En el medio de una corrida cambiaria y un Gobierno en crisis, el palacio está cruzado por operaciones y rumores. El presidente de la Cámara de Diputados negó la versión que indicaba que sería el nuevo ministro de Economía. De todos modos, todavía se especula con su llegada al cargo en los próximos días. Massa aseguró que se reunirá con Alberto Fernández este viernes.
Miércoles 27 de julio de 2022 21:02
Como es propio de toda crisis, el Gobierno nacional está atravesado por fuertes rumores y operaciones, que son expresión de su desorientación. Tras haber viajado la ministra Batakis a prometer ajuste a Estados Unidos, y haber hecho este martes fuertes concesiones a las patronales del campo, la crisis sigue su curso.
Por estas horas, se especula con fuertes cambios en el Gabinete nacional. Con un presidente debilitado y desprestigiado, la idea sería darle "volumen político" al Gobierno para que aplique los planes de ajuste que se deciden en Washington a espaldas del pueblo, sobre la base de una crisis social ya sumamente delicada. La retroalimentación de debilidad política y crisis económica, podría ser un cóctel sumamente problemático para manejar.
En ese marco, durante la noche de este miércoles corrió el rumor de que Sergio Massa asumiría como ministro de Economía en reemplazo de Batakis.
Sin embargo, fue el propio Massa quien, desde su cuenta de Twitter se refirió a las especulaciones. "Veo muchos rumores y versiones. No tuve ningún ofrecimiento y recién quedé en charlar con el presidente sobre la agenda de trabajo entre viernes y sábado".
Por otra parte vi que aparecieron "supuestos proyectos de mi autoría" que circulan alrededor de las medidas económicas y de las del BCRA.
Que quede claro que venimos trabajando en línea con el BCRA y el Ministerio de Economía.— Sergio Massa (@SergioMassa) July 27, 2022
En un breve comunicado, también rechazó "supuestos proyectos" que le adjudicaban sobre medidas económicas y aseguró: "Cuando tenga algo que decir o el Gobierno decida anunciar algo, se hará por los carriles correspondientes".
Las palabras de Massa, sin embargo, no despejan la idea que existe sobre su posible asunción y los cambios en el Gabinete. De hecho, tras sus palabras, se especula con que los rumores hayan crecido en las últimas horas alimentados desde su propio entorno. Sin ir más lejos, fue su esposa Malena Galmarini, titular de AySA, quien más temprano había compartido un sugestivo video de la campaña de Massa en el año 2013 con la leyenda "todo vuelve, todo pasa, todo llega".
Las versiones cruzadas abren un nuevo capítulo en una espiral de crisis eterna en la coalición del Gobierno, que muestra la absoluta desorientación en medio de la crisis económica y una corrida cambiaria muy fuerte alentada por quienes presionan por una devaluación.
Ya hasta el modesto plan "aguantar" del Gobierno es puesto en duda, debido a la creciente debilidad e inestabilidad de la coalición oficial. Los gestos de las últimas 24 horas, en donde se pasó de denunciar a los especuladores a premiarlos con un régimen especial para acceder a los dólares, es sólo una pequeña muestra de eso. Sin ir más lejos, este miércoles el BCRA tuvo que vender 130 millones de dólares.
Al interior del oficialismo, hay quienes insisten con la idea de que es necesario que el gobierno tenga "mayor volúmen político", razón por la cual se analiza la llegada de Sergio Massa como superministro. Una llegada que tendría el visto bueno de parte de la vicepresidenta Cristina Kirchner y de sectores muy cercanos a ella, como por ejemplo el líder de la CTA Hugo Yasky, quien aseguró que lo ve como algo "muy bueno".
A pesar de la desmentida de Massa, por estas horas la posibilidad de su llegada todavía se mantiene y habrá que ver como se termina definiendo en las próximas horas. Por lo pronto, habrá que esperar hasta viernes y sábado, momento en que se concrete la reunión entre el presidente de la Cámara de Diputados y Alberto Fernández.
Massa, el amigo de la embajada yanqui
Quienes militan a favor de su desembarco en el Gabinete generalmente utilizan como argumento que sería una decisión para “fortalecer” al Gobierno, para darle mayor “volumen político”. Pero, ¿de qué se habla cuando se hace referencia a esto?
Massa es un hombre mimado por “los mercados” y por la embajada de Estados Unidos. Hijo de un empresario de la construcción, pasó su adolescencia en las filas de la UceDé de Álvaro Alsogaray, el partido de la derecha ultraliberal de aquel momento, antecesores de Milei y compañía.
En los 90 promovió la fusión con el menemismo y se pasó al Partido Justicialista, bajo el ala de Luis Barrionuevo y de Graciela Camaño, su madrina política. Tiempo después, fue nombrado por Eduardo Duhalde como Director Ejecutivo de Anses, y desde allí construyó una meteórica carrera política, conservando su cargo durante los primeros años del kirchnerismo.
En 2009, tras la ruptura provocada por la crisis con las patronales del campo, se pasó abiertamente a la oposición. En ese entonces fue donde se dieron a conocer cables de WikiLeaks, descubriendo su estrecha vinculación con la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, algo por la cual es conocido hasta el día de hoy. Ya durante el macrismo, fue un colaboracionista explícito de Cambiemos, votando sus leyes de ajuste y entrega a los fondos buitre, siendo un aliado fundamental para lo que vendría luego. El fracaso de la experiencia macrista lo obligó a declinar de sus aspiraciones presidenciales y recomponer su relación política con la actual vicepresidenta, llegando al Frente de Todos como una de sus 3 patas fundamentales.
Cuando se habla de “volumen político” en este contexto de crisis económica y corrida cambiaria, lo que se hace no es más que buscar otras palabras para hablar de un hombre que pueda dar buenas señales al FMI, a los especuladores de siempre y al gran empresariado. Al mirar la trayectoria política de Massa, la única señal de "fortaleza" y de "volumen político" que se puede esperar es para aplicar mayores ajustes y medidas contra la clase trabajadora, en función de los intereses del gran capital.