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Red Internacional
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Del Editor Al Lector. Cuando los trabajadores hacen La Izquierda Diario

Desde que nacimos, cientos de corresponsales han ayudado a hacer La Izquierda Diario. Escribiendo no solo de conflictos sindicales. También enviando denuncias sociales y opiniones políticas. Pero en los tres últimos días, cientos de testimonios poblaron el diario. El principal motivo fue el paro nacional del 31 de marzo. Queremos aprovechar para hacerles una propuesta.

Miércoles 1ro de abril de 2015

“Estos dirigentes hacen la vista gorda a las necesidades de los telefónicos”. “No me sorprende la posición de no parar de Baradel, está más preocupado por un lugar en las listas oficialistas que los derechos de los docentes”. “La Unión Ferroviaria no para porque está prendida con el Gobierno”. “Caló más que dar libertad de acción tendría que haber afirmado el paro”. “A los dirigentes del SUTNA los adorna el Gobierno”. "Hay muchos municipales jujeños que cobran de manera precaria 300 o 500 pesos. Por eso es importante este paro activo”.

Cientos de testimonios, de decenas de gremios, varias ciudades. Mucho tiempo antes de que cese el ruido de las máquinas y se vacíen las estaciones, muchísimos trabajadores tomaron la palabra en La Izquierda Diario. Para denunciar a las cúpulas que no quieren parar por sus transas con el Gobierno. Para contar los argumentos con que convencieron a sus compañeros. Para aportar algo al triunfo de la huelga. Como aquel que contaba que en el paro anterior los piquetes no cubrieron todas las entradas al Parque Industrial, y acerca un buen dato: “es una pequeña colaboración para que el bloqueo sea efectivo”. Todos sabemos que los piquetes ayudan a “convencer” que allí no se trabaja.

Hasta para plantear una diferencia. Uno dice que “parar con Moyano no está nada bueno”, otros le contestan que “en los últimos paros nacionales se recontra vio la diferencia del sindicalismo combativo con las acciones en Panamericana”.

Porque los debates corren. “En tiempos normales, pacíficos, el obrero arrastra en silencio su carga. Durante una huelga, proclama en voz alta sus reivindicaciones” decía Lenin al escribir Sobre las huelgas. Al hombre le apasionaban tanto las luchas de la clase obrera como la forma en que esta podía difundirlas en sus propios medios.

Igual que a nosotros.

Entonces el lector, ante el hecho político o social que conmueve su rutina, se convierte también en cronista. Y esa es una de las aspiraciones de La Izquierda Diario desde que nació. “Nuestras páginas están abiertas para sumar colaboradores y colaboradoras. Queremos dar voz a quienes no la tienen en los medios masivos tradicionales”. No solo para informar. Porque como dice una obrera de la Alimentación: “Daer está con los patrones y no quiere dar lugar a la Iiquierda". Y justamente nosotros, además de contar lo que pasa, queremos ayudar a que las ideas y propuestas de la izquierda y el sindicalismo combativo multipliquen su influencia.

Estos días, las iniciativas vinieron de parte de nuestros corresponsales en las zonas industriales. Usaron las redes sociales, el whatsapp y todo medio que sirviera para recoger todos esos testimonios. Si todos paran el 31, ¿por qué el SMATA no para?; ¿por qué Daer no hace asambleas?Las preguntas corrían por los celulares y de boca en boca. Otros hacían reportajes mientras repartían el periódico La Verdad Obrera en grandes fábricas.

La burocracia quiere que, aun en tiempos de huelga, sigamos en silencio. Como nos cuentan algunos, “el paro está muy bien, pero acá dentro todavía nadie nos informa nada”; “los trabajadores no fuimos consultados”. Nuestros corresponsales, por el contrario, quieren que esas voces tapen el ruido de las máquinas, que no las guarden para escupirlas en solitario.

Las semanas previas, algunos delegados elegían las notas que les parecían más interesantes y se las mandaban a sus compañeros. Una gran idea. Ahora dieron un paso más: preguntarle a sus compañeros qué opinan, escribir, mandar fotos (dicen que una imagen a veces vale mil palabras). No solo para que las posiciones de los luchadores clasistas y la izquierda –que viene de sacar 1,2 millones de votos– lleguen más lejos; sino para que esos trabajadores tengan una posibilidad de comprometerse más. Porque, ¿qué pasaría si muchos de ellos deciden tomar la posta ayudando a difundir y escribir notas? Ampliar nuestra red de corresponsales no solo sería buenísimo para que el diario refleje mejor el mundo obrero: estaríamos más organizados, seríamos más fuertes.

Los días previos nuestros nuevos cronistas reflejaron la bronca y los preparativos. El 31 los grandes medios no pudieron evitar la realidad del sindicalismo de izquierda. Pero nuestros cronistas siguieron hablando desde los piquetes, fotografiando las puertas de las fábricas y los hospitales en silencio.

Ha sido un gran paso, pero tenemos que seguirla. Sumate a hacer junto a nosotros La Izquierda Diario.