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Red Internacional
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Tratado de Libre Comercio. ¿Cuánta sumisión es necesaria para no salir del TLCAN?

Factores extra económicos enmarcan la negociación del TLCAN 2.0. La administración de Trump mantiene sus posturas inflexibles sobre sus objetivos bajo la amenaza de salir del acuerdo. Las principales Cámaras empresariales de los tres países llaman a mantener el TLCAN, sus negocios y la explotación del trabajo en la región de América del Norte.

Gabriel Bagundo

Gabriel Bagundo México | @g_bagundo

Martes 23 de enero de 2018

El lunes 22 comenzaron las reuniones “técnicas” para el inicio formal de la sexta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte 2.0 que inicia este martes. Esta ronda tendrá como sede la ciudad de Montreal, Canadá. Durante las primeras cinco rondas se han tenido muy pocos avances sustanciales de este pacto que cumple ya 24 años.

Se espera que en los próximos días se aborden temas como anticorrupción, comercio digital, medidas regulatorias, normatividad fitosanitaria y telecomunicaciones.

Factores extraeconómicos complican la negociación

Las negociaciones del TLCAN 2.0 están enmarcadas no sólo por importantes contradicciones económicas sino también apresuradas por cuestiones políticas. Previo al inicio de la negociación, la administración de Donald Trump se enfrentó al cierre presupuestal del gobierno por las presiones políticas que enfrenta en el Congreso. En México y Estados Unidos se celebrarán elecciones este año y cualquier renegociación del TLCAN tiene que ser aprobada de manera acelerada bajo el riesgo de que los ciclos políticos en ambos países lo detengan.

El cronograma para aprobar cualquier nuevo acuerdo es complicado incluso por los trámites que en cada país se deben de realizar para legislar las modificaciones que se acuerden… si es que éstas se logran.

EEUU exige una profunda subordinación

La sexta ronda inicia con importantes diferencias entre Canadá, Estados Unidos y México. Trump ha insistido -utilizando sus usuales vías no diplomáticas- en un posible abandono del acuerdo. A México le exige una importante subordinación para que por esa vía pueda obtener los recursos necesarios para financiar “el Muro”, una de sus principales promesas de compaña.

Si bien la dinámica de la industria energética regional (favorecida por la Reforma Energética aprobada en México) le ha permitido a EEUU reducir el déficit comercial en este sector de una manera muy sustancial, ahora busca importantes compromisos en la industria automotriz. EEUU negociará y presionará para que exista un aumento en el contenido de autopartes producido en su país por cada automóvil que se comercialice en la región.

Los negociadores de Canadá tampoco llegan en las mejores condiciones a la mesa de Montreal. La administración de Justin Trudeau promovió quejas ante la Organización Mundial del Comercio por la implementación de nuevos aranceles en la industria de la madera, el papel periódico y el sector aeronáutico. Estos “codazos” fuera de la mesa complican la negociación.

Las cámaras patronales piden no salir del TLCAN

Frente a las amenazas de Trump acerca del abandono del Tratado en caso de no conseguir toda la subordinación que espera, han respondido las organizaciones patronales de los tres países. Ya no son sólo las empresas vinculadas a laindustria automotriz sino un importante grupo de las organizaciones empresariales y patronales más importantes en EEUU, México y Canadá quienes están abogando por sus negocios, la explotación del trabajo en la región y la “libertad en el comercio”.

Debido a la importante integración productiva de la región y a las cadenas de valor integradas, por lo menos 5 millones de empleos en EEUU dependen directamente del TLCAN. Para México la incertidumbre frente al futuro de la renegociación mantiene el tipo de cambio a la defensiva. También la Encuesta Global a los CEO´s del PwC recientemente presentada en el Foro Económico Mundial de Davos, reveló que México pasó del lugar 8 al 13 para invertir. Este cambio se atribuye fundamentalmente a la incertidumbre que rodea la economía mexicana.

Urge un “plan B” frente a los ataques imperialistas

El gobierno de Peña Nieto y sus funcionarios carecen de un Plan B que proteja a la economía nacional de los embates del imperialismo norteamericano, a los trabajadores y el nivel de vida de los sectores populares. Su única apuesta ha sido por la profundización de los negocios capitalistas y la subordinación política y económica a EEUU.

Si la renegociación del TLCAN 2.0 falla, será necesario implementar un “plan B” radical que evite la pérdida de empleos, la fuga de capitales, la elevación de precios de productos básicos y la carencia de productos industriales.