El miércoles 7 de febrero El Mostrador publicó una entrevista a la diputada electa por el Frente Amplio, Catalina Pérez de Revolución Democrática y donde da a conocer alguna de sus posiciones en el escenario político a una organización que dice surgir desde los movimientos sociales. Esto abre el debate: ¿Las bancas parlamentarias al servicio de qué y quienes?

Galia Aguilera Profesora, y dirigenta del Partido de Trabajadores Revolucionarios
Jueves 8 de febrero de 2018

El miércoles 7 de febrero El Mostrador publicó una entrevista a la diputada electa por el Frente Amplio, Catalina Pérez de Revolución Democrática, en ella se describe el perfil de la futura parlamentaria como una ex dirigente estudiantil de las movilizaciones del 2006 y 2011, ex militante del Partido Comunista que le ayudó en su formación “que la habría dotado de un sentido más comprometido con la labor y responsabilidad política que tiene un partido como RD, al que entró a militar en el año 2014”. Pero también, da a conocer alguna de sus posiciones en el escenario político a una organización que dice surgir desde los movimientos sociales.
En la entrevista la parlamentaria electa propone un proyecto antineoliberal, que cuestiona al empresariado el cual se ha hecho dueño del país, un proyecto que plantea proteger los avances en materia de derechos sociales impulsando una oposición con la Nueva Mayoría frente al Gobierno de Piñera, pero sin subsidiar una Nueva Mayoría 2.0 y siendo una oposición “responsable”, que sepa cuándo ser dialogante y cuando ser obstruccionista. Además pretende poner énfasis en los conflictos ecosociales y apuesta a abrir las puertas del Congreso a la movilización social.
Frente a estas posiciones y el desarrollo en curso de manifestaciones contra los despidos de un trabajador electo como dirigente sindical de Ferrocarril Antofagasta Bolivia (FCAB) del grupo economico más acaudalado del país, como es el Grupo Luksic, que además es uno de los principales responsables de la contaminación por metales pesados en la ciudad de Antofagasta, los cuales están en directo contacto con los trabajadores de FCAB.
Hoy los trabajadores están discutiendo la defensa de su organización sindical frente a las intenciones de esta poderosa empresa que intenta, a través de los despidos, golpear la unificación de los trabajadores del sindicato y el funcionamiento democrático para la defensa de sus intereses.
Es en este sentido, es importante saber que clase de oposición será frente a los ataques a los trabajadores desde su tribuna parlamentaria. Recordando, además, que en su programa crítica las desigualdades y flexibilización el mundo laboral, donde destaca como las empresas contratistas pueden disponer de cambios de ritmo en las jornadas laborales a costa de la calidad de vida de los trabajadores, tal cual denuncia Nicolás Bustamante, trabajador despedido de FCAB, tras denunciar los turnos extenuantes de la jornada excepcional ferroviaria.
Además en su programa añade como medidas el impulso de la negociación de trabajadores que compartan la misma realidad, justamente lo que pretende el sindicato interempresa de FCAB. También plantea la rebaja de la jornada laboral, lucha que están impulsando trabajadores de la fábrica de explosivos Orica Chile, a quien también le han desvinculado a un delegado de área, por manifestarse a favor de la reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias 5 días a la semana.
En este momento en Antofagasta se ponen a prueba los objetivos de la futura parlamentaria, Catalina Pérez: abrir el Congreso a los movimientos sociales. Este cargo parlamentario puede convertirse en una tribuna de los problemas que viven los trabajadores y los movimientos sociales, o, como diría Catalina Perez, abrirles paso en el parlamento, esta tribuna tendrá este fin si se pone al servicio de la estabilidad laboral, la lucha contra los despidos y el derecho democrático de los sindicatos de elegir a sus representantes sin el amedrentamiento y acoso por parte del empresariado que se ha hecho dueño del país.