La dupla que condujo la UNT en el periodo 2010-2014 se enfrentó en torno a quién debe ocupar uno de los dos lugares que posee la universidad en la firma minera. Respaldado por el directorio de Yacimientos Mineros Agua Dionisio, el ex rector Cerisola sostiene que él sigue siendo vocal, mientras que la actual rectora Bardón afirma que su designación fue transitoria.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Martes 7 de octubre de 2014
Un sillón muy cotizado
El ex rector Juan Alberto Cerisola reapareció en la escena política de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Esta vez se trata de una disputa con la actual rectora Alicia Bardón. La polémica por quién ocupa uno de los lugares que a la UNT le corresponde en el directorio de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) podría terminar de saldarse judicialmente.
En la sesión extraordinaria del 2 de septiembre, el Consejo Superior había votado por amplia mayoría la designación de Alfredo Grau y de Faustino Siñeriz como representantes de la UNT ante la firma minera. Siñeriz ya había sido designado de manera interina en julio en reemplazo de Florencio Aceñolaza, y cumpliría mandato en junio de 2018. En el caso de Grau debía suceder a Cerisola, nombrado de manera interina, por Bardón. En este caso el mandato sería hasta marzo de 2016, vencimiento del mandato original de Fernando Valdez, quien renunció en mayo de este año para asumir como legislador provincial por la UCR.
Sin embargo, Cerisola impugnará a Grau argumentando que según la resolución rectoral 031/2014, fechada el 10 de junio, le corresponde seguir desempeñándose como vocal. Su estrategia legal también se ampara en la Ley 14.771 (creación de YMAD en 1968) que establece que los miembros del directorio solo pueden ser removidos por este y no por los organismos que los designaron. A su vez estipula que “el nombramiento del reemplazante se hará sólo por el tiempo que falte para cumplir el período”, por lo que Cerisola busca desempeñarse como funcionario hasta marzo de 2016.
Por su parte Bardón defendió las designaciones de Grau y Siñeriz. La rectora remarca que la designación de Cerisola era de “carácter transitorio” y emitió una nueva resolución remarcando que los “efectos jurídicos de la resolución 031/2014” han cesado el 17 de septiembre.
No obstante, en su última reunión el directorio de YMAD estudió las resoluciones del Superior que designan a Grau y Siñeriz (resoluciones 704/2014 y 705/2014) pero ratificó a Cerisola al validar únicamente la resolución 031/2014. La gerente de Asuntos Legales de YMAD, María Elena Brunella declaró que la designación de Cerisola y la primera de Siñeriz no son de carácter transitorio. El directorio se encuentra entonces compuesto por el presidente Manuel Benítez, nombrado por la Nación, los vocales por Catamarca, Ángel Mercado y Carlos Palacios; y fueron reafirmados como vocales por la UNT Cerisola y Siñeriz.
Para la UNT se trata de una “confrontación inédita” en donde “la empresa claramente (actúa) en contra de una prolongada y pacífica tradición, según la cual la incorporación de representantes de la UNT se llevó a cabo invariablemente a través de resoluciones del Consejo Superior”. Augusto González Navarro, titular de la Dirección de Asuntos Jurídicos, señaló que la firma minera sobrepasa la autonomía universitaria. En una carta dirigida al presidente del directorio de YMAD se afirma una vocación de diálogo por parte de Bardón como así también el derecho a acudir a la vía judicial.
Cuentas poco claras
Todavía sigue sin cerrarse la polémica que abrió el informe que elaboró Florencio Aceñolaza sobre su gestión en YMAD. Según el “informe Aceñolaza” “la UNT renunció a $500 millones” desde 2008, época donde Cerisola era rector. La ley 14.771 establece que el gobierno de Catamarca recibe el 60% de las utilidades y la UNT el 40% hasta que finalice la construcción de la Ciudad Universitaria. En caso de terminar la Ciudad Universitaria, el 40% correspondiente a la UNT se dividiría en 20% para la UNT y 20% para el resto de las universidades nacionales. El 20% de la UNT podrá ser utilizado para cualquier fin. Si bien la construcción en la Sierra de San Javier no prosperó, se utilizó el concepto de “ciudad universitaria” para referirse a cualquier construcción en diferentes unidades académicas.
El informe de Aceñolaza afirma que el 28 de abril de 2008 en un acta del directorio de YMAD figura que “la UNT declara expresamente que se ha cumplido (con la construcción de la Ciudad Universidad)”. Así, la UNT dejó de percibir un monto que se calcula en $500 millones para pasar a administrar un 20% de las utilidades libre de condicionamientos con respecto a su destino.
Además del destino incierto de $500 millones, Cerisola también carga con causas penales por presunta malversación de fondos, por incumplimiento de deberes como funcionario público, por presuntos sobreprecios en obras y favorecimiento en los licitaciones.