Al igual que distintos gobiernos de derecha en América Latina, el gobierno del presidente Mauricio Macri, busca centralizar su política de judicialización y persecución, como un método de aleccionamiento en contra del conjunto del pueblo trabajador.
E.E. Vergara Valparaíso, Chile
Martes 21 de agosto de 2018
En Argentina el “Caso cuadernos” llegó para quedarse en la opinión pública. Y la derecha macrista que viene siendo acorralada por importantes movilizaciones que se han tomado las calles -como las del pasado 8 de Agosto- saca provecho como puede, para ir direccionando todo el malestar generado, a la fórmula más antigua de todas, atacar al gobierno anterior.
Y es que los famosos cuadernos que implicarían principalmente a la ex mandataria Cristina Fernández y su gobierno al pago de coimas, se da en un contexto bastante sensible en lo que acontece a la situación del régimen político, donde la ofensiva de ajustes, jubilazos y agenda conservadora, le ha traído importantes costos.
Tal contexto hace aún más evidente el chivo expiatorio que necesita el gobierno de Cambiemos, donde más que atacar a la ex presidenta argentina y su gobierno anterior, funciona como una política de aleccionamiento y castigo hacia el conjunto del pueblo trabajador, cercenando directamente las libertades democráticas, por medio del fortalecimiento de mecanismos de coerción y represión, sin mencionar el aparato judicial que le cae a Macri como anillo al dedo.
Por otra parte, los ex funcionarios de la ex presidenta argentina, conocidos como “los arrepentidos” –entre ellos José López y Ernesto Clarens- también se encuentran en el ojo del huracán, al ser parte fundamental del proceso llevado por el juez Claudio Bonadio.
Es así como el gobierno del presidente Mauricio Macri, insiste en orientar sus fuerzas a la via judicial, la que incluso ha llevado a declarar a la ex presidenta Fernández.
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