Estas dos últimas semanas del año se define la dotación docente de cada establecimiento, momento que culmina la incertidumbre debido a la inestabilidad laboral. Entrevistamos a Daniela Avilés, profesora básica de música y delegada sindical, quien hoy se enfrenta a despido encubierto, junto a 6 compañeros de trabajo de la Escuela Padre Cariola, en la ciudad de Antofagasta.
Miércoles 27 de diciembre de 2017

Daniela Avilés, es profesora desde hace 7 años. Estudió música desde que cursaba en el Liceo Experimental Artístico, siendo el Violín chelo el instrumento en que se especializó. Luego, estudió Educación Básica en la Universidad de Antofagasta, desde entonces, siempre fue activa en las movilizaciones por la educación gratuita como por los derechos de las mujeres, lo que incentivo su militancia en el Partido de Trabajadores Revolucionarios.
Trabajó cuatro años como profesora de música en el Colegio San Luis, sin embargo siempre fue participe de proyectos de orquestas en escuelas municipales. En los últimos dos años ha ejercido como profesora básica en la Escuela Padre Cariola, siendo activa en aplicar la música como una herramienta para los niños de necesidades educativas especiales que tienen dificultades en el aula para fortalecer su concentración, disciplina y trabajo en equipo, además se parte de varias iniciativas de orquestas y muestras musicales, innovando en la pedagogía con resultados que sorprenden a sus estudiantes, apoderados y colegas, pero no así a su director.
Además de su labor propiamente pedagógica, Daniela ha sido desde su ingreso a la escuela activista por los derechos laborales, siendo elegida en estos dos años como delegada sindical SIPPE. El querer enfrentar los abusos o irregularidades, hicieron que Daniela decidiera representar a compañeros de trabajo, lo que implicado hacer notar la voz, dejar constancia de acciones que no corresponden ser realizadas desde autoridades de un establecimiento; como también incentivar la discusión y la votación democrática de la participación de docentes en movilizaciones, paros o acciones de protesta frente a las leyes que han sido votadas sin la consulta a los afectados.
No existiendo otra explicación racional, el director la eliminó de la carga horaria para este próximo año haciendo uso del famoso “fin de contrato”, debido a su actividad sindical y política. De esta manera bloquea el desarrollo de sus alumnos y atacan una vez más a los trabajadores con el despido de su delegada sindical.
Daniela, tu situación contractual es una de las causas que justifican que te excluyan de la carga horaria ¿nos puedes contar cuál es tu situación contractual?
Mi contrato es plazo fijo, es decir tiene una duración desde marzo al 31 de diciembre. Esto para los plazos fijos significa inestabilidad laboral ya que no tienes la seguridad de continuar en tu escuela año tras año. Es una figura bastante engañosa, pues a diferencia de alguien contratado por el código del trabajo, tú no sabes cuándo podrás pasar a indefinido, rotando de colegio en colegio y variando tus horas. No solamente es el miedo y agobio constante de perder tu puesto de trabajo, sino también que no podemos optar a endeudarnos con una vivienda o un vehículo, etc. Incluso es un problema al firmar un contrato de arriendo. Según los propios datos de la Corporación el 58% de los docentes se encuentran a plazo fijo, si a ello sumamos los reemplazos, la cifra alcanzaría el 64%, siendo que la ley indica sólo un 20% de plazo fijo, pero esto no se cumple en educación. Con la inestabilidad laboral y el impedimento de hacer tradición en un colegio, aumenta el agobio laboral, como también la deserción de muchos jóvenes profesores que optan por cambiarse de oficio, siendo así los más afectados los hijos e hijas de los trabajadores y los sectores más populares. Es por esta misma situación que acepé ser delegada sindical, y tomarme esta responsabilidad seriamente, no sólo un rol de bienestar, sino de defensa de nuestros derechos.
¿Puedes contarnos sobre tu labor como delegada sindical?
La labor de delegada sindical es súper importante en una escuela, siempre trabajé junto a la delegada del Colegio de Profesores y buscando la unidad de los trabajadores de la educación, escuchando a mis colegas, estudiando procedimientos y situaciones.
Lo que debe hacer un delegado es exigir a las direcciones que cumplan con las decisiones de la asamblea, lo que hace incompatible estar en una situación de beneplácito con los directivos y el gobierno, ya que de esa manera no cumpliría su rol de defensa de la organización de los trabajadores, pues nosotros velamos por estar en mejores condiciones, en especial cuando existen irregularidades y prácticas autoritarias.
Hay muchas falencias en el sistema educativo, que afectan a toda la comunidad, es un sistema bajo una lógica muy mercantil, donde los directores cada vez tienen más atribuciones que aumentan el agobio laboral. Me parece muy importante que estemos informados y discutiendo sobre las situaciones cotidianas como sobre las leyes que nos afectan, por eso he sido activa en organizar paros y movilizaciones por una parte, y por otra, lograr ser portavoz de las demandas más sentidas que se ven día a día en el aula. No es fácil llevar adelante esta tarea, ya que la CMDS es nuestro empleador, y no quiere que existan profesores activos y capaces de decir el malestar. El miedo es muy grande y la mayoría de las escuelas no cuenta con delegados o sus delegados son muy temerosos a la hora de plantear cosas por el miedo a que te saquen a final de año, como saben te avisan una semana antes de que se termine el año. Pero, a pesar de las dificultades de la labor sindical, me parece que no basta, pues de conjunto los trabajadores viven precarización y abusos, y me parece que sería incorrecto que omitir que mientras unos pocos viven con privilegios a la gran mayoría se nos golpea, pues en todas las pegas se nos transforma en objetos, quitándonos la posibilidad de ser sujetos.
Daniela, has denunciado a través de la redes sociales un despido de parte del director de tu escuela, que consideras se pasan a llevar derechos de los trabajadores, pero también una persecución política ¿nos puedes explicar?
Bueno, una cosa es que el director abuse de su poder anunciándome a final de año que no me quiere en la escuela. Ahora, si miramos y analizamos con más detención vemos que existe un ataque directo a la organización sindical de mi escuela, siendo yo la delegada sindical activa, es decir, una delegada que ha impulsado de manera activa la organización y denuncia de las malas condiciones laborales de los profesores.
Y por otro lado, hay un ataque político hacia mi militancia en un Partido Revolucionario de Trabajadores. Esta persecución política la vengo viviendo durante todo el año escolar, situación que me llevo a dejar denuncias por vulneración de derechos en la Inspecciones del Trabajo y CMDS. El director de la escuela me cerro puertas a diferentes proyectos e instancias sin argumentos pedagógicos, situación que lleva adelante de forma consciente, porque le molesta que una profesora hable sin miedo sobre lo injusto que es la educación de mercado y, que sea capaz de movilizar a la escuela ante todos los llamados a paro y manifestaciones durante el año. Cuando me dio mi evaluación en la oficina y le pregunté por qué me había evaluado de insuficiente me dijo "Usted llevo a cabo una protesta junto con menores de edad dentro de la escuela lo que no está permitido por la ley" Refiriéndose a un paro de brazos caídos realizado en la escuela en una convocatoria del Colegio de Profesores Nacional en contra del proyecto de desmunicipalización del gobierno de Bachelet, que finalmente fue impuesta por el parlamento.
¿Cómo pretendes denunciar la situación? ¿Cuáles son las acciones a seguir?
Voy a denunciar esta situación hasta las últimas consecuencias porque no es un caso aislado. Todos los fines de año son cientos de profesores los que quedan sin trabajo por ser contratos plazo fijo y por la facultad del 5% que puede poner a disposición el director de ADP. Los pasos a seguir son la más amplia difusión y solidaridad, sacar a la luz esta problemática sobre el autoritarismo en las escuelas y liceos, cuestionar quien elige y evalúan a los directores.
Pienso que no hay que bajar la cabeza y adaptarse “eres buena profesora y puedes estar mejor en otro lugar”, pues yo opte por trabajar ahí, con los niños y niñas de esta escuela, he puesto todo de mí para que avancen, y lo justo no es que me vaya yo y mis colegas. Sino quienes están ejerciendo su rol de manera despótica, basándose sólo en el hecho que tienen atribuciones, sin siquiera argumentar pedagógicamente sus decisiones. Pienso que como trabajadores no podemos permitir el amedrentamiento y la amenaza, debemos solidarizar entre nosotros para que no siga pasando este tipo de situaciones.