El nuevo caso de corrupción que golpea a Cristina Kichner ha significado un respiro para Macri en medio de la crisis económica.
Martes 14 de agosto de 2018
Hace semanas que la prensa argentina ha girado en torno a los “Cuadernos de coima”, la cual vincula al kichnerismo con el pago de sobornos por parte de compañías a cambio de contratos con el Estado.
El día de ayer, la principal inculpada, la ex presidenta y actual senadora Cristina Kichner, presentó una serie de escritos en tribunales pidiendo la nulidad de la causa y recusó al fiscal Stornelli y al juez Bonadio. Posterior a esto, denunció que existe una coordinación entre el Poder Judicial y Ejecutivo para instalar a Bonadio como su principal persecutor. Esto teniendo en cuenta que el mismo juez a tomado 5 causas contra CFK.
Además, atacó a Macri, aludiendo cierta hipocresía y demagogia de su parte. El grupo Macri junto a otros empresarios se hicieron millonarios a costa de contratos por obras públicas desde la dictadura militar, formando la llamada “patria contratista”. Pero, bajo su mismo gobierno y en toda la década kichnerista, se mantuvieron estos negocios a costa del Estado.
Este escándalo cae como anillo al dedo al presidente Macri. Hace unos meses su gestión vivió grandes cuestionamientos con las masivas movilizaciones contra la reforma jubilatoria, así como también con la marcada crisis económica y el acuerdo con el FMI para descargar una serie de ajuste al pueblo trabajador. La caída en las cifras económicas de la mano de las movilizaciones, impactaron fuertemente su porcentaje de aprobación en las encuestas. Hoy esta situación se traspasa a CFK. Pero mientras se desarrolla esta disputa entre 2 variantes de políticos empresariales, siguen descargando la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador.
