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Red Internacional
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Educación superior. ¿Cuánto destinará la 4T a las UBBJ en comparación con la UNAM y otras universidades?

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer la ampliación de las UBBJ, sin explicar que éstas no han podido resolver el problema del acceso a la educación, pues su misión es dar lugares que otras instituciones no dan.

Miércoles 9 de noviembre de 2022

Esta semana se pondrá a discusión en el Congreso de la Unión el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), donde se establece cuánto se le destinará a las universidades públicas, lo cual es crucial para que mejore o se degrade la educación pública superior. En este contexto AMLO anunció, en la conferencia mañanera del 7 de noviembre, que las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ) tendrán 55 nuevos planteles. De ese modo es que el gobierno federal destinará más recursos a este programa de gobierno, que desde 2019 (que entró en funcionamiento) hasta la actualidad ha ejercido más de 4 mil millones de pesos.

El gobierno dice que los recursos se han invertido en la construcción o rehabilitación de sedes con instalaciones de calidad en las comunidades más apartadas del país, donde se alega que ha habido apoyos sociales a mil 168 docentes, administrativos y residentes de obra. Por otra parte, se dio a conocer una nueva cifra oficial de alumnos inscritos en esta institución, la cual es de 45 mil 581 estudiantes, quienes se dice que acceden a becas de 2 mil 450 pesos mensuales.

En aquella mañanera estuvo presente Raquel Sosa, directora general del Organismo Coordinador de las UBBJ, quien destacó que, con la fundación de este programa de gobierno, se han entregado 345 títulos y 540 certificados están en proceso de titulación, lo que fue presentado como logro de la administración del partido en el poder.

Las cifras del presupuesto

De acuerdo con el PPEF 2023, las UBBJ ejercerán mil 476 millones 399 mil 817 pesos, que serán repartidos en los siguientes rubros: 221 millones 459 mil 973 serán asignados por el concepto de “Erogaciones para el desarrollo integral de los pueblos y comunidades indígenas”; 295 millones 279 mil 963 para “Erogaciones para la igualdad entre mujeres y hombres”; y 959 millones 659 mil 881 por “Recursos para la atención de grupos vulnerables”.

Se prioriza la formación de profesionales de la salud. Por dicha razón, 40 sedes están destinadas a formar personal médico y de enfermería, con la creación de 55 nuevos planteles en los que también se impartirán ambas licenciaturas y 42 planteles más tendrán segunda carrera de salud, dando un total de 137 planteles con carreras de salud y se espera la inscripción de 60 mil estudiantes para 2023.

Mientras que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recibirá del gobierno federal 17 mil 172 millones de pesos; el Instituto Politécnico Nacional (IPN) 5 mil 18 millones; la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) 4 mil 98 millones; la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) 118 millones; el Colegio de México (ColMex) poco más de 672 millones; y la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), mil 83 millones.

Situación real de las UBBJ

Cabe resaltar que el presupuesto de las UBBJ es mucho menor al de otras universidades a pesar de ser un proyecto nacional, lo cual se refleja en la limitada capacidad de recibir más alumnos, ya que la inscripción de sus 45 mil 581 estudiantes es insuficiente para cubrir la demanda de educación superior.

Por ejemplo en la UAM, que cuenta con cinco planteles en total, de 2004 a 2021 menos de 20% de los solicitantes han sido finalmente aceptados, con una tendencia a disminuir: de 17.8% en 2004 (con 56 mil 511 candidatos) a 14% en 2017, cuando aspiraron 101 mil 645 personas, de acuerdo a los informes estadísticos de la Universidad. Lo mismo en la UNAM, que en 2004 admitió a 21.9% de los 134 mil 884 solicitantes que no provenían de sus bachilleratos; en 2017 descendió a 18.2%, con una demanda de 250 mil 692 individuos, según información de la ANUIES 2020.

Por otro lado, los mil 168 docentes, administrativos y residentes de obra de las UBBJ carecen de derechos laborales, como lo muestran las propias declaraciones oficiales, pues son considerados beneficiarios de un programa de gobierno y no trabajadores, lo que al final los pone en la total precarización y al margen del artículo 123 constitucional, lo cual se refleja en los despidos arbitrarios ocurridos en 2020 y 2021 como lo denunciaron los propios trabajadores.

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Además, en el último mes estudiantes de las sedes de Tlalpan, CDMX; Tixtla, Guerrero; y San José Iturbide, Guanajuato, han señalado que sus sedes se encuentran inservibles o en condiciones inadecuadas para tomar clases. En el caso de los alumnos de la sede Tlalpan fueron amenazados por Sosa, quien les dijo: “No estén de ociosos, no anden en la calle protestando (...) ¿A quién de ustedes les gustaría que exhibieran la historia médica de su familia?”.

A esto se suma la opacidad de la administración de las UBBJ en el manejo de los recursos, pues no hay información sobre los contratos celebrados para la construcción, ni en la Plataforma Nacional de Transparencia ni en la de Compranet, ni auditorías realizadas por la Auditoría Superior de la Federación, más que la primera realizada en 2019 (año en que entró en operación el programa) con el número 114 de Evaluación del Desempeño.

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Así, el proyecto estrella de la 4T no sólo se queda corto frente a la demanda de educación superior, sino que termina por tener una gran deuda con los estudiantes que ingresan a las UBBJ, pues no les ha dando las condiciones que merecen para que puedan desarrollarse profesionalmente; tampoco a las universidades ya existentes, pues éstas no reciben aumentos significativos de presupuesto en contraste con las fuerzas armadas, ya que en 2023 la Sedena recibirá 111 mil 911 millones 638 mil 277 pesos, lo que representa 2.4 por ciento más con respecto al año anterior.

Por lo que vemos importante que puedan vincularse las luchas de las universidades en espacios como la Asamblea Interuniversitaria, para que exista unidad entre estudiantes y trabajadores de la educación, de todas las instituciones y todos los niveles, que permita frenar los ataques a la educación pública y que exija que haya más presupuesto para ésta y no para la militarización.