El acuerdo firmado este viernes permitirá a la isla caribeña y al bloque de 28 países desarrollar una amplia cooperación económica y política. Con ello se pone fin a la llamada Posición Común con la que 20 años atrás Europa se sumaba al bloqueo económico norteamericano.
Sábado 12 de marzo de 2016
Fotografía: EFE
El ministro de Relaciones Exterior de Cuba, Bruno Rodríguez, y la alta representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, fueron testigos de la firma del "Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación" en una ceremonia en La Habana.
"De esta forma, las relaciones entre Cuba y la Unión Europea se proyectan hacia su consolidación a mediano y largo plazos, sobre bases de respeto, reciprocidad y beneficio mutuo", dice una declaración conjunta leída tras la firma del acuerdo.
El acuerdo se presenta como un nuevo logro de Cuba en el escenario internacional, luego de la distensión de las relaciones con Estados Unidos hace 15 meses y la renegociación de su deuda con los acreedores del Club de París en diciembre.
"Este acuerdo abre un nuevo capítulo en la historia de las relaciones de la Unión Europea y Cuba", dijo Mogherini a periodistas tras el acto solemne al que asistieron varios diplomáticos europeos y autoridades cubanas.
Rodríguez destacó, por su parte, que también se decidió "dar continuidad al diálogo sobre derechos humanos iniciado el pasado año en Bruselas". Sin precisar detalles, ambas partes preparan una segunda reunión sobre derechos humanos que se llevará a cabo en La Habana.
El pacto, del cual no se dieron detalles específicos y debe ser ratificado por los gobiernos de la UE y Cuba, es la conclusión de casi dos años de reuniones luego de que la UE acordó sustituir su política relativa hacia La Habana, conocida como "Posición Común", impuesta en 1996 por el derechista presidente del Estado español, José María Aznar. Aquella normativa prohibía las relaciones diplomáticas o comerciales de cualquier país de la Unión Europea con Cuba hasta que el gobierno de la isla realizara “reformas democráticas” y “mejorara la situación de derechos humanos”.
La UE no quiere perder la carrera con EE.UU.
"Este acuerdo nos permite poner fin a la Posición Común de 1996", afirmó Mogherini al adelantar que en los próximos días presentará una propuesta al Consejo Europeo. Consciente de que Estados Unidos podía ganar rápidamente terreno en un territorio donde Europa tiene —hasta ahora— muchos más intereses económicos, Mogherini viajó, hace justo un año, a la isla para entrevistarse con el presidente, Raúl Castro.
Europa tiene importantes intereses en Cuba que con la apertura económica que impulsa Raúl Castro podrían potenciarse. La UE es el segundo socio comercial de Cuba, detrás de Venezuela. Y Cuba es el único país de Latinoamérica con el que el bloque comunitario no tenía aún un acuerdo bilateral. El Estado español, por caso, tiene gran participación en el complejo turístico cubano que recibe millones de viajeros al año.
Desde el viaje de Mogherini se han superado casi todos los escollos. En mayo de 2015 el presidente francés François Hollande realizó una histórica visita a Cuba y jugó un papel fundamental en la renegociación de la deuda (incluyendo la condonación de una parte importante de la misma) que la isla mantenía con el Club de París. En febrero de este año Raúl Castro viajó por primera vez a Europa y lo hizo a Francia donde fue recibido con honores y Hollande anunció “inversiones” por 200 millones de euros. Es una cifra superior a todo el comercio bilateral de 2014 que muestra una dinámica claramente en ascenso. Pero a la vez muestra cuál será el carácter de las nuevas relaciones: los 200 millones vendrán de los pagos que Cuba realice de la deuda reestructurada.
Hoy la jefa de la diplomacia europea está allí de nuevo para dar el apoyo final al proceso a pocos días de la llegada del presidente Barack Obama a Cuba, en la primera visita de un mandatario estadounidense desde 1928.
A pesar del deshielo entre Washington y La Habana, la UE mantiene su posición de rechazo al embargo económico que Estados Unidos aplica a la isla hace más de medio siglo y sostiene que "es un medida que pertenece a otro siglo".
"El bloqueo es un obstáculo que debe terminarse", dijo Mogherini en alusión a la política de Washington. "Trabajaremos con determinación para terminar con este régimen que afecta la actividad económica y el desarrollo", destacó.