Trabajadores aceiteros y desmotadores nucleados en la F.T.C.I.DyA.R.A. junto a los recibidores de granos y aceiteros de San Lorenzo deciden esta tarde si continúan con las medidas de paro y bloqueo.
Sábado 12 de diciembre de 2020 16:24
Foto: Télam
Hace días que toda la actividad agroexportadora del país está paralizada, generando pérdidas millonarias para las patronales de la rama. El plan de lucha que viene llevando adelante la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina y la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) por el salario, que coincide con el paro impulsado por los aceiteros del departamento San Lorenzo representados por el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros –SOEA- que pelea por el llamado "bono pandemia", viene siendo un combinación inédita que complica de manera contundente a las empresas del punto de vista económico. Desde los problemas logísticos, que suponen, por ejemplo, gastos de flete diario y estadía de camiones, se derivan problemas mayores de índole financiero vinculados a la entrega y el cobro de mercaderías. Esta tarde cada sector decidirá cómo continuar la pelea.
Según representantes de estas empresas, se perdió alrededor de 200 millones de dólares y la cifra puede incrementar si se sostienen las medidas. Lo que no dicen es que prefieren esas pérdidas antes que ceder a los reclamos de los trabajadores, línea que siguen el conjunto de las patronales del país apoyadas por el gobierno, que no quieren que se mantenga el poder adquisitivo del salario. Aceiteras y cerealeras ganaron sólo en el mes de noviembre 1.734 millones de dólares y acumulan ganados 18.500 millones en todo el 2020, y que además obtuvieron 20 millones de dólares de ahorro con la baja de retenciones. En estos momentos las pérdidas superan ampliamente el margen reclamado por los trabajadores y se podrían pagar, por ejemplo, 136 mil bonos con los 4 días que lleva el paro.
La federación aceitera y los recibidores de granos paralizan un sector clave q estuvo funcionando durante la pandemia con enormes ganancias, pero rechaza el pedido salarial. Uno d los planteos d los sindicatos es la reducción d la jornada laboral p/ generar empleo. Gran ejemplo.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) December 12, 2020
"Fueron contundentes los tres días de paro. Hoy es el cuarto día y más que nada tenemos muchos barcos parados en los puertos. Me parece que lo que más resultado nos dio es juntarnos con URGARA que paró ciertos puertos donde nosotros (aceiteros) no llegamos como el caso de ACA y ADM. Venimos bien y va a ser factible torcerle el brazo a las patronales y más si desde San Lorenzo siguen con las medidas, esto es eficaz y genera mucho impacto. Esto no quita que va a ser muy complicado porque evidentemente las cámaras aceiteras están apuntando a algo mucho más grande, para mi están buscando ponerse al frente de sector económico más pesado, el llamado ́poder real’, y poner al conjunto de las industrias atrás de ellos más allá de la baja de las retenciones o licuarnos el salario a nosotros", declaró a La Izquierda Diario Andrés Pozzi, miembro de la Comisión Directiva de la F.T.C.I.DyA.R.A. y de la seccional Rosario.
Es necesario rodear de solidaridad a los trabajadores aceiteros en la difícil pelea que vienen dando. Impulsar grandes movilizaciones en los centros urbanos permitiría poner en manifiesto toda su fuerza y sumar apoyo. Fortalecer el paro nacional con asambleas comunes de todos los trabajadores en cada planta, avanzar en la coordinación de los sectores en lucha y unificar los reclamos mejoraría la contundencia para golpear con un solo puño a las patronales.
El fabuloso negocio de estos empresarios es a costa de ritmos y condiciones de trabajo cada vez peores y el del hambre de la mayoría de la población. La devaluación por la que presionan estas patronales son un ataque al salario de todos los trabajadores y provocará el aumento de los alimentos. Vicentín llegó al colmo de estafar al Banco Nación pero el gobierno terminó cediendo al chantaje empresarial. Hay que nacionalizar bajo control de sus trabajadores a estos especuladores para que no lucren a costa del salario y de la vida de los trabajadores y del hambre del pueblo.