Te presentamos el informe final de marzo del Observatorio de Conflictividad Laboral de La Izquierda Diario. ¿Con cuántos conflictos terminó marzo? ¿Quiénes las convocan, los sindicatos o los autoconvocados? ¿Empezaron las luchas por "recuperar lo perdido"? ¿En qué ramas hay más luchas? ¿Cuál es el principal reclamo? ¿Está más “caliente” el interior o la zona metropolitana? Un informe con el fin de potenciar las luchas de la clase trabajadora.
Miércoles 7 de abril de 2021 13:00
Desde La Izquierda Diario lanzamos los observatorios para conocer a fondo qué pasa con la clase trabajadora. Tanto su situación como también las luchas que está llevando adelante.
En el relanzamiento de La Izquierda Diario el 24 de marzo ya presentamos el primer informe de marzo del Observatorio de Conflictividad Laboral de La Izquierda Diario (OCL-LID). En las últimas horas terminamos de procesar los datos finales que te presentamos en esta nota.
Con el total de los datos registrados podemos confirmar que estamos asistiendo a un período de aumento de la conflictividad laboral con características propias. Entre ellas: fenómenos de autoconvocados, métodos radicalizados de lucha, la coordinación entre sectores, y la emergencia de sectores precarios.
Desde el OCL-LID [1] queremos visualizar esta realidad, que los grandes medios de comunicación no muestran. Realizamos este informe a partir del relevamiento de distintos medios, nacionales y locales, de los centros urbanos más importantes del país desde comienzos de marzo [2].
Lo que queremos registrar es la conflictividad laboral protagonizada por la clase trabajadora en su conjunto (ocupados y desocupados). Esta decisión metodológica tiene un motivo: buscamos registrar es la conflictividad de la clase trabajadora con el fin de potenciar sus luchas en la crisis actual.
En el análisis de los conflictos se tuvieron en consideración las siguientes variables: la provincia/localidad del conflicto, la rama productiva, el sector (privado o público), las principales acciones de lucha, las demandas centrales que atañen la relación capital-trabajo (como por ejemplo despidos, suspensiones, salario, condiciones de salud e higiene, etc), contra quién se realiza la medida, las organizaciones convocantes y sectores que se solidarizan en apoyo. Al mismo tiempo, pretendemos que sean parte del análisis cualitativo de los datos los conflictos que exceden lo laboral pero que forman parte de las condiciones de vida de la clase trabajadora, así como las demandas que referencian a la reproducción social, a la vivienda, al medio ambiente, a la violencia de género, a los derechos humanos, entre muchas otras.
Informe mensual- marzo del Observatorio de Conflictividad de La Izquierda Diario
Según los datos registrados por el OCL- LID durante el mes de marzo se observan 200 acciones conflictivas que corresponden a 138 conflictos. Si analizamos la situación económica luego de un año de pandemia, retomando el informe del Observatorio de despidos Durante La Pandemia, observamos que la incipiente recuperación económica no permite alcanzar los valores de la economía previos (y tampoco deseables) a la pandemia. Si bien el empleo formal no ha representado una gran caída durante el año 2020, lo que ha predominado es el ataque al salario real tanto por vía de la inflación como por una reducción salarial durante la pandemia. Esto nos abre la pregunta si este panorama no puede estar influyendo en la actual conflictividad, nos preguntamos si las luchas actuales no pueden estar motorizadas por recuperar lo perdido ya sea el aumento salarial o el reclamo por el pase a planta.
Dentro de los 138 conflictos registrados el 66.7% corresponde al sector formal, el 27.3% al sector informal y el 6% a desocupados. Un aspecto que creemos importante resaltar es que el porcentaje de conflictos en el sector informal puede estar subrepresentado ante la ausencia de registro.
A su vez, dentro de los 138 conflictos podemos observar la distribución según sector, vemos que el 50% se desarrollan en el sector privado, mientras que el 44.2% corresponden al sector público. Si comparamos estos datos con los proporcionados por Nava y Grigera (2020) quienes afirman un aumento en el período pos ASPO de los conflictos en el sector privado (48.8%) y una baja en el sector público (pasando de ser en el período pre ASPO el 53.4% de los conflictos a un 32.7%), observamos que durante el mes de marzo del 2021 también predominan los conflictos en el sector privado aunque también los conflictos en el sector público vemos una cierta recuperación. Creemos que esto se debe al aumento de la conflictividad dentro de este sector debido a los conflictos protagonizados por los trabajadores de la administración pública, educación y salud.
Además de las tendencias generales de este mes que destacaremos durante el informe, destacamos las luchas de los trabajadores de salud en Neuquén que se desarrolló durante todo el mes de marzo, sus demandas por el pacto salarial del gobierno provincial que fueron aceptadas por sus gremios, y por mejores condiciones de trabajo. Los trabajadores autoconvocados organizados en asambleas representan a 20 hospitales, han votado diversas medidas desde cortes de ruta hasta paros y acampes. La última caravana por el centro neuquino contó con el apoyo de amplios sectores de la población y particularmente por los trabajadores de UOCRA. Por último, queremos destacar la huelga vitivinícola de Mendoza y Salta. Particularmente en Mendoza los trabajadores impusieron un paro activo con cientos de cortes en las puertas de las bodegas. Esta lucha también fue protagonizada por trabajadores autoconvocados que pelean por aumento salarial y contra las terribles condiciones laborales.
¿Cuáles son las demandas que motorizan los conflictos?
Tomamos la distinción que realiza el Ministerio de Trabajo entre conflictos y acciones conflictivas. Refiere a las acciones conflictivas, “simultáneas o sucesivas ”, en el tiempo dentro del desarrollo de un conflicto general.
En este apartados nos queremos detener es en las demandas que motorizan estos conflictos. En el gráfico N°1 se puede observar la distribución de los conflictos según el tipo de demanda.
Gráfico N°1: Porcentaje de conflictos, según tipo de demanda
Elaboración propia en base a medios nacionales y provinciales
Un primer dato a destacar es que la mayor cantidad de conflictos se desarrollan por el salario, si sumamos los conflictos por la recomposición salarial y por paritarias (35.6%) con los conflictos por pagos adeudados (12.6%) vemos que un 48.2% de los conflictos se debe a las condiciones salariales. Esto puede encontrar su explicación en que el salario real viene en caída ya sea por el aumento de la inflación (29% según las estimaciones oficiales y entre un 40% y un 50% según las consultoras privadas), o por el ataque directo al salario que durante el año pasado afectó a casi 3 millones de trabajadores [3]. Sobre esta base es que pretendemos analizar las dinámicas de la conflictividad durante el mes de marzo tanto del sector informal como del formal. En ese marco, es que los salarios se degradan progresivamente y sobre esa base puede explicarse el aumento de la conflictividad laboral por el salario.
En segundo lugar, observamos que aunque desde el Gobierno se intente mostrar que no hay despidos debido a la prorrogación hasta fin de año del DNU que prohíbe las suspensiones y despidos, vemos que un 12.6% de los conflictos es por la reincorporación de trabajadores despedidos, sumado a un 3% de conflictos que se deben a cierres de planta por lo que también las demandas están relacionadas a la continuidad y recuperación de los puestos laborales, y la demanda por la creación de puestos de trabajo (4.4%), suman un total del 20% de los conflictos.
Por último, observamos que si sumamos el reclamo por condiciones de trabajo (8.9%) con los reclamos específicos de condiciones de trabajo relacionados al Covid- 19 en lo que refiere a la seguridad e higiene (8.1%)- concentrados principalmente en salud y educación- , da un total de 17% de los conflictos que se explican por las condiciones laborales.
Sin embargo, si analizamos estas demandas según si el sector es formal o informal cambia el tipo de demanda principal. Mientras que en el primero priman las demandas por recomposición salarial y paritarias (45.9%), en el segundo prima la demanda por pase a planta (6.1%), seguida por el reclamo por recomposición salarial (21.7%) y luego por la demanda por condiciones laborales (17.4%). Respecto a la principal demanda del sector informal que es el pase a planta permanente, podemos nombrar a diversos conflictos como los trabajadores de salud en Neuquén, del Hospital Larcade en Buenos Aires, en común coordinación entre los trabajadores formales junto con los contratados y eventuales. A su vez, observamos esta pelea en los trabajadores tercerizados del ferrocarril Roca, de Aerolíneas Argentinas, de Edesur, y es destacable el ejemplo de Mondelez Planta Victoria donde los propios trabajadores de la fábrica y de otros gremios apoyaron la lucha de los trabajadores de la alimentación que pelean para que los contratados sean efectivizados.
Los datos proporcionados por el gráfico N°1 los podemos comparar con los que el informe del Observatorio del Conflicto Social y Laboral de la Provincia de Buenos Aires acerca de las demandas de los conflictos particularmente laborales. En primer lugar, encontramos un aumento dentro de la distribución de los conflictos por salario en aquellos que se deben a la demanda por recomposición salarial y paritarias (mientras que registran un 5.5%, esta cifra aumenta a un 35.6) y una disminución de aquellos que refieren a los pagos adeudados y reducciones salariales (pasando de 30.5% a un 12.6%). Una tendencia similar observan Nava y Grigera (2020), las demandas salariales (que ya eran mayoritarias) durante el período ASPO aumentan pero en este caso impulsadas fundamentalmente por reclamos de pagos adeudados o contra reducción de los salarios. En segundo lugar, encontramos un cambio en cuanto a las principales demandas, mientras que en los cuatro primeros meses de la pandemia estos estaban centrados por igual en los salarios (35%) y en las condiciones de seguridad e higiene (30%). Actualmente encontramos que se ha dado un aumento de los conflictos por salario (del 30 al 48.2% en el mes de Marzo), mientras que los conflictos con demandas ligadas a las condiciones de seguridad e higiene se redujeron del 30% al 8.1%.
Por otro lado, además de estos conflictos que atañen a lo estrictamente laboral, encontramos otro tipo de conflictos que no son parte de nuestro análisis cuantitativo pero que no queremos dejar de mencionar porque forman parte de las luchas por las condiciones de la clase trabajadora. En este sentido, en casi todas las provincias se produjeron movilizaciones por el día internacional de la mujer del 8 de marzo, con la demandas por basta de violencia de género, Justicia por Úrsula, contra la superexplotación del trabajo que la pandemia profundizó, por los derechos laborales de las trabajadoras, entre otras. Además, de las movilizaciones que se produjeron en Chubut a causa de los incendios en la Comarca Andina. A su vez, se desplegaron distintas acciones convocadas desde las organizaciones sociales (Movimiento de desocupados) en el marco del “Marzo Piquetero” a nivel nacional.
Otro dato importante de este mes fueron las acciones de movimiento sociales y cooperativistas, en el marco del aumento de la inflación y la pobreza. Entre ellos puede mencionarse la “jornada nacional piquetera” convocada por distintos movimientos sociales independientes del gobierno, dentro de los cuales se nuclean trabajadores y trabajadores desocupados y cooperativistas. Denuncian que actualmente perciben un salario de 10.500 pesos, muy lejos de la canasta básica familiar y del salario mínimo. En el marco de esta jornada se realizaron cortes y movilizaciones en distintos puntos del país con epicentro en la zona metropolitana. Las principales demandas de estas movilizaciones fueron el aumento de salarios para los y las cooperativistas, además del aumento de programas sociales y asistencia en los comedores. En Capital Federal, se realizó un acampe por las 33 cooperativistas despedidas por Larreta donde además denuncian que los salarios rondaban en 15 mil pesos; en Misiones mientras se movilizaban para reclamar materiales y proyectos de trabajo en construcción fueron reprimidos por la policía que mantiene detenidos hasta el día de hoy a cooperativistas. En las últimas semanas de este mes resurgió el reclamo el de tierra y vivienda protagonizado por vecinos de Rafael Castillo quienes realizaron una movilización al municipio junto a otras recuperaciones de tierras de La Matanza.
¿Cuáles son las ramas con mayor conflictividad?
En el gráfico N°2 pretendemos analizar la distribución de los conflictos según su rama productiva, en ese marco las ramas que se destacan por su nivel de conflictividad es el sector de salud e higiene con el 18.2%, le sigue el sector transporte y almacenamiento con el 15.3%, en tercer lugar los estatales con el 14.6%, y luego educación con el 10.2%.
Gráfico N°2: Porcentaje de conflictos según rama productiva
Fuente: elaboración propia en base a medios nacionales y provinciales.
Es destacable el nivel de conflictividad de los trabajadores de salud e higiene, tanto del sector público como del sector privado. Los principales reclamos son por recomposición salarial y paritarias, y por mejores condiciones laborales. Estos datos muestran que luego de un año de pandemia y ser la “primera línea” para enfrentar la crisis sanitaria sigue siendo un sector desfinanciado por parte del Estado.
En el marco de la escalada de casos y la segunda ola, emerge la conflictividad del sector de la salud privada, donde esas peleas generales por aumento salarial y condiciones de trabajo se expresaron en la jornada nacional del paro de sanidad convocado por Daer el 26 de Marzo. Fue un paro con un amplio acatamiento, con asambleas para prepararlo, expresando el malestar de la base de los trabajadores de salud, que fueron las que le impusieron a un sector de la CGT tener que convocar a medidas más radicales. Dentro de esta situación, destaca como conflicto emblemático, la Clínica San Andrés en Caseros, que está paralizada, donde hay 144 trabajadores de la salud defendiendo sus puestos de trabajo, y peleando por su reactivamiento, dado que en la Clínica cuentan con 90 camas, 12 respiradores, un tomógrafo e insumos que hoy no están siendo utilizados y que son fundamentales para afrontar la crisis sanitaria.
A su vez, los docentes representan una rama importante en la conflictividad laboral. La mayoría de los conflictos docentes se realizaron el 1 y 2 de Marzo con el regreso a clases por las condiciones de salubridad e higiene para la vuelta a clases, además del reclamo por la recomposición salarial. Las medidas de lucha se caracterizaron por paros, movilizaciones, marchas y concentraciones, principalmente en Mendoza, Neuquén, Tucumán, y Provincia de Buenos Aires. Observamos como tendencia que dos de los sectores esenciales, es decir salud como docentes, estarían siendo sectores dinámicos en la conflictividad laboral.
Respecto a los trabajadores del transporte y almacenamiento, destacan conflictos como el de los trabajadores del Subte de CABA que han paralizado el servicio por el incumplimiento de la empresa en los protocolos sanitarios, y el paro en los puertos convocado por la Federación de Estibadores Portuarios Argentinos con un amplio acatamiento que reclaman por recomposición salarial. A su vez, los trabajadores estatales también están protagonizando múltiples conflictos de sectores municipales y encontramos que en su mayoría es por la recomposición salarial y las paritarias.
¿Qué actores convocan a los conflictos?
Tal como mencionamos en el primer informe realizado por el OCL-LID, observamos una tendencia durante las primeras semanas de marzo al predominio de las acciones convocadas por trabajadores autoconvocados o por organizaciones de base. Lo cual podría expresar un creciente malestar con las cúpulas sindicales que se empieza a percibir en estos fenómenos de autoorganización y autoconvocados en distintos gremios y lugares del país. En el gráfico N°3 observamos el porcentaje de conflictos según tipo de organización convocante durante el mes de marzo.
Gráfico N°3: porcentaje de conflictos según tipo de organización convocante
Fuente: elaboración propia en base a medios nacionales y provinciales.
Esta tendencia se mantiene, siendo el 36.3% de las acciones convocadas por autoconvocadas por trabajadores autoconvocados y un 11.1% por organizaciones de base. Lo cual da cuenta de que el 47.4% de las acciones son convocadas por fuera de las cúpulas sindicales. Sin embargo, en los sectores con alta conflictividad también se han producido paros contundentes convocados por los sindicatos, un ejemplo de esto es el paro de sanidad convocado por FATSA CGT, que tuvo un alto nivel de acatamiento ya que fueron 33 hospitales, sanatorios y clínicas de la Capital Federal que pararon por 3 hs en cada turno el día 26 de Marzo.
Por otro lado, dentro de los conflictos impulsados por trabajadores autoconvocados podemos nombrar a diversos hospitales de las provincias (el Hospital de Clínicas, Hospitales de Mendoza, y Hospitales de Neuquén), sectores de docentes de Salta, Chaco, Misiones, Santa Cruz, y Tucumán, trabajadores de transporte como en Tucumán las líneas 8, 18 y 31 o en Chubut la línea 22, los trabajadores de Pedidos Ya, los trabajadores de Hey LATAM, los trabajadores de Arrebeef, entre otros. Podemos observar un fenómeno creciente referido al cuestionamiento desde las bases de los sindicatos a la inacción de los dirigentes , expresándose en la autoorganización y autoconvocados (33%) y por parte de las distintas organizaciones de base como las Comisiones Internas y Asambleas (13.8%) que en total suman el 46.8% de los conflictos. Entre estos dos tipos de organizaciones que convocan a conflictos superan el porcentaje de la convocatoria de los sindicatos por casi un 8%, a la vez que resulta un dato novedoso la cantidad de conflictos convocados por los autoconvocados.
Otro dato importante de este mes, es la “jornada nacional piquetera” convocada por distintos movimientos sociales independientes del gobierno, dentro de los cuales se nuclean trabajadores y trabajadores desocupados y cooperativistas. Denuncian que actualmente el sector cooperativista percibe un salario de 10 mil pesos, muy lejos de la canasta básica familiar y del salario mínimo. En el marco de esta jornada se realizaron cortes y movilizaciones en distintos puntos del país con epicentro en la zona metropolitana. Las principales demandas de estas movilizaciones fueron el aumento de salarios para los y las cooperativistas, además del aumento de programas sociales y asistencia en los comedores. En Capital Federal, se realizó un acampe por las 33 cooperativistas despedidas por Larreta donde además denuncian que los salarios rondaban en 15 mil pesos; en Misiones mientras se movilizaban para reclamar materiales de construcción y útiles escolares fueron reprimidos por la policía que mantiene detenidos hasta el día de hoy a cooperativistas.En catamarca ATE convocó a los municipales a movilizarse por aumentos salarios, lo cual tuvo acatamiento en 10 municipios.
Las acciones de lucha
Al observar los datos acerca de los métodos utilizados por los trabajadores en los conflictos, encontramos que lo que predomina son las movilización, caravana o concentración (35.8%), seguida por medidas de paro (25.6%), y los cortes y bloqueos (19,5%).
Gráfico N°4: Porcentaje de actividades conflictivas según tipo de medidas
Fuente: elaboración propia en base a medios nacionales y provinciales.
En el gráfico Nº4 podemos observar que un porcentaje alto de los conflictos incluyen métodos radicalizados. Un 19,5% de las acciones corresponden a cortes y bloqueos, sumándose un 1.6% de ocupaciones de fábrica. Según el Ministerio de Trabajo, en el mes de noviembre del 2020 los cortes, bloqueos y ocupaciones constituyeron el 9.7%, mientras que en diciembre un 12.5%. En esa tendencia creciente, en el mes de Marzo observamos a partir del relevamiento del Observatorio de Conflictividad que el porcentaje de cortes, bloqueos y ocupaciones constituye el 21,1% de las medidas.
Un dato que es destacable es la utilización de métodos que incluyen respuestas más duras desde distintos sectores de la clase trabajadora. Distribuyéndose en las distintas provincias, y destacado es el caso de Neuquén, donde los trabajadores llevan adelante una asamblea interhospitalaria donde confluyen distintos sectores de la salud.
Por otro lado, destacar el caso de Mendoza con el histórico paro vitivinícola y la lucha que están llevando a cabo los trabajadores con métodos radicalizados como cortes o bloqueos en las puertas de las bodegas. Donde además se puede observar el apoyo y la solidaridad que les hacen llegar los diferentes sectores.
La distribución geográfica de los conflictos
Gráfico N°5: Porcentaje de conflictos, según provincia
Fuente: elaboración propia en base a medios nacionales y provinciales.
Si observamos los resultados que arroja el Gráfico N°5 observamos que las provincias en las que se concentra la mayor cantidad de conflictos son Buenos Aires (19.6%), Capital Federal (10.6), Neuquén (10.5%) y le sigue Tucumán (8%). Encontramos que la conflictividad laboral tiene lugar en la mayoría de las provincias, por lo que la distribución porcentual se divide por la amplitud de esta conflictividad en el país. Sin embargo, si miramos en fino encontramos como dato llamativo que la conflictividad en la zona metropolitana del país constituye el 30.2% (entre el porcentaje de CABA y PBA). Mientras que, por ende, en el interior del país se concentra la mayoría de los conflictos abarcando el 69.8% de ellos. Podemos concluir entonces, que podría existir durante el mes de marzo una tendencia donde los conflictos comienzan a desarrollarse en el interior del país. Esta tendencia es la que queremos seguir estudiando en el desarrollo de los siguientes informes, con el fin de observar si se acentúa o si por el contrario puede impactar en el AMBA aumentando este su porcentaje de conflicto.
Es un dato a destacar la conflictividad en la provincia de Neuquén donde los trabajadores de la salud de manera autoconvocada pusieron en pie la Asamblea Interhospitalaria que aglutina a sectores de la salud en lucha de toda la provincia. Observamos una fuerte impronta de coordinación de distintos sectores en conflicto, entre los trabajadores de la salud, de la educación, los ceramistas, los municipales, etc.
La coordinación en la lucha la hemos encontrado en el 25% de los conflictos del mes de marzo.
Principales conclusiones, podemos observar las siguientes tendencias:
- Es preponderante la cantidad de conflictos por las condiciones salariales, abarcando el 48.9% de los conflictos cuyas demandas son en su mayoría por la recomposición salarial y por paritarias.
- También se destacan los conflictos motorizados por las condiciones laborales y el pase a planta, lo cual sumado a los números en relación al conflicto por recomposición salarial nos puede estar hablando de que la actual conflictividad puede estar atravesada por “recuperar lo perdido”, a diferencia de lo que sucedió con la conflictividad durante el año atravesado por el ASPO.
- La recuperación parecería ser sin empleo formal, motorizada por el aumento de la informalidad, el subempleo y distintas formas de empleo degradado que permitan aumentar los ritmos de explotación y rentabilidad. Dentro de los 138 conflictos registrados el 66.7% corresponde al sector formal, el 27.3% al sector informal y el 6% a desocupados
- Observamos una incipiente coordinación en conflictos como el de los trabajadores de Salud de Neuquén, en el conflicto protagonizado por docentes autoconvocados de Misiones. El 25% de los conflictos contó con el apoyo de otros sectores.
- Destacamos la tendencia durante este mes a la convocatoria de conflictos por parte trabajadores autoconvocados, como también por parte de las distintas organizaciones de base como las Comisiones Internas y Asambleas, que constituyen un total de el 47.4% de las convocatorias.También destacamos la fuerte adhesión a las convocatorias por parte de los sindicatos en los paros por rama como en el sector Salud, y por provincias en Educación.
- Se observa una tendencia a la radicalización de los métodos de lucha por parte de la clase trabajadora, destacándose la tendencia creciente de los cortes, bloqueos y ocupaciones de fábrica. Es distintiva la evolución de la cantidad de conflictos con estos métodos más radicalizados, donde en Noviembre del 2020 constituyen el 9.7% de las medidas totales, en diciembre un 12.5% según fuentes del Ministerio de Trabajo, mientras que en el mes de Marzo observamos, a partir del relevamiento de este Observatorio, que el número de conflictos con medidas de cortes, bloqueos y tomas de fábricas asciende al 21.1%.
- Los sectores que mayoritariamente están en conflicto son los trabajadores de salud e higiene, los trabajadores de la rama transporte y almacenamiento, y educación.
- Observamos que los conflictos laborales no tienen hoy su centro en la zona metropolitana, más bien lo novedoso es que muchas de las luchas vienen del “interior” del país, donde se concentran gran parte de los conflictos (69.2%). Nos proponemos estudiar la evolución de esta tendencia para ver si ello puede impactar o no, sobre la zona metropolitana del país.
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[1] Grupo de sociólogos y sociólogas junto a estudiantes de sociología y trabajo social de la Universidad Nacional de La Plata, UNSAM norte, Universidad de Lanus, Universidad Nacional de La Matanza.
[2] Los diarios sobre los que se basa este registro son los siguientes medios nacionales: La Nación, Clarín, Página/12, Tiempo Argentino, Crónica, La Izquierda Diario, Infogremiales, Izquierda Web, Prensa Obrera, Mundo Gremial, Gremiales del Sur, Agencia CTA, Linea Sindical. Y los siguientes medios locales: Diario Uno (Mendoza); Los Andes (Mendoza); La Capital (Santa Fé); El Litoral (Santa Fé); La Voz (Córdoba); Hoy Día (Córdoba); Lmneuquén (Neuquén); Diario Río Negro (Río Negro); El Dia (La Plata); Pulso Noticias (La Plata); La Capital (Mar del Plata); El tribuno (Jujuy); Nuevo Diario (Salta); La Gaceta (Tucumán); El Litoral (Corrientes); El Esquiu (Catamarca); Diario Norte (Chaco); El Diario(Entre Rios); La Rioja (La Rioja); El Chubut( Chubut); Primera Edicion (Misiones); Tiempo de San Juan (San Juan); El Diario de La Pampa (La Pampa); Diario Formosa (Formosa).