A Martha no la mató el covid-19, murió por negligencia de las autoridades de salud que usan la línea de atención para casos sospechosos de infección por coronavirus, para confinar sin atención médica a quienes presentan síntomas, como ocurrió en este caso.

La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 25 de marzo de 2020
El pasado 16 de marzo, Martha, de 61 años, regresó a México procedente de Madrid. Su paso por el aeropuerto fue como el de cualquier usuario: sin revisión médica, sanitización de sus propiedades, filtro o protocolo alguno.
A la mañana siguiente, Martha presentó temperatura de 38° C, por lo que su familia decidió trasladarse de inmediato al hospital ABC de la Ciudad de México.
Ahí le realizaron la prueba del covid-19 con la promesa de entregarle los resultados en máximo 72 horas y le indicaron que volviera a su domicilio. Por la prueba, una consulta médica, oxígeno y placas torácicas se cobró a la familia de Martha $25,000.00.
Tres días después, el viernes 20 de marzo, recibieron un correo en el que el hospital ABC les notificó que los resultados tardarían 5 días más. Entonces la familia decidió comunicarse a la línea de LOCATEL para buscar el apoyo y la atención necesaria. En la línea les respondieron que personal de salud se presentaría al domicilio a tomar las pruebas y definir qué atención se les daría.
La familia de Martha esperó todo ese viernes al personal de salud, pero éste nunca se presentó. Al día siguiente, el sábado 21 de marzo, Martha presentó nuevamente temperatura. Llamaron otra vez a la línea de LOCATEL, obteniendo la misma respuesta: quédese en casa, no salgan, enviaremos personal.
Un día más de espera y confianza en que los servicios de salud llegarían. Sin embargo, tampoco se presentaron. Ese día Martha tuvo nuevos síntomas, por lo que la familia decidió “desobedecer” las indicaciones de la Secretaría de Salud y llevarla a un centro médico particular.
Al llegar al Hospital Ángeles se valoró la condición de Martha y se le diagnosticó Neumonía Viral con alta probabilidad de covid-19. Le realizaron nuevamente la prueba y se quedó internada. La familia fue informada que, dado el estado crítico de la paciente, se le atendería en terapia intensiva. Lamentablemente la condición de Martha se agravó antes de poder ser trasladada a terapia intensiva y falleció en las primeras horas del lunes 23 de marzo. Unos minutos después les entregaron los resultados de la prueba: positivo en covid-19.
La Secretaría de Salud no sólo no llegó nunca al domicilio de Martha, como lo prometió las veces que la familia se comunicó a la línea de LOCATEL; además, no reconoció la muerte de Martha por covid-19 en su conferencia de prensa de ese día.
Familiares, como su hija Maritania -defensora de derechos humanos, luchadora social, participante activa en la defensa de la educación pública y gratuita desde la huelga de la UNAM de 1999- denunciaron en redes el caso. Fue hasta entonces (37 horas después) que las autoridades reconocieron la muerte de Martha como parte de las víctimas de covid-19.
Este caso es una muestra de la ineficiencia y negligencia de las autoridades de salud. Se trata de una familia entre miles que sufrirán las consecuencias de la pandemia en México.