La declaración de la ministra arremete contra el Consejo de Rectores, pues afirma que dentro del Consejo Nacional de Educación poseen "un representante" y que las instituciones de educación superior tienen tres en total.
Sábado 31 de agosto de 2019
Luego de una carta enviada por el CRUCh al Ministerio de Educación mostrando unánime desacuerdo sobre el cambio curricular que hace a las asignaturas de Historia, Educación Física y Artes optativas, la Ministra de educación Marcela Cubillos declaró que como ministerio "Nos llama la atención la declaración del CRUCh, porque lo que hay acá es un respeto a la institucionalidad que el país se ha dado en materia educacional".
Así mismo, señaló que "existe un organismo técnico, transversal y autónomo, que es el Consejo Nacional de Educación, que en definitiva aprueba las bases curriculares" y recordó que "el CRUCh tiene un representante" en ese organismo y las instituciones de educación superior tienen tres en total.
Todo esto tras la sesión plenaria del Consejo de Rectores el pasado jueves, que acordó pedir al ministerio frenar el cambio al currículo de esos niveles. Al parecer, la Ministra se le olvidó mencionar que el Consejo Nacional es un organismo antidemocrático, donde sus miembros son elegidos por el presidente, y los cuales están asociados al mercado de la educación.
Aldo Valle, vicepresidente ejecutivo del CRUCh, afirmó que "no estamos de acuerdo con que Historia, Educación Física y Artes pasen a tener carácter de optativo" y tampoco con que "el plan común de formación haya sido reducido de 19 a 14 horas".
La propuesta de cambio curricular contempla que se reduzcan las asignaturas obligatorias de 3ro y 4to medio a seis: Matemáticas, Lenguaje, Inglés, Filosofía, Ciencias para la Ciudadanía y Educación Ciudadana. Éstas deben ser impartidas por todos los establecimientos educacionales, ya sean científico-humanista, técnico profesional o artístico.
Así mismo, Historia, Educación Física y Artes se vuelven optativos para aquellos que no deseen cursar la asignatura de Religión.
A pesar de que Chile se reconoce como un país laico, como así también la educación, la reforma curricular del gobierno coloca la asignatura de Religión como prioridad frente a otras de formación básica. Es bien sabido que en la mayoría de los establecimientos no existe alternativa para los alumnos que no desean cursar religión, a pesar de haberlo declarado, pues faltan recursos, profesores, entre otras cosas, que permitan esta implementación.