Además de los trabajadores de la salud, quienes estamos en contacto a diario con grandes aglomeraciones de personas, sin cuarentena y sin medidas de seguridad acordes a la pandemia del Coronavirus, somos los trabajadores de comercio.
Sábado 4 de abril de 2020 07:30
Todos los días, los trabajadores de supermercados de la empresa Alberdi S.A., desde que empezó la cuarentena, a nuestra situación ya cotidiana de explotación y maltratos, se le sumó la pérdida de los descansos. Hace mas tres semanas que no hemos tenido derecho a nuestro descanso. Ni hablar de las horas extras que se nos siguen imponiendo, pero no pagando. Aún no se nos ha hablado de ningún bono extraordinario, quizás, tal vez, nos den un “vale” para comprar al mismísimo Comodín, como hacen a fin de año. Del “plus” que los principales supermercados acordaron, no sabemos nada.
En el sector de las sucursales la situación es más grave. Sabemos que nuestros compañeros tienen que limpiar las mismísimas instalaciones y actuar como “seguridad”, es decir además de nuestras tareas, nos sobrecargan, y nos sobre exponen.
Somos testigos callados de la remarcación desmedida en precios de alimentos y, en especial, de los elementos del sector de limpieza; somos testigos callados, pero por obligación, ya sea por el temor a perder nuestro trabajo o a ser perseguidos por una patronal durísima. Pero repudiamos el oportunismo de la empresa ante el supuesto desabastecimiento. Un temor de los clientes.
Para dejar un ejemplo, quedó como una “anécdota graciosa” que la sucursal central haya sido “multada” por subir los precios de un par de productos mínimos (es decir no esenciales), mientras los precios de productos alimenticios, o de limpieza los remarcan con total impunidad.
El lema “Quedate en casa” no es para los trabajadores del comercio
Nosotros no sólo hemos perdido el derecho al descanso, y vemos vulnerados nuestros derechos laborales, sino que mientras el ministro de salud pide que le ofrezcamos un café o un jugo, a las fuerzas de “seguridad”; nosotros vivimos su lado real, porque son esos mismos policías los que cada vez que voy a pie a mí trabajo (porque el salario no alcanza) me atosigan para pedirme la documentación. Nosotros sabemos que es la misma institución que a nivel nacional y provincial ha sido grabada en su único rol social, que es el de reprimir y humillar a las familias laburantes.
A nosotros y a muchos otros se nos dice que la salida a esta pandemia del Coronavirus y el capitalismo, no es otra que resignarnos; qué no tenemos más salida que vivir en riesgo día a día. Sin embargo, para mí, nuestras vidas y la salud de nuestras familias, valen más que sus ganancias. Por eso para nosotros es clave poder avanzar en conquistar nuestras demandas, necesitamos que el sindicato garantice nuestros derechos, pero para ello tenemos que poder organizarnos en asambleas (con las medidas sanitarias adecuadas) para poder poner en pie comités de seguridad e higiene, con ayuda de profesionales de la salud, para garantizar las condiciones de salubridad en el trabajo; pero también comités junto a consumidores, para controlar el establecimiento de precios, y el abastecimiento, porque no podemos permitir que los empresarios hagan de la pandemia, una fuente de saqueo a los bolsillos de las y los trabajadores como vienen haciendo.