Estos próximos días el presidente deberá proponer al nuevo Fiscal Nacional que reemplazará la cuestionada gestión de Jorge Abbott, en esta nota te contamos quienes postulan a dicho cargo.
Jueves 17 de noviembre de 2022
El pasado 7 de noviembre la Corte Suprema elaboró una terna con 5 cargos a proponer al presidente Gabriel Boric, quien debe elegir uno de los postulantes y presentarlo al Congreso para su aprobación.
En dicha ocasión los ministros de la Corte se inclinaron mayoritariamente por los abogados José Morales y Ángel Valencia, cada uno con 17 votos. Además de Marta Herrera, Carlos Palma y Rodrigo Ríos.
Sin embargo, la elección sufrió un percance debido a la renuncia de Rodrigo Ríos, con lo cual se abrió un impasse que le permite al gobierno ganar tiempo mientras busca una figura de consenso para la elección del Fiscal Nacional.
El primero de los postulantes es Ángel Valencia, ex fiscal entre los años 2002 y 2006, mantiene relaciones con diversos sectores del mundo político.
Con una carrera profesional ligada a estudios jurídicos relacionados a Renovación Nacional y al financiamiento ilegal de la política, además de una amistad personal con el presidente del Senado, el PS Álvaro Elizalde, Ángel Valencia despierta consenso tanto en el gobierno como en la oposición.
Sin embargo, le compite muy estrechamente José Morales, apodado “el sepulturero”, por su gestión en diversas causas que involucraron a figuras de poder y que terminaron sepultadas, pudiendo destacar su rol en el caso Cascadas o en el Caso Farmacias, siendo el primero en proponer clases de ética como sanción penal. Así mismo, por sus manos pasaron causas como el fraude de Carabineros, donde Morales no vió ningún delito o la falta de diligencia en la investigación de los calcinados en la bodega Kaiser durante el estallido social.
La tercera mayoría la obtuvo Marta Herrera, actual directora de la Unidad Especializada Anticorrupción de la Fiscalía, quien cuenta con mayores apoyos oficialistas y que, según ha destacado la prensa, representaría continuidad de la gestión de Abbott. Recientemente se dió a conocer su implicación en un convenio con la iglesia católica para “favorecer el intercambio de información concerniente a investigaciones pasadas, presentes y futuras respecto de delitos de carácter sexual cometidos por clérigos diocesanos en contra de niños, niñas o adolescentes”.
Finalmente, el último candidato en carrera es Carlos Palma, Fiscal Regional por Aysén y masón, quien se encuentra más atrás en la posibilidad de acceder al puesto en cuestión dada su cercanía con la PDI en desmedro de Carabineros. Destaca en su contra el encontrarse imputado por obstrucción a la justicia en el marco de la investigación sobre la Operación Huracán.
Tras la renuncia del quinto candidato, Rodrigo Ríos, podrían entrar en carrera tres postulantes que marcaron un empate en las votaciones de la Corte Suprema. Patricia Muñoz, Defensora de la Niñez, Karinna Fernández, abogada de DD.HH., y Nelly Salvo, secretaria general de la Contraloría.
La elección del Fiscal Nacional marca la salida de un cuestionado Jorge Abbott, quien no solo tuvo una especial relación con la política, sino que además durante su gestión se encargó de la persecución penal del estallido social, plegándose al coro represivo que criminalizaba la protesta y negaba la prisión política.
Nada cambiará con la elección de un nuevo Fiscal Nacional. El mecanismo de elección obliga a que la casta política, distribuida en los poderes del estado, busque una figura de consenso que les garantice la impunidad para la clase empresarial y el orden para sus negocios.