Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados y detenido por corrupción ha incluido como parte de los testimonios para su defensa al expresidente Lula y al golpista Temer.
Miércoles 2 de noviembre de 2016 17:44
A comienzo de esta semana, Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados, detenido por la Operación Lava Jato desde el pasado 19 octubre, ha incluido como parte de los testimonios para su defensa al expresidente Lula y al actual presidente golpista, Michel Temer (PMDB) entre más de 20 testimonios de la defensa sobre las acusaciones que enfrenta de corrupción, lavado de dinero y evasión de divisas en relación a la explotación de Petróleo en Benin en África, por el que se estima ha recibido más de 1,5 millones de dólares, transferidos a una cuenta en Suiza. Eduardo Cunha y sus abogados solo declararon que era imprescindible escuchar estos testimonios respecto de esas acusaciones.
Cunha ya había declarado, antes de quedar detenido, que tenía mucho para decir y que podría “llevarse” a varios políticos junto con él, alegando que “podría derrumbar diputados, senadores y hasta ministros”, incluso apuntado su mira a Moreira Franco, actual secretario del Programa de Asociaciones de Inversiones (en portugués, PPI) del gobierno de Michel Temer, desagradando al gobierno golpista y a su propio partido, el PMDB.
Pero, a pesar de que su detención y condena sea celebrada por todo lo que representa, lo más retrógrado y conservador de la política brasilera, debemos pensar cuáles son los reales objetivos de la Operación Lava Jato y quién esta por detrás de esta gran farsa que representa esta Operación, que busca sustituir un esquema de corrupción petista por otro con el rostro de la derecha. Para reforzar la idea de neutralidad, de un lado el poder judicial se presenta como imparcial, como si estuviese cumpliendo el papel de juzgar las acusaciones de corrupción, ocultado el papel de orquestar el golpe institucional y por otro, busca una “limpieza” en la política para poder ubicar nuevos referentes que sean capaces de atacar aún mas los derechos de los trabajadores, la juventud y el pueblo pobre para dar la respuesta que la burguesía quiere, para que en este momento de crisis continúe lucrando a costa de nuestras vidas.
Los testimonios citados por la defensa causaron asombro, pero es importante recordar que fue con esta derecha que el PT gobernó todos estos años, y fue en ese pantano en el que se enterró. ¿Defenderá Lula a Cunha de las acusaciones, incluso después de todo lo que Cunha representó y el rol que jugó frente al golpe? ¿Será que Lula y Temer se unirán harán un cambio de favores con Cunha?