Extractivismo. Daniela Vilar y la "tercera posición" del saqueo de los bienes naturales

Ayer culminó el Congreso Productivo Bonaerense realizado en Mar del Plata con la participación de la ministra del gobierno de Axel Kicillof entre otros funcionarios y referentes del gobierno.

El ambientalismo popular viene a derribar la falsa dicotomía entre ambiente y producción: queremos que haya trabajo, que haya industria argentina de alto nivel y valor agregado. Pero ese desarrollo tiene que ser necesariamente sostenible y justo para nuestro pueblo. pic.twitter.com/cZL2RakZPq

— Daniela Vilar (@danyvilar) June 7, 2023

Fue en la sala de “Desarrollo Sostenible y Sustentable” donde nuevamente habló del Ambientalismo Popular que pregona el gobierno en todos sus discursos ante las movilizaciones socio ambientales que proliferaron durante la pandemia y tuvieron como centrales las de Chubut contra las políticas del gobernador Arcioni y en Mar del Plata ante el plan de exploración marítima off shore para la explotación petrolífera.

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En esta oportunidad, su discurso fue en el sentido de vincular el desarrollo de estas empresas extractivistas con el cuidado del ambiente. Así buscan conseguir la licencia social, que aún carecen, para avanzar con los planes extractivistas que prometen dólares que necesita el Gobierno, para seguir adelante con el acuerdo firmado con el FMI para pagar la enorme deuda que ilegalmente contrajera el gobierno de Mauricio Macri.

El argumento es que dichas explotaciones, ya sea para explorar el mar en busca de más petróleo, o la expansión de transgénicos como el trigo hb4 y su complementario uso de agrotóxicos, o el desmonte a los fines inmobiliarios o comerciales sobre reservas naturales de la provincia, deberían ser controladas por el Estado para que sean sustentables y así generarían empleo.

Para justificar su planteo dijo “De nada sirve una Provincia con una producción excepcional en detrimento del cuidado ambiental, como tampoco un conservacionismo con la gente en situación de pobreza extrema.” y luego continuó “A priori, claramente ambiente y producción aparecen como una tensión, en una especie de posible contradicción. Pero hay una falsa dicotomía entre ambientalismo y producción, alimentado porque durante años se planteó el avance productivo en detrimento de los cuidados ambientales y de las fiscalizaciones” según se difundió en distintos medios.

Según la ministra, la filosofía del Ambientalismo Popular está orientada a la inclusión social y la soberanía. Sin embargo, las empresas que se encargan de la extracción de minerales y otras explotaciones que arrasan con los territorios, están lejos de preocuparse por el ambiente y más cerca de sus ganancias. Así lo muestran las condiciones de vida de los trabajadores que realizan esas tareas. Y además son en su mayoría son de capitales extranjeros.

Ese modelo es el que buscan desarrollar al máximo para conseguir dólares, condenando al país al atraso y dependencia económica. Así lo aclaró Vilar cuando dijo “lo único diferente a lo que pasó cuando dejaron el cerro Potosí es que ahora a la mita no la van a poder utilizar como hacían con los pueblos originarios”, dejando en claro el plan de permitir que sigan liquidando los territorios cómo se hiciera en épocas coloniales.

La realidad es que en ninguna de las empresas extractivistas se genera trabajo genuino y salarios que cubran la canasta familiar en un país donde empresas extractivistas de distintos países amasan fortunas que terminan en sus casas matrices, mientras la pobreza y el deterioro ambiental aumenta exponencialmente en los territorios donde éstas actúan.

Así sucede en Catamarca, Jujuy, Salta y distintas provincias donde la minería a cielo abierto, la extracción de litio y el desmonte a los fines del monocultivo sólo han aumentado la pobreza de las poblaciones y el deterioro de ecosistemas autóctonos. O en Vaca Muerta donde los accidentes se cobran la vida de sus trabajadores y el deterioro ambiental se muestra en sismos y contaminación.

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Sin embargo, desde el Ambientalismo Popular que impulsa, la ministra insiste en querer convencer a la población que la única manera de salir de la crisis económica es continuar con el saqueo, utilizando un lenguaje ambiental para polarizar con la derecha negacionista, pero también para estigmatizar a las organizaciones y asambleas socioambientales que defienden sus territorios, y a quienes difícilmente puedan arrancarle la licencia social que necesitan.

El gobierno del Frente de Todos es el responsable de las muertes en Vaca Muerta, de los incendios en varias zonas de todo país, donde el ministro nacional de Ambiente Juan Cabandié solo emitió discursos lavándose las manos y que en nada ayudaron a apagarlos y proteger los bosques nativos. También lo es del saqueo de minerales en Catamarca, Salta o Jujuy, donde el litio es el mas codiciado mientras se persigue y reprime a ambientalistas que se movilizaron contra dichas empresas y las políticas que se lo garantizan.

Pero ahora, en plena campaña electoral (que aún no cuenta con los candidatos por ninguna de las coaliciones gobernantes), quiere convencer a las poblaciones de su “tercera posición ambientalista” fingiendo ser capaces de garantizar que se desarrolle de manera sustentable y en beneficio de las grandes mayorías. La realidad estaría mostrando lo contrario.

La única forma de lograr que la producción sea amigable con el ambiente y garantice trabajo, salarios y mejoras en la calidad de vida en los territorios es mediante la expropiación de dichas empresas y estatización bajo gestión de los propios trabajadores, organizaciones socioambientales y profesionales comprometidos con el cuidado del planeta y la producción sustentable.

Esto se viene viendo en distintas experiencias alrededor del mundo y en el país las fábricas recuperadas cómo Zanon o Madygraf, que bajo la gestión obrera que conquistaron ante el cierre de sus patronales, hoy gestionan la producción de manera cada vez más amigable con el ambiente, pero además son parte de las peleas y debates socioambientales en defensa del planeta.

Ese es parte del programa que Myriam Bregman, Nicolás del Caño, Alejandro Vilca y otros referentes del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, levantan para fortalecer la lucha socioambiental y la unidad con trabajadores ocupados y desocupados contra la voracidad de los empresarios y en beneficio de la calidad de vida de millones que hoy además de ser pobres, tienen que soportar las consecuencias ambientales y sanitarias que provocan los capitalistas en el planeta.