En el segmento “Su Gateo” del programa de la llamada diva en Telefe hace competir a bebés en una carrera después de las diez de la noche.
Martes 4 de julio de 2017
Susana Giménez está siendo muy criticada por la competencia entre bebés en su programa. Desde una institución de protección al menor, Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (Casacidn), le advirtieron sobre ese segmento en el que hace competir a bebés a ver quién llega primero gateando, que "son expuestos como objetos de consumo y diversión de los adultos".
A la manera de otro programa de entretenimientos, de aquellos de muy bajo nivel a los que nos tiene acostumbrado la televisión, en donde en vez de bebés compiten perros, largan a sus hijos desde un extremo y los esperan en la meta de llegada otro familiar. Todo esto después de las 22 horas, supuestamente de protección al menor.
Son todos bebes de alrededor de un año y sus padres y otros familiares los llevan a competir por premios de alguna marca para niños, y en la desesperación por ganar, una madre llega a tironear de la ropa a su hijita para arrastrarla antes a la llegada.
Más allá de las advertencias de la institución de protección al menor y del Comfer sobre la participación de menores de 12 años en programas en vivo entre las 22 y las 8 horas, es un momento muy desagradable ver a los bebés tan inocentes de lo que están haciendo, mientras son usados por sus padres y otros familiares en una competencia.
No es la primera vez que aparecen niños en la televisión. En 1964, el famoso Roberto Galán llevó niños cantores al programa "Remates musicales", que luego derivaría en "Si lo sabe cante". Más cerca en el tiempo, Tinelli en ShowMatch, o Dady Brieva con Agrandadytos hicieron lo mismo.
La participación de niños quizás tenga el objetivo de darle algún atractivo a los programas de televisión, sobre todo a los de entretenimiento, cada vez peores.
La frescura de los niños, su naturalidad con la que expresan lo que piensan, lo que les gusta y lo que no, evidentemente contrasta con las escenas armadas de peleas de la farándula, los malos tratos que a veces llegan a los insultos, llantos y angustias que serían parte de la diversión de los televidentes.