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Red Internacional
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Paritarias. ¿Cuánto gana un funcionario, cuánto un trabajador?

En el día de ayer se cumplió la medida de fuerza de los bancarios, consistente en un cese de tareas durante las dos últimas horas de atención al público. Los trabajadores del sector informaron a La Izquierda Diario que la jornada se vivió con mayor tensión que en otras paritarias y una marcada presencia de activismo de las bases.

Ruth Werner

Ruth Werner @RWlaruta99

Jueves 7 de mayo de 2015

Al finalizar la jornada la Asociación Bancaria ratificó el llamado a un paro de 24 horas de no tener respuestas para el martes 12. No es para menos, los banqueros aumentaron un 57% sus ganancias con respecto al año anterior, pero a los trabajadores los quieren contentar con un 25%. También los aceiteros de Rosario fueron al paro exigiendo un 42% de aumento. Este año habrá cosecha récord de soja y otros cereales y oleaginosas. Las ganancias de los agroexportadores están sólidas pese a la caída del precio de la soja, que incluso comenzó a recuperarse levemente.

La pelea por el salario que está encarando un sector de la clase obrera es una muestra de la división de aguas que existe entre los trabajadores que fueron protagonistas del contundente paro nacional del 31 de marzo y la política de los dirigentes sindicales que una vez terminada la medida de fuerza le ofrecieron una tregua al gobierno y a las patronales para dedicarse a recorrer los despachos de los candidatos del ajuste: Scioli, Macri o Massa. El resultado está a la vista. Gobierno y empresarios aprovecharon el respiro para unir fuerzas en un frente que tiene por fin imponer un techo a los aumentos en paritarias.

Tres mentiras de un relato

Tras volver de su viaje a Rusia la presidenta obligó a borrar de un plumazo lo acordado por Armando Cavalieri con las patronales de comercio, además de poner en cuestión el acercamiento en curso entre el mismo ministerio de Trabajo y el alcahuete de Antonio Caló, líder de la CGT oficialista y de la UOM. Las paritarias nunca fueron libres, como decía el relato kirchnerista, y el sindicalismo clasista y combativo denunció una y otra vez que los funcionarios siempre buscaron imponer techos al salario. La diferencia es que esta vez ya ni siquiera es necesario aclararlo: es la misma presidenta la que pone palos en la rueda a las negociaciones salariales. Que las patronales como la UIA hayan salido, ante el tira y afloje de algunos gremios, a pedir que se fije un aumento por decreto era la conclusión lógica que iban a sacar los empresarios tras las palabras de Cristina.

El otro mito que se cae en estos días es el que volvió a repetir Carlos Tomada, aquel que dice que con el kirchnerismo los salarios le ganan a la inflación. Si se toma en cuenta que el año pasado hubo una inflación acumulada del 37%, si a esto le agregamos que el promedio de aumento salarial en paritarias (reconocido por el Ministerio de Trabajo) durante 2014 fue del 25,7% en términos efectivos, y que se calcula, además, que la suba de precios para este año estará cercana al 30% el techo del 25% que quiere imponer Cristina no es otra cosa que un robo al bolsillo de los trabajadores. Como ya denunciamos en LID de imponerse este techo se estarían acumulando dos años de pérdida salarial ante la inflación.

La tercera idea fuerza del discurso kirchnerista que se está hundiendo con estas paritarias es aquella que decía que con el impuesto al salario había una redistribución de los sectores más “ricos” hacia los más pobres. No hubo funcionario que no haya acusado a los trabajadores en blanco mejor pagos de ser una especie de aristocracia egoísta enemiga de ser “solidaria” con los que menos tienen. El ministro de Economía anunció hace tres días una reducción en las alícuotas que gravan a los ingresos de los trabajadores que ganan en bruto entre 15 mil y 25 mil pesos mensuales.

Para estos sectores, de reglamentarse el anuncio, y siempre teniendo en cuenta lo informado por fuentes oficiales, el aumento estaría entre el 5 y el 6%. Lo que se otorgaría es bajo para los que son afectados por ganancias y encima cuando aumenten los salarios en paritaria los trabajadores que pasen de una escala a otra podrían perder ese “beneficio”. Pero para quienes no pagan el impuesto, la situación es mucho peor, directamente no les toca nada, para ellos solo les está destinado el tope del 25%. Tengamos en cuenta que la mitad de los trabajadores cobra un salario inferior a $ 5500 por mes.

La hipocresía de los funcionarios se completa si echamos un vistazo a cuánto cobran ellos y cuánto los trabajadores. En el día de ayer trascendió en un portal que las remuneraciones de los directores de YPF durante 2014 sumaron $119 millones. Si se divide el monto entre los 30 integrantes del organismo, entre titulares y suplentes, el sueldo mensual estaría entre 300 y 500 mil pesos. Hasta el momento nadie ha salido a desmentir la información. El que calla otorga. El número 1 del organismo es el funcionario kirchnerista nombrado por el Ejecutivo Miguel Galluccio.

Se trata de un monto altísimo, pero no la excepción. Como hemos denunciado en varias oportunidades, los funcionarios cobran sueldos muy abultados. El ministro de Economía recibe por mes 90.000 pesos en bruto. En una de las huelgas generales más grandes que hubo en la Argentina contra un gobierno peronista, la clase obrera inmortalizó una consigna. Hace 40 años, los trabajadores denunciaban movilizados en la Plaza de Mayo: “Isabel, Isabel cuánto gana un obrero, cuánto gana un coronel”. Si cambiáramos al “coronel” de la consigna por el de “funcionario” político la acusación le estallaría a varios en la cara.

Mientras el gobierno y los empresarios se ponen duros ante los reclamos de los trabajadores, los dirigentes de las centrales opositoras, Moyano, Barrionuevo y los gremios del transporte ni siquiera hablan de medidas de fuerza. Este 1ro de Mayo la izquierda y el sindicalismo combativo levantaron otro camino. En la Plaza de Mayo se exigió a los dirigentes de las centrales sindicales que rompan la tregua y la continuidad del plan de lucha comenzando por convocar a un paro nacional de 36 horas. Ese es el camino para romper los techos salariales y que las paritarias sean realmente libres. Para pelear por un salario equivalente al costo de la canasta familiar y el 82% móvil para los jubilados, abolir el impuesto del salario y eliminar el IVA que afecta al consumo popular, para gravar con un impuesto progresivo a las grandes fortunas y a las transacciones financieras. Contra el trabajo en negro y la precariedad laboral.

El Frente de Izquierda y el sindicalismo combativo, que ha hecho suya la consigna de que todos los funcionarios cobren el sueldo de una maestra, están hoy en primera fila peleando por estas demandas y apoyando a los que luchan. En primer lugar, a los gráficos de WorldColor que ayer por la mañana se movilizaron a la Capital para cortar Corrientes y Callao y extender su reclamo contra el cierre de la planta y los 280 despidos.