¿Cómo fue tu despido?
A mi me despiden en el año 2012 para impedir que pueda presentarme a elecciones de delegados que se iban a realizar en ese momento. La agrupación 32, de la que soy parte, presentaba lista y a mi me despiden durante la campaña como candidato. Unos meses después despiden a Cristian Reyes, el otro candidato. Seguimos adelante con nuevos candidatos y a la hora de presentar la lista en la UTA la misma nos pone una patota en la puerta que no nos deja ingresas, y nos comunican que en la 31 solo se presentaba la lista oficial. Impugnamos las elecciones y hoy en día sigue una causa en el juzgado. Luego de una lucha de tres años el primero de Septiembre de este año fui reinstalado. Desde el primer día la empresa me busco por todos lados y como no encontraba fallas en el cumplimiento de mis tarea con la complicidad de la clínica que autoriza nuestro apto físico para obtener el registro me lo rechazan y la CNRT me lo suspende. Al día de hoy, ¿En qué instancias está tu situación?
La empresa volvió a despedirme con el argumento de que sin el registro que ellos mismos operaron para sacarme no puedo cumplir con mis tareas. Esto es muy irregular desde el vamos porque pero la clínica cuando me declara no apto aclara que esto no es de carácter definitivo y que tengo derecho a una re - evaluación. En este momento estoy esperando que me citen para la misma. Deberían devolverme el registro luego de la re - evaluación. Esta situación es muy grave, no sólo por mi caso, sino porque intentar hacer que esto sea una práctica común. A cualquiera le pueden hacer una evaluación sin derecho a descargo y te despiden, es un arma que quieren utilizar las empresas contra quienes salimos a luchar. El dueño de la clínica de medicina laboral ADS es un milico de la dictadura. La empresa y la CNRT contratan la misma clínica para que nos hagan el registro. Sabemos que los abogados que defienden a DOTA son los mismos que defendieron a los milicos de la dictadura. Y la CNRT juega para DOTA, vos fíjate que en el conflicto de la 60, luego de 42 días de lucha, no solo que no le sacaron el piso como marcan sus resoluciones, sino que les pagaron los subsidio como si la empresa hubiese trabajado normalmente. Es decir, toda esa gente es la que dice que no estoy apto para manejar. Es un antecedente peligroso con el que quieren facilidad para atacar a los activistas. ¿Cómo está la situación en la línea?
Los despidos arbitrarios son una práctica habitual de la empresa y con eso tratan de meter miedo. Desde que llegó DOTA son alrededor de 30 los despedidos, 6 de ellos son de la agrupación, de los cuales 5 decidieron ir por la re-instalación, entre ellos Cristian Morete, que hoy está acá con nosotros. Nuestra agrupación, "La 32" funciona desde el 2004 cuando todavía éramos PUENTE SAT. Luego, en el año 2010 la empresa DOTA compra una parte y se queda con la línea 32, le cambia su nombre a Rocaraza Línea 31 y desde ese momento empezó a perseguir a los compañeros que pertenecemos a la agrupación. Intentan meterle miedo a los compañeros con todo esto para que no se junten con nosotros. Pero cada vez son más los que se dan cuenta que esto hoy es contra un activista y mañana es contra el trabajador que se rompió la salud para que ellos se llenen de guita, y cuando están rotos ya no sirven más. Le puede pasar a cualquiera, más ahora con la situación que se viene. ¿Qué actividad hicieron y como crees que hay que seguirla?
Repartimos volantes explicando en qué situación se encuentra lo de mi despido, explicándole a los compañeros como sigue la situación. Nos acompañaron trabajadores de mi línea, de la línea 266, entre ellos Andrés Vera, que también está despedido por presentarse como candidato a elecciones; y el polaco, un compañero de la línea 41 que también estuvo despedido y logramos su reincorporación. Somos varios los como años de distintas líneas que estamos en esta situación y las empresas, la CNRT, las clínicas y el gobierno se unen para perseguir al activismo. Nos estamos juntando para tener más fuerza y organizarnos mejor para pelear. Necesitamos unirnos para enfrentar los despidos.