El 2 de Octubre fue apresado en Nayarit el dirigente del SITEM Antonio Bautista, tras encabezar una protesta para exigir pago de salarios atrasados a unos 3,500 trabajadores del estado. Lo acusan de allanamiento de morada e incitación al delito.
Viernes 9 de octubre de 2020
Se cumple hoy una semana de la detención de José Antonio Bautista Crespo, dirigente del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado, Municipios y Organismos Descentralizados en Nayarit (SITEM).
Fue detenido un día después realizar junto a sus compañeros de sindicato y a miembros del Frente Amplio de Sindicatos Independientes (FASI) un mitin ante la empresa Coca-Cola/Embotelladora del Nayar, S.A. de C.V. Exigían el cumplimiento de pagos atrasados a cerca de 3,500 trabajadores del gobierno estatal y sus dependencias.
La empresa pertenece al Grupo Álica, del que forman parte el gobernador panista de Nayarit Antonio Echevarría García y su familia.
La fiscalía estatal lo acusa de allanamiento de morada y de incitación o apología del delito, señalándolo por tomar las instalaciones de la dicha empresa y llamar a incendiar vehículos e instalaciones de la misma. Se trata de un caso ejemplar de criminalización de la protesta obrera en México.
Bautista permanece en prisión preventiva en el Centro de Reinserción Social Venustiano Carranza, al menos hasta la audiencia del 2 de noviembre cuando se revisará la medida.
La persecución del dirigente sindical responde a una doble motivación del gobernador, presentar como intocables sus intereses empresariales, así como amedrentar a quien cuestione el manejo de las finanzas públicas y su impacto en los salarios de los trabajadores.
Pongamos un alto a la represión y criminalización de la protesta obrera
Es un grave ataque a la organización y movilización de las y los trabajadores, a quiénes se les envía el claro mensaje de que no se les permitirá el ejercicio de sus elementales derechos democráticos, ni la legítima defensa de sus derechos.
Pero no se trata un caso único, la persecución de las y los trabajadores que luchan en defensa de sus derechos e intereses en México es bastante común.
Basta recordar el caso de la abogada laboral Susana Prieto Terrazas en Matamoros, Tamaulipas, detenida más de dos semanas a inicios de junio, acusada de motín, amenazas y coacción de particulares por representar a los trabajadores del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y de Servicios (Snitis – Movimiento 20/32).
El 14 de agosto, 2 activistas de ese movimiento (Ramón Dávila y José Manuel Raygosa) junto al profesor Nahúm Pérez Monroy fueron secuestrados y desaparecidos durante varias horas.
También la dirigente del Sindicato de Notimex (SUTNOTIMEX) hoy en huelga es perseguida por la directora de la agencia, Sanjuana Martínez. No se puede olvidar además que hay muchos trabajadores despedidos en el país por defender la libertad sindical.
Por ello es importante que ante cada medida represiva de las empresas, los charros sindicales y los gobiernos locales con el silencio cómplice del federal, las y los trabajadores organizados respondamos unitariamente.
En un país donde los luchadores son perseguidos, como los 26 defensores del medio ambiente asesinados en lo que va del sexenio por enfrentar intereses empresariales, y donde crece la represión a las y los trabajadores en lucha, es indispensable exigir la liberación sin cargos de Antonio Bautista.
Su causa, como la de todo trabajador perseguido y criminalizado deberían ser auténticas banderas de lucha de toda organización de izquierda y sindicato que se considere democrático. La mejor respuesta a los ataques represivos, es convertirlos en incentivos para la unidad y movilización obrera.
Poner un alto a la represión permitirá mejores condiciones para las nuevas luchas por venir. En La Izquierda Diario así lo consideramos y por ellos nos sumamos a las voces que exigen la liberación del compañero Antonio Bautista.
