En otra jornada de caos en los “mercados”, Lacunza anunció en los hechos un default selectivo a partir de la reestructuración de los plazos de deuda de corto plazo -Letes y Lecaps- en manos de inversores institucionales. Enviarán al Congreso un proyecto de ley para extender los vencimientos de la deuda local de largo plazo y la renegociación con el FMI.

Guadalupe Bravo Economista | @GuadaaBravo
Jueves 29 de agosto de 2019 00:11
En el transcurso de la lenta y agónica transición, abierta tras el hundimiento electoral del gobierno en las PASO, este miércoles se vivió otra jornada de pánico y locura en los “mercados”, con suba del dólar, del riesgo país y disminución de reservas. La consecuencia devino en la oficialización del fracaso rotundo del modelo económico del macrismo, con alto endeudamiento y liberalización financiera, entre otros.
El estrepitoso colapso del plan económico de Cambiemos ya se anunciaba desde el comienzo de su gestión. Su primer triunfo político fue cerrar el litigio con los fondos buitres, garantizándose de esa forma “la vuelta a los mercados” de créditos en el exterior. Para lograrlo contó con los votos del peronismo que hoy forman parte del Frente de Todos de Alberto Fernández, validando el pago de intereses usureros a los buitres.
El nuevo ciclo de endeudamiento no podría haber comenzado sin el pago a los Buitres que Macri sancionó en el Congreso con el apoyo de Pichetto, pero también de Massa, Bossio, Manzur y los Gobernadores del PJ que hoy son "estrellas" del Frente de Todos.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) August 28, 2019
Con Toto Caputo al frente de las negociaciones, el macrismo comenzó un camino de alto endeudamiento, llegando a emitir un bono a 100 años. Macri pagó U$S 258 mil millones en cuatro años y la deuda se acrecentó en U$S 111 mil millones.
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La historia continuó con suba de tasas de interés altísimas para intentar contener la inflación y la emisión de una bomba de bonos en pesos a corto plazo -primero Lebacs, luego Leliqs y Letes- que atrajeron capitales especuladores que se beneficiaron de la "bicicleta financiera." Esto duró poco. En 2018 las corridas cambiarias de los especuladores consolidaron una devaluación mayor al 100 %, poniendo en evidencia las crudas contradicciones del modelo M. La salida fue volver al FMI y el resto es historia reciente. Este miércoles Lacunza anunció en conferencia de prensa una serie de medidas con el fin de intentar un poco de estabilidad política y financiera.
Días de furia en los "mercados" que empujaron a la reestructuración
La sangría de reservas del BCRA no para. Este miércoles se vendieron U$D 353 millones en siete intervenciones, y aún así el dólar subió 2,6 % para venderse a $ 60,17 según el promedio relevado por el Central para el segmento minorista.
La cotización mayorista del dólar finalizó a $ 58,10 con una suba mayor al 3 %, igual que el informal “contado con liqui” se vendió a $ 58,57. La tasa de Leliq se mantuvo sin cambios en 74, 98 %.
*Riesgo País: el hermetismo de los enviados del FMI que se fueron del país sin confirmar el desembolso por USD 5.400 millones previstos para septiembre, aumentó la desconfianza de los inversores respecto a la capacidad de pago de deuda del país. En consecuencia, en un clima de extrema incertidumbre, el índice Riesgo País que elabora el banco JP Morgan llegó a 2.112 puntos, un nivel máximo en 14 años.
*Acciones y bonos: el principal indicador de la bolsa porteña, el S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) ganó un 3,4%, a 25.458 unidades, pero acumula una pérdida del 42,6% desde las PASO. Mientras los bonos cayeron cerca de un 14%. De los bonos en dólares, el Bonar 2024 retrocedió un 7,4%; el Bonar 2020, un 13,95%; y el Discount, un 6,3%.
*Renovación de Letes: La licitación de Letes en dólares que concluyó este miércoles fue declarada desierta luego de que solo tuviera una intención de suscripción del 5%. Sobre la base de este casi nulo roll over, en comparación al anterior que fue del 80 %, Lacunza anunció una medida en concreto para contener al menos el 10 % de los próximos vencimientos.
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Las medidas que anunció Lacunza
Previo a la conferencia de prensa que realizara el ministro de Hacienda, corrían con fuerza trascendidos que apuntaban al anuncio de medidas relacionadas al control de cambios, ya que una de las mayores preocupaciones entre analistas, es la aceleración en el ritmo de pérdidas de reservas, combinado con una mayor demanda sobre el dólar que aumenta por distintas vías: desarme de cartera de inversiones en pesos (a pesar de la tasa al 75 %) por activos seguros, aumento de retiros de depósitos y plazos fijos, pago de la REPO, entre otros.
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Sin embargo, el dato objetivo del giro adoptado por el gobierno luego de dos días consecutivos de desplome financiero es oficializar el pedido para reperfilarr la deuda con el FMI. Así lo reflejaron los distintos titulares de la prensa mundial, “Macri pide al FMI renegociar los plazos de la deuda argentina” decía El País.
En palabras de Lacunza: "Propusimos al FMI reperfilar los vencimientos de deuda". Los tres puntos restantes de los anuncios están relaciones a la reestructuración de los plazos de deuda a corto y mediano plazo:
*Extender los vencimientos de la deuda de corto plazo de 3 a 6 meses -Letes y Lecaps- sólo para los inversores institucionales, no a las personas humanas que representan el 90 % de los tenedores de estos bonos.
*Promover un proyecto de ley de extensión de los plazos de la deuda local sin quita de capital.
*Iniciar un proceso de extensión voluntaria de plazos de legislación extranjera también sin quita de capital ni de intereses.
El gobierno lleva la crisis de la deuda al Congreso
Hernán Lacunza leyó sin interrupciones un discurso que combinó la confirmación de medidas económicas, y un claro llamado a todo el arco político (léase al Frente de Todos) a dirimir en el Congreso Nacional un proyecto de ley para extender los vencimientos de la deuda local en pesos.
Por primera vez desde el gobierno reconocen la crisis de deuda que generaron, que ya supera el 100 % en la relación deuda/PBI. Al respecto Lacunza admitía que la Argentina no tiene un problema de solvencia para el pago de la deuda, pero sí un problema liquidez de mediano plazo. Ante la derrota de sus políticas económicas, Lacunza anunció la reestructuración compulsiva para la deuda de corto plazo en manos de inversores institucionales (que abarca al 10 % de los tenedores de esos bonos); en los hechos es un default selectivo, porque no tendrían los dólares suficientes afrontar dichos vencimientos, entonces los posponen. Y el comienzo de un proceso de extensión voluntaria de los plazos de deuda bajo jurisdicción internacional sin quita de capital ni de intereses.
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Respecto a la reestructuración de los plazos de la deuda local, el gobierno busca comprometer al Frente de Todos en el Congreso, intentando lograr un “abrazo de oso” ya que no cuenta con mayoría propia. Así mientras la crisis de deuda entra en un nuevo capítulo -el de la renegociación con el FMI-el doble comando de gobierno en esta transición es puesto a prueba.
Tal como señalaba Pablo Anino en este diario “El precario pacto de transición entre Mauricio Macri y Alberto Fernández está apoyado sobre dos pilares, también muy endebles: el dólar a $ 60 y el intento de preservar las reservas del Banco Central.” Mantener un dólar a $ 60 parece una tarea imposible y va en contra de no dilapidarse las reservas. Sólo desde las PASO se registró una caída cercana a USD 9.348 millones de las mismas.
Está claro que el presidente busca arrastrar a Alberto Fernández en su crisis. Al momento el candidato del Frente de Todos no hizo declaraciones, pero ya había adelantado que el oficialismo debe hacerse cargo junto al FMI de la crisis que generaron. Sin embargo, se necesitan: la meta de Macri es llegar a diciembre sin estallido económico social y con la mayor cantidad de diputados, la de Fernández es asumir la presidencia de un país que no esté prendido fuego, pero que haya avanzado en el trabajo sucio (ajuste) en la mayor medida posible. Esta delgada línea donde confluyen ambos objetivos le suma mayor incertidumbre al panorama actual que esta plagado de fantasmas del 2001.
Pero son las grandes mayorías las que siguen sufriendo las consecuencias de la devaluación por caída del poder de compra, de la inflación y del ajuste dictado por el FMI. Una salida para que la crisis la paguen los capitalistas debe proponer como medidas inmediatas una banca estatal única, el monopolio del comercio exterior y comenzar por romper relaciones con el FMI y no pagar la deuda a los especuladores.
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Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.