La audiencia arrancó apenas pasadas las 9 de la mañana y se extendió hasta las 13 (con un intervalo de una media hora por inconvenientes técnicos). Cristina esperaba con ansiedad ese momento para, como le diría luego a este diario, sacarse “un gran peso de encima”.
Frente a la pantalla (fue una audiencia virtual) la escuchaban los fiscales Andrés Heim y Horacio Azzolin. También sus abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, la abogada Margarita Jarque de la Comisión Provincial por la Memoria (querella institucional) y miembros de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (Dovic) del Ministerio Público Fiscal (que vienen asistiéndola).
A poco de terminar de declarar, Cristina conversó con La Izquierda Diario. Contó sus impresiones, qué le preguntaron, qué exigió ella y qué expectativas tiene a partir de ahora. La primera pregunta era casi obvia: en la audiencia estuvo ausente el cuestionadísimo fiscal Santiago Ulpiano Martínez, dos veces recusado (con sobrados fundamentos) por las querellas y dos veces salvado por la jueza federal de Bahía Blanca María Marrón.
¿Habías pedido que no estuviera en la audiencia el fiscal Martínez?
Sí, el procurador general me había ofrecido esa posibilidad y la acepté. Cuando se enteró que iba a declarar les dijo a las chicas de la Dovic y a la gente de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional, cuyo es el fiscal Heim, NdR) que si yo no me sentía segura para declarar con Martínez, él no iba a estar. Y así fue. ¿Cómo te sentís después de declarar?
Fueron casi cuatro horas. Después de cuatro meses de luchar, de vivir tantas cosas, de calvario, creo que hoy me saqué un importante peso de encima. Hablé de todo y me preguntaron absolutamente de todo. ¿Te sentiste cómoda en la declaración? ¿Te trataron bien?
Sí, estuvieron los fiscales Heim y Azzolin, la gente de Dovic, mis dos abogados y las abogadas de la Comisión Provincial por la Memoria. Fue en un ambiente bastante tranquilo y por eso pude contar todo. Los fiscales se sacaron muchas dudas. ¿Cuáles eran esas dudas?
Sobre tantas cosas que nos hicieron, los aprietes que tuvimos, cómo me boludearon en Pedro Luro, cómo quisieron hacerme creer todo el tiempo que Facu estaba en Bahía Blanca, que estaba vivo y escondiéndose. ¿Qué cosas de las que declaraste creés que no estaban aún dichas en la causa y que deberían motivar avances en la investigación?
Me pidieron información sobre la sandía de Facundo, les detallé todo y les pasé fotos. También informé sobre varios testigos, que vieron muchas cosas y van a declarar. Les pasé información que me pidieron de algunos policías de Villarino. Y yo también pude pedir explicaciones sobre varias cosas que quiero saber. Cuando terminé de declarar les hice un pedido de respuestas de algunas cosas que no termino de entender. ¿Por ejemplo?
Por ejemplo por qué Siomara Flores tenía en su teléfono capturas de mi Facebook descargadas el 1º de mayo, al otro día de la desaparición de Facu, cuando yo ni siquiera la tengo como contacto. ¿Sobre Facundo qué te preguntaron?
Varias cosas. Por ejemplo si tenía planes de ir a General Daniel Cerri. Les dije que no. Les expliqué que él no tiene absolutamente a nadie conocido allá, ni amigos, ni familia ni nada. (Cerri es la localidad de Bahía Blanca lindante con Villarino Viejo, donde algunos “testigos” presentados por la Bonaerense dijeron haber visto a Facundo luego del 30 de abril, NdR) ¿Te mostraron elementos del expediente para que vos ratifiques o rectifiques?
Me preguntaron sobre algunos dichos de policías, como el que pusieron al lado mío en los rastrillajes, que me iba hostigando todo el tiempo. Es el mismo que un día se presentó en mi lugar de trabajo y dijo que estaban “gastanto tiempo y recursos en un pendejo de mierda”. Porque a Facundo siempre lo trataron de esa forma. Y hay otro comisario que, también en mi lugar de trabajo, apareció y me dijo “a mí me importa un sorete lo que pongan en las redes pero fíjese lo que se está diciendo, señora, porque le están pegando a la Policía”. Fueron muchos los ataques que recibieron en estos cuatro meses
Sí. También hablamos sobre una oficial que, cuatro días antes de que apareciera el cuerpo de Facu puso en sus redes algo así como “¿a ver quién miente ahora?” y afirmaba que Facu estaba conectado y solicitando amistad a distintas personas. Conté todos los hostigamientos que sufrimos, cómo la Policía nos ha perseguido todo este tiempo, ya sea a nuestra familia o a los amigos de Facu. También a Daiana y sus hermanos. Todo eso lo conté en detalle. ¿Sobre los funcionarios de Villarino te preguntaron?
Sí. Me preguntaron por el intendente (Carlos) Bevilacqua y conté todo lo que nos hizo. Conté cómo prohibió terminantemente a la gente del Municipio que posteara en sus Facebook mensajes por la búsqueda de Facu. Y cómo prohibió a esa misma gente asistir a las marchas, amenazándolos con sus trabajos. Me preguntaron si hay personas dispuestas a declarar eso y les dije que sí. ¿Qué expectativas tenés sobre lo que pueda pasar en la causa a partir de tu declaración?
Me preguntaron muchas cosas concretas. Declaré detalladamente todo lo que pasó desde el día uno, que hice la denuncia acá en Pedro Luro, hasta que encontramos el cuerpo de Facundo. Dije nombres, lugares, cómo me trataron. Creo que prestaron mucha atención. Algunas cosas que estaban escritas las corroboraron. Creo que ha servido no solo para sacarme ese peso de encima, eso que tenía atravesado en todo este tiempo, sino para saber que me escucharon. Ahora ya está todo ese calvario volcado en la causa. Espero que ayude para poder llevar a todos esos infelices a la cárcel. Por último, ¿qué pensás sobre lo que está pasando en estos días con la Bonaerense y sobre el plan del Gobierno de poner más y más policías en las calles?
Qué voy a pensar… más policías es más represión. Es más represión a la gente. Yo creo que no todos los policías son malos y que pueden reclamar por sus ingresos. Pero ellos salen a reclamar y todo el mundo los respeta. Espero que cuando el resto de la población salga a reclamar por sus salarios y sus derechos ellos tengan el mismo respeto.