarias para que pueda funcionar un tren”. Esto quiere decir ni más ni menos que, ¡de cada tres ferroviarios sobran dos!
El ministro de Transporte Guillermo Dietrich confirmó las intenciones del Gobierno de fragmentar la administración de la red ferroviaria: “Vamos a transferir la jurisdicción a las provincias, a las intendencias y en eso estamos trabajando”, sostiene. Que “están trabajando” merecería otra nota; lo cierto es que trabajadores ferroviarios y usuarios populares (trabajadores, estudiantes, cuentapropistas) son convidados de piedra en la toma de decisiones, y quedan tomados como rehenes de los negociados de las empresas y los gobiernos vaciadores.
Contundente respuesta
Ante el peligro del cierre de un tramo muy importante de este ramal, una contundente respuesta se mostró hasta ahora en dos acciones: abrazos a las estaciones Villa rosa y Del viso, entre el miércoles y el jueves, con más de 500 participantes cada una. En estas demostraciones de repudio a los recortes se mezclaron los ferroviarios con los vecinos, obreros de las fabricas de los distintos cordones industriales de la zona Norte, empleados estatales y municipales, jóvenes estudiantes, desocupados; todos al grito de “el tren no se toca”. Es la unidad necesaria para resistir los planes de vaciamiento.
Por estas horas, las versiones de negociaciones en el Ministerio de Transporte durante los últimos días, al calor de las movilizaciones, obligaron a dar una respuesta "oficial": el anuncio de un diagrama de emergencia por 180 días, en los cuales el servicio se mantendrá pero con una frecuencia como la de sábados y domingos.
La Fraternidad (gremio de los maquinistas) viene impulsando un petitorio contra la recorte del servicio y fue parte de las acciones (abrazos en las estaciones). La Unión Ferroviaria (el gremio ferroviario mayoritario) sólo participó de las reuniones en el Ministerio en las que se firmó el diagrama de emergencia; hasta ahora sólo eso es lo que estarían dispuestos a hacer para parar la ofensiva de la patronal y el gobierno.
Por su parte, la Agrupación ferroviaria Naranja (opositora a la conducción pedracista de la Unión Ferroviaria) emitió un comunicado en el que exige que “Las empresas que tuvieron a su cargo la concesión y que recibieron millonarios subsidios, rindan cuentas públicas para explicar cómo se llega a crisis como la que atraviesa el Belgrano Norte”, a la vez que manifiesta que “Ferrovías tiene que devolver todos los subsidios que no rindió. Pero la única manera de evitar que se deteriore el servicio ferroviario es con la inmediata nacionalización de la línea, bajo gestión de sus trabajadores y control de comités de usuarios populares, los únicos que demostraron estar realmente interesados en el progreso del ferrocarril”.