Este martes se dio a conocer la crisis financiera e institucional de la Universidad Iberoamericana tras la renuncia del rector de dicho plantel. Cientos de estudiantes y trabajadores están a la deriva.
Martes 7 de marzo de 2017
Este lunes se reveló la severa crisis financiera e institucional que llevó a la Universidad Iberoamericana a suspender el inicio del año académico, que debía comenzar este lunes 6 de marzo.
Los problemas de sustentabilidad y crisis de la Universidad Iberoamericana se suman al cierre inminente de la Universidad Arcis, de la cual fue declarada en quiebra durante la semana pasada por el Cuarto Juzgado Civil de Santiago.
La universidad privada suma una matrícula de 2.900 alumnos, que se enteraron a través de la página de la universidad que “debido a ajustes administrativos”, la universidad modificaba su calendario académico para un nuevo semestre lectivo.
Crisis institucional y educación de mercado
El anuncio de la renuncia de casi la totalidad de la junta directiva, se tradujo en la deuda de $ 1.200 millones que arrastraba la institución desde diciembre del año pasado. Donde los conflictos de la asamblea de socios se acrecentaron este verano junto con los 250 sueldos impagos de los funcionarios durante el mes de febrero.
Félix Rieros, actual rector de la U. Iberoamericana, entregó su carta de renuncia el día de hoy junto con cuatro miembros de la junta directiva, quedando un solo representante en la dirección. La carta de renuncia iba dirigida al MINEDUC, a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y al Consejo Nacional de Educación (Cned).
“Esto se produce por la imposibilidad absoluta de dar continuidad al proyecto educativo”, aseguró Viveros a La Tercera.
Y es que el proyecto educativo tenía detrás un gran desfalco de dinero vinculado a un negocio familiar por los hermanos Cárdenas Narváez, traducido en delitos tributarios por la ex integrante de la asamblea de socios. Esta asamblea estaba compuesta por Gladys Cárdenas, en representación de Filomena Narváez, fundadora e investigada por presuntos delitos tributarios; más los tres hermanos Cárdenas Narváez.
“Actualmente, hay una deuda financiera de $ 1.260 millones y existen compromisos cercanos a mil millones más: $ 600 millones que se debe devolver del CAE y pagos a proveedores directos por unos $ 400 millones”, explicó Viveros, quien enfatizó que “con el apoyo monetario de la asamblea de socios, la universidad es un proyecto viable. Es su responsabilidad que no pueda funcionar”, comenta Rieros a La Tercera.
Pero el caso de la Universidad Iberoamericana no es el único ni el último, la crisis de la educación de mercado se refleja en el negocio educativo del cual las universidades privadas son las protagonistas, con malversación de fondos por parte de la asamblea de socios y la junta directiva, y como también la vinculación de éstas con entidades privadas y partidos políticos corruptos.