Luego de construir un parque industrial que pone en peligro a la rana de madriguera, especie endémica de Aguascalientes, el gobierno estatal improvisó una "solución".
Óscar Fernández @OscarFdz94
Viernes 1ro de octubre de 2021
La rana de madriguera, sapo pinto, cuyo nombre científico es Smilisca dentata, es una especie anfibia endémica del sur de Aguascalientes y el norte de Jalisco. Llamada así porque a veces la rana, ante la falta de agua, cava una madriguera para refrescarse en el clima semidesértico de la región.
La especie se encuentra en peligro debido a las decisiones de los gobiernos hidrocálidos de construir encima del hábitat natural de la rana una serie de megaproyectos para beneficio de los empresarios.
Iniciado durante el gobierno del priista Carlos Lozano de la Torre y continuado durante el gobierno panista de Martín Orozco Sandoval, el área protegida del hábitat de la rana madriguera se dividió para construir un parque industrial, una pista de carreras, un parque acuático y una zona hotelera.
La solución que el gobierno hidrocálido presentó fue el de poner una valla en las zonas donde el hábitat está inalterado (de apenas unos 500 km2). Asimismo, se pusieron una serie de letreros para que en la carretera el conductor tuviera precaución de no arrollar a los anfibios.
Si bien hay en marcha procesos de conservación en cautiverio, la destrucción del hábitat de la rana madriguera es un ejemplo más de la rapacidad capitalista. ¿Con qué objeto se construiría un parque industrial, una zona hotelera y demás proyectos si no es para saciar las preciadas inversiones de empresarios que los partidos del PRI y el PAN históricamente han defendido?
Es decir que bajo la fachada de generar empleo, que cabe aclarar, se hizo de manera desenfrenada y sin consultar a especialistas de conservación de especies, se decidió hacer una "zona de sacrificio" en detrimento de una especie endémica, porque lo que importa es que los bolsillos del empresariado nacional y extranjero se vean incrementados, como ha sucedido en los últimos años, pero en especial a lo largo de la pandemia.
Frente a este escenario resulta importante la movilización de los trabajadores, comunidades locales y especialistas del medio ambiente para restaurar el hábitat de una especie que es importante para la investigación científica. Porque no hay un Planeta B y la conservación de la biósfera vale más que las ganancias de los empresarios.
Óscar Fernández
Politólogo - Universidad Iberoamericana
