Fue la causa que llevó adelante Claudio Bonadío contra ex funcionarios kirchneristas y algunos empresarios amigos del anterior gobierno. El Poder Judicial, como siempre, empieza a acomodarse a los nuevos tiempos políticos.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Sábado 5 de octubre de 2019 01:03
La Sala I de la Cámara Federal porteña este viernes anuló la prisión preventiva que había ordenado el juez Claudio Bonadío para el dueño del grupo Indalo, Cristóbal López, y su socio Fabián De Sousa.
La excarcelación se hará efectiva con la fianza de $60 millones que pague cada uno como caución, cifra fijada por Bonadío.
El 19 de septiembre fue dictada la excarcelación por el Tribunal Oral Federal Nº 3 (TOF 3) en la causa por defraudación al Estado de la empresa de López. Oil Combustibles.
Pero como tanto López como De Sousa están implicados en dos tramos de esta causa de los "cuadernos de las coimas" y Bonadio (que es parte de la familia judicial, que durante estos cuatro años emitió fallos siempre en línea con los deseos del macrismo) les había negado la libertad, la defensa de los imputados llegó hasta la Sala I que falló por la revocación de la prisión preventiva.
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Ahora ya parece haber pasado al olvido. Pero desde diciembre de 2017 hasta mediados del año pasado, sobre todo los medios oficialistas, bombardeaban con la llamada causa de los cuadernos de las coimas.
Comenzaban a desfilar por Comodoro Py ex funcionarios kirchneristas y empresarios amigos, el tema eran las coimas que cobraban unos y pagaban otros por la obra pública.
El escándalo fue tal que se supo que el tema de las coimas era estructural y no había empresario ligado a la obra pública que no estuviera implicado.
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Los jueces de la Cámara, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, también dispusieron que “no podrán ausentarse de su domicilio por más de 48 horas, además de presentarse periódicamente ante el tribunal”. Además tienen prohibido salir del país.
Ante la dura derrota del macrismo en las PASO y el casi seguro triunfo del Frente de Todos en octubre, el Poder Judicial comienza a reacomodarse a los nuevos aires políticos.
Por ejemplo Bonadío y el fiscal Germán Moldes -dos hombres de esa familia judicial que con este gobierno de Macri siempre fueron más papistas que el papa- ya presentaron sus papeles para la jubilación. Los que se quedan buscarán que el recambio político los encuentre bien parados.
