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Red Internacional
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CRISIS ENERGÉTICA. Crisis energética: Otro año más aumentan los hogares que no podrán mantener una temperatura adecuada

6,7 millones de hogares (14,3% del total) se vieron en 2021, ya antes de la guerra en Ucrania y cuando comenzó la actual crisis energética, en la situación de no poder mantener una temperatura adecuada en sus viviendas. Es un incremento de casi cuatro puntos respecto a 2020 (1,6 millones de personas más), y supone que prácticamente el doble de hogares están en esa situación respecto a 2019.

Miércoles 7 de diciembre de 2022

Los investigadores del estudio sobre pobreza energética que proporcionan esto datos creen que ese empeoramiento “seguramente recoja dos realidades: los ecos de la tormenta Filomena por un lado y la tendencia creciente en los hogares a gastar menos de lo necesario en energía”. José Carlos Romero, coordinador de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Comillas y autor principal del informe, cree “muy probable” que ese indicador apunte “a una tendencia creciente en muchas familias de restringir la calefacción por miedo a la factura”.

Ya en junio, otro informe elaborado por Cruz Roja junto a la organización Ecodes señalaba que el 75% de las familias vulnerables atendidas por esta ONG no podían mantener sus casas a temperatura adecuada en 2021.

Si bien los autores reconocen que algunas medidas del gobierno como el refuerzo de los bonos sociales, rebajas de cargos, del IVA y del impuesto eléctrico, han suavizado el golpe para algunos, la realidad es que estas medidas están lejos de ser suficiente. “Nos encontramos probablemente ante la dimensión de la pobreza energética más acuciante en nuestro país. Más de un 30% del total de los hogares españoles no consiguió cubrir ni la mitad de su gasto energético teórico”, afirman los investigadores. Mientras, el Gobierno PSOE-UP ha aprobado unos presupuestos generales donde el gasto militar equivaldría a subir el SMI 580€ al mes.

El informe analiza también un indicador denominado HEP, que identifica a un hogar en “pobreza energética oculta severa” si gasta menos de la cuarta parte de lo que realmente necesita para cubrir sus necesidades energéticas (gasto energético requerido). En este caso, se ha disparado desde el 4,8% hasta 10,32%.

2021 fue, por un lado, el año del comienzo del fin de la COVID y el año del inicio de la crisis de precios de la energía, lo que ha tenido un impacto muy significativo en nuestros hogares sobre todo a partir del otoño. Todo parece indicar que muchas familias restringieron su gasto por miedo a unas facturas que se volvieron inabordables de la noche a la mañana”.

El Gobierno sostiene que con las medidas adicionales aprobadas ya este año, tras la invasión de Ucrania, como el tope al gas y los refuerzos del bono social, los consumidores vulnerables y los vulnerables severos pagan “lo mismo que antes de la guerra”. Sin embargo, la realidad es que estas medidas alcanzan solo a unos cuantos y realmente están siendo utilizadas para enmascarar como “presupuestos sociales” a unos presupuestos con el mayor gasto militar en los últimos 40 años, para cumplir con las exigencias imperialistas de la OTAN.

En la Cañada Real, en Madrid, llevan más de dos años sin luz, y no será raro volver a ver incendios o intoxicaciones por inhalación de humo a causa de calefacción precaria en los hogares, y por si esto fuera poco, los beneficios empresariales seguirán aumentando como lo llevan haciendo desde el principio de la crisis.

La crisis energética forma parte de esa lista de “crisis” que golpean a la clase trabajadora y los sectores populares, como el precio de la compra o la precariedad laboral. Mientras, ante esta situación, el gobierno “progresista” ha dado repetidas muestras de una gestión centrada en ofrecer pequeños parches a costa de mantener los beneficios de las diferentes patronales.