Luego de años de desinversión educativa, y a sólo meses de las elecciones nacionales, en Lomas de Zamora se están iniciando algunas obras en escuelas como la Secundaria Nro 14, que lejos de constituir soluciones de fondo, son simples parches que no revierten el derrumbe de la escuela pública, su lenta destrucción y ataque por parte de gobiernos nacionales, provinciales y municipales.
Viernes 17 de abril de 2015
Los años electorales pueden revelarnos muchas cosas, entre ellas, la mágica capacidad que poseen algunos políticos para, de repente, sacar fondos que decían no tener o, incluso, descubrir las “falencias de la gestión” y resolverlas en un abrir y cerrar de ojos.
Así, en lo que a política educativa respecta, se comienzan a acelerar los ritmos de algunas obras en ciertas escuelas para -según cálculos de algunos candidatos- sumar votos, mostrar gestión y supuesta preocupación por la educación. No obstante, se trata de parches que de ninguna manera revierten la crisis educativa producto de años de desfinanciamiento de la escuela pública, que la década K no hizo más que acrecentar y profundizar. Quieren barrer bajo la alfombra y patear para adelante la decadencia, o a lo sumo hacer arreglos de las partes visibles en honor a la apariencia.
Esto parece acontecer en la Escuela Secundaria Nº 14 de Temperley, partido de Lomas de Zamora, donde por estos días el jefe de Gabinete del distrito -Guillermo Viñuales- se pasea pavoneándose mientras calcula cuánto le sumarán las obras para la reputación de su jefe, Martín “que voy, que vengo” Insaurralde.
Luego de años de reclamos ininterrumpidos, de lucha de los estudiantes y de decenas de pedidos formales a la Dirección General de Escuelas para que den soluciones al tema de la infraestructura, la municipalidad se decidió a intervenir. Pero lo paradójico del caso es que Viñuales, a través de las redes sociales, parecía felicitarse a sí mismo por la puesta en marcha de las tan esperadas obras en la escuela. Afirmaba que “gracias al plan de trabajo implementado por el Intendente Municipal Martín Insaurralde decidimos tomar otro camino. Tampoco podemos afrontar la totalidad de los arreglos, pero junto al equipo directivo y el centro de estudiantes pudimos trazar las prioridades para poder comenzar a resolverlas cuanto antes y así avanzar”. Si contamos los años que lleva Insaurralde gobernando Lomas de Zamora hay dos opciones: o se equivocaron de camino y pusieron reversa para develar la crisis educativa del municipio (para emparcharla mínimamente a través de algunos arreglos edilicios) o claramente se sentaron a esperar el momento más propicio para sacar provecho del año electoral que tan ansiosos tiene a kirchneristas y a opositores.
Entre las obras que se están realizando se está construyendo un playón deportivo en el terreno lindante al establecimiento mencionado, una larga deuda pendiente de la escuela que en 2014 adoptó la modalidad de educación física y sólo tenía un gimnasio lleno de goteras y roedores, para su funcionamiento.
El árbol no tiene que tapar el bosque
Dentro de la Secundaria Nº 14, una de las históricas del distrito, se encuentra emplazado el Palacio Sansinena o, como se lo llama tradicionalmente, “el castillo”. Se trata de una edificación de fina arquitectura inglesa construida a fines del el siglo XIX, que luego de un incendio en enero de 2005 tuvo que inhabilitarse, encontrándose desde ese momento cerrado, sin uso y en un estado de abandono que da lugar a nidos de ratas y palomas, que generan malos olores, mobiliario de estilo totalmente destruido, vidrios rotos, entre otras pérdidas. Posee ciertas partes con peligro de derrumbe, bajo la vista gorda de la Dirección General de Escuelas.
El castillo abandonado cumplió ya diez años, década en la cual ni el gobierno nacional, ni el provincial, ni el municipal dieron una solución al grave problema edilicio que atraviesa el establecimiento.
La comunidad educativa no se ha quedado de brazos cruzados. Fueron los mismos alumnos encabezados por el Centro de Estudiantes quienes el año pasado realizaron una sentada de varios días reclamando por las mejoras edilicias. El objetivo principal era la refacción y colocación de estufas en las aulas, luego de casos de docentes que se han descompuesto dando clases por las pérdidas de gas, sin contar lo difícil que resultaba estudiar en aulas que, a falta de ventanas, tampoco tenían un mínimo sistema de calefacción.
Pero no hay maquillaje que tape la realidad: nada de lo que se está haciendo es un regalo, ya que la municipalidad interviene en las escuelas de Lomas de Zamora recién después de que la comunidad educativa, sobre todo los jóvenes estudiantes, se pusieran de pie, mostrando cómo la administración de Daniel Scioli abandonó la educación pública. Pero claro, ahora son socios en las elecciones y se "emparchan" mutuamente. Algo parecido a lo que pasó en la Escuela Laboral Nº 1 de Lomas de Zamora, a la cual la municipalidad "le puso" la plata, pero solo luego de seis meses de toma por parte de los padres.
Saludamos la construcción del playón y toda obra de refacción que ayude a mejorar el establecimiento, y sostenemos que constituye un deber, una responsabilidad indelegable del Estado invertir en la escuela pública. Es un derecho de toda la comunidad, sabiendo que millones de pesos se van para financiar la escuela privada religiosa que recibe subsidios millonarios. Estas mismas escuelas privadas son las que reciben matrícula de alumnos que vienen de escuelas públicas, aunque de esto tampoco se enteró Viñuales, ya que sostiene que “la escuela posee una matrícula muy elevada y asisten alumnos de todas partes del distrito”. Nuevamente se le olvidan algunos detalles: cierre de cursos, aulas con menos de 10 alumnos, deserción escolar. Realidades que ya son imposibles de ocultar.
Ante el lanzamiento de su precandidatura a gobernador junto a Scioli, Martín Insaurralde, el “farandulero" que emergió a la política de la mano de Duhalde, el lobbista de empresas constructoras, el que afirmó la comodidad de vivir en Puerto Madero, el que coqueteó con Massa, busca mostrar que se ocupa de la educación mientras mantiene la decadencia como política central para escuelas y hospitales de su distrito.
La educación en jaque
Los conflictos docentes del año pasado y de este permitieron visualizar masivamente ante miles de personas el estado real de la educación pública en nuestro país donde, como detallamos en el presente artículo, la infraestructura está en estado de alerta, donde los salarios docentes no llegan a la mitad de la canasta familiar, donde los comedores cuyos cupos cubren la mitad de alumnos sirven comida deplorable, donde el vaciamiento de nuestra obra social IOMA se desarrolla sin pausa, y donde en definitiva, más de diez años de "década ganada" han dejado a la educación pública en un estado de crisis total, a pesar de los discursos y las sonrisas para la foto.
Recientemente, la noticia de la falta de pago de su sueldo a cientos de docentesen la Provincia de Buenos Aires, con epicentro en el partido de Tigre, donde el pasado fin de semana tomaron la Jefatura Regional exigiendo el pago inmediato -y siguen con medidas de lucha-, fue un nuevo escándalo que muestra a las claras cual es el panorama educativo y cuál será la política para los próximos años.
Somos los docentes, junto a los auxiliares, padres y alumnos, es decir la comunidad educativa, los únicos interesados en mantener la educación pública, gratuita y de calidad, en lucha contra los gobiernos que, a pesar de los parches, se empeñan en vaciarla y aportar en su decadencia año tras año.