En medio de la crisis sanitaria que no se detiene comenzó la cuarentena en Arica con mayor control y fiscalizaciones móviles, con el objetivo de reducir el desplazamiento. Mientras aumenta el desempleo y el trabajo informal, siendo las y los trabajadores y pobladores los más perjudicados. ¿Se puede hacer cuarentena sin sustento?
Domingo 2 de mayo de 2021
Este jueves recién pasado la ciudad de Arica retrocedió a la Fase 1 del Plan Paso a Paso, esto en medio de la segunda ola de la crisis sanitaria, donde el índice de ocupación de las camas críticas del Hospital no ha bajado del 94% en los últimos días, lo que limita seriamente la capacidad de respuesta y hemos sido testigo de las precarias condiciones en los que debe trabajar el personal de la salud, hace algunos días veíamos cómo el sector de urgencia se inundó a raíz de una rotura de cañería, por lo que se tuvo que evacuar a dicho sector y se suspendió la atención.
Pero no solo va en aumento los contagios por covid19, sino que también va en aumento la sobrecarga laboral para las y los trabajadores del área de salud, que han debido arreglárselas para enfrentar la pandemia pese a la precaria infraestructura y falta de implementos, viéndose obligados a exponerse al contagio, condiciones que a raíz de la crisis quedaron al descubierto.
Mientras la situación cada vez se vuelve más crítica, como es costumbre las autoridades llamaron a respetar la cuarentena y reducir la movilidad, evadiendo la responsabilidad como gobierno en la crisis sanitaria.
Simplificando todo a la responsabilidad individual evadiendo la propia, cuando es el mismo gobierno quien a través de sus políticas hace caer la crisis sanitaria y económica sobre los hombros el pueblo pobre y trabajador.
En esa misma línea el intendente Roberto Erpel comentó que esta nueva cuarentena tendrá otra modalidad realizando fiscalizaciones en puntos móviles, es decir, aparecerán controles en distintos puntos de la ciudad. Además , agrego “los funcionarios ya no quieren más aplausos, lo que necesitan es que actuemos con responsabilidad para evitar esta sobre exigencia”. Por su parte la directora del Servicio de Salud Arica (SSA), doctora Magdalena Gardilcic hizo un llamado respecto a la celebración del Día de la Madre, para se haga “muy en privado, muy tranquilos, porque los mayores brotes se producen justamente en reuniones familiares”.
Ignorando totalmente que pese a la cuarentena muchos deben seguir yendo a trabajar, en muchos de esos trabajos los empresarios y jefes no entregan resguardos necesarios, y gran parte de los trabajadores debe tomar el transporte público donde no existe el distanciamiento social, arriesgando así su salud. Esto da cuenta de la hipocresía de las autoridades.
Imponer este tipo de medidas sin un plan que inyecte recursos a la salud y asegurar condiciones mínimas para familias, es una irresponsabilidad, arrojando al pueblo trabajador a cuarentenas de hambre. En Arica, particularmente durante el último periodo se han desarrollando manifestaciones de comerciantes ambulantes, taxistas y ahora último, gremios de la belleza compuesta por profesionales de peluquería, estéticas, entre otros marcharon exigiendo ser esenciales para poder acceder al código de los rubros de primera necesidad obtener permisos para poder trabajar durante la cuarentena.
Esta cuarentena se da en medio de un contexto donde el desempleo en la ciudad ha crecido hasta un 9%. Mientras que los trabajadores por cuenta propia aumentaron en un 66% desde inicio pandemia, según el boletín Termómetro Laboral, análisis preparado por el Observatorio Laboral Arica y Parinacota de Sence. Otro dato preocupante es que las mujeres, jóvenes y personas mayores de 60 años, exhiben niveles de ocupación informal altos producto de la crisis sanitaria. Pero las autoridades insisten en hablar de recuperación del empleo, desentendiéndose de las condiciones laborales a las que arrojan al pueblo trabajador.
Por su parte Carlos Yevenes, militante del Partido Comunista, director orgánico de la CUT a nivel regional, y ahora candidato constituyente, manifestó su preocupación ante la cuarentena que afectaría a las ferias itinerantes que se instalan casi todos los días en diferentes sectores de la ciudad.
Agregando que “cuando se levantó el pacto de suspensión laboral por la Ley de Suspensión al Empleo, empezaron a caer los finiquitos aplicando el artículo 161 que es por necesidades de la empresa; se han visto impactados sectores como el minero, el servicio hotelero y el transporte, donde se ha visto un porcentaje significativo de desvinculaciones”. Cabe recordar que esta ley fue votada en el parlamento por el Partido Comunista junto con la derecha (UDI incluida), la DC y parte del FA. Hasta septiembre de 2020 en Arica se habían efectuado más de 20 mil suspensiones.
El día viernes la CUT llamó a paro sanitario a nivel nacional, en Arica algunos gremios se sumaron pese a la cuarentena pero los grandes organismos no se la jugaron por organizar el 30 de abril y no garantizaron ningún paro efectivo, ninguna asamblea en sus bases, ni tampoco acciones de movilización. Lo que terminó en un llamado testimonial, para finalmente salvar a Piñera nuevamente y sentarse a negociar sin ninguna garantía.
Osciel Contreras, presidente de la CUT en Arica, el día viernes dijo que las movilizaciones masivas no se iban a poder hacer, por las restricciones de la cuarentenas y que el paro sería “mantenerse sin hacer ninguna labor”, aun así no hicieron ningún esfuerzo por llamar a reuniones de coordinación, donde fueran las y los trabajadores quienes pudieran discutir en ese espacio cómo organizar el paro y enfrentar la crisis sociosanitaria.
Mientras los portuarios marcaban el camino a seguir con paros y cortes en los principales puertos del país lucharon. Los trabajadores de la salud en Santiago se manifestaron contra las políticas del gobierno de Piñera en favor de los ricos y grandes empresarios. En Antofagasta trabajadores y trabajadoras de la salud, la industria, de la educación y jóvenes se concentraron en el Hospital Regional de Antofagasta y cortaron la avenida Pedro Aguirre Cerda en el corazón del barrio industrial de la ciudad en el marco del paro nacional marcando una política alternativa a las cúpulas de la CUT.
Siguiendo estos ejemplos, debemos confiar en las fuerzas de la movilización de los trabajadores, la juventud, las mujeres y el pueblo. Frente a la crisis vamos por un camino alternativo, organizándonos en nuestros lugares de estudio y trabajo apostando por la movilización en las calles con un plan de lucha para preparar la huelga general y romper la tregua entre las direcciones de la CUT y el gobierno. Porque quedó demostrado que hay fuerzas para conquistar todas las medidas de emergencia que necesitamos.
Es urgente conquistar un plan de emergencia que considere la unificación del sistema sanitario privado con el público, para poner toda la infraestructura al servicio de combatir la pandemia, bajo control de sus trabajadores/as y usuarios. Que garantice un Ingreso universal de emergencia para desempleados, trabajadores informales y dueñas de casa de $550.000. La prohibición inmediata de los despidos y suspensiones.