El juez federal rechazó liberar a Juan Manuel Campillo, exsecretario de Hacienda en Santa Cruz durante los gobiernos kirchneristas. Luego ordenó decenas de medidas de prueba.
Jueves 17 de enero de 2019 19:58
El show debe continuar. Así lo considera el juez federal Claudio Bonadio, más allá de que estemos en enero. Este jueves el magistrado ordenó más de 80 allanamientos en el marco de las causas por corrupción surgidas a partir de las denuncias de Oscar Centeno.
Además Bonadio decidió dejar detenido a Juan Manuel Campillo, exsecretario de Hacienda en Santa Cruz durante los gobiernos kirchneristas. Eso ocurrió a pesar de que Campillo fue aceptado como "imputado colaborador", ateniéndose a la Ley del Arrepentido.
Según fuentes cercanas a Tribunales, la decisión de Bonadio se basó en considerar que la liberación de Campillo podía entorpecer la investigación". Una vez más queda en evidencia que el magistrado actúa de manera completamente discrecional en esta investigación, dado que es mismo criterio podía haberse aplicado a cada uno de los empresarios que pidió ser catalogado como imputado colaborador".
La primera medida tomada por Bonadio fue la detención de Isidro Bounine, quien fue secretario privado de Cristina Kirchner entre 2005 y 2011.
Bounine fue implicado por Campillo en su declaración. Según la información que se conoció, en la misma el ex funcionario de Santa Cruz acusó al ex secretario de CFK de haber “pagado € 230.000 por un servicio”.
Cuando Bounine actuó como secretario privado de la ex presidente fue imputado por supuesto enriquecimiento ilícito, ya que había multiplicado su patrimonio 45 veces en cuatro años. Irónicamente, o no tanto, fue sobreseído por el mismo juez Claudio Bonadio. Corría 2011. En aquel entonces el magistrado federal era tan funcional al kirchnerismo como hoy lo es al macrismo.